Los problemas para la integración de Avianca y Viva Air están lejos de desaparecer. A la suspensión unilateral de vuelos de la compañía de ultra bajo costo y tarifas bajas (ULCC, por su sigla en inglés) que tiene afectados a miles de pasajeros en Colombia y Sudamérica, se agregan las investigaciones por presuntas irregularidades sobre un control efecto de Avianca y Viva.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia está investigando si las dos líneas aéreas ya estarían operando como una sola empresa sin contar con la autorización respectiva. Para justificar una eventual operación financiera ya realizada, se habría creado en 2022 un escenario de crisis de Viva Air que se intenta vender a la opinión pública. De esta manera, se buscaría un visto bueno rápido de parte de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) para una integración que supuestamente estaría lista.
El cuestionamiento
Según revela Blue Radio en Colombia, la hipótesis de una “integración tramposa” -como la denomina el medio- estaría en la resolución 87.164 de la SIC. El organismo dependiente del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, cuya misión es velar por el buen funcionamiento de los mercados a través de la vigilancia y protección de la libre competencia económica, asegura que Avianca compra en abril de 2022 el 10% de los derechos económicos de Viva Air sin permiso de la Aerocivil, pero argumentan que las empresas siguen existiendo de manera autónoma y por separado.
Para el propósito constituyen un patrimonio autónomo en que el Avianca no tiene derechos políticos, injerencia en las estrategias comerciales y las decisiones de la junta directiva. Sin embargo, Viva Air otorga estos derechos a unas sociedades creadas para tal propósito denominadas West Castle Limited y Southcastle Limited cuyos gestores son Howard Millar, José Luis Caballero y Enrique Antonio Luna. Los dos primeros son directivos de Viva Air y Avianca, respectivamente, antes de haberse finiquitado la integración no informada.
Para la SIC, esto demostraría que Avianca es la que controla las decisiones de Viva Air. Por lo tanto, no hay separación entre ambas empresas.
Lo anterior, aumentan las sospechas acerca del por qué Avianca y Viva Air insisten a toda costa de que la integración de ambas es urgente y necesaria, además de ser la única fórmula para “salvar” a la ULCC. En ese sentido, también se comienza a entender el rechazo a otras ofertas presentadas por parte de JetSMART y LATAM.
Lo que señalan Avianca y Viva Air
En abril 2022, Avianca y Viva Air anuncian un acuerdo para proceder a una integración. El proceso no considera una fusión de las marcas dado que el control efectivo de las líneas aéreas se mantendrá totalmente independiente, y los clientes seguirán accediendo a los servicios de cada una en los 94 destinos que operan.
Asimismo, la eventual incorporación de los derechos de control de las operaciones de Viva en Colombia y Perú al holding de Avianca Group estará sujeta a que se soliciten y obtengan todas las autorizaciones regulatorias necesarias en los países que así se requiera. Según declaran las mismas empresas, hasta que se obtengan dichas autorizaciones, el control -y la administración- de Viva en Colombia y Perú no será parte del mismo holding y las operaciones de esta continuarán compitiendo con las de Avianca. Además, mientras no se logren las autorizaciones, la forma en la que los usuarios, proveedores, empleados y entidades se relacionen con las distintas aerolíneas seguirá siendo la misma.
En esa ocasión, las dos líneas aéreas afirman que cada empresa mantendrá sus procesos internos y externos, así como sus canales propios de venta y sus servicios de atención al cliente. No obstante, precisan que en el caso de que los accionistas de ambas empresas lo decidan y las autoridades competentes lo autoricen, las dos líneas aéreas pueden avanzar hacia un mismo holding, manteniendo sus respectivas marcas y estrategias.
Dudas de la Aerocivil
En su fallo de noviembre, la Aerocivil rechaza la propuesta de integración presentada por Avianca y Viva Air. La misma es declarada nula en enero 2023, pero deja abierta la puerta para que ambas empresas presenten una nueva propuesta.
En la primera propuesta que entregan a la Aerocivil, Avianca y Viva Air solicitan que la transacción se apruebe de manera expedita e integral. Con este fin recurren a la fórmula de la “excepción de empresa en crisis”.
Según la ley en Colombia, la “excepción de empresa en crisis” consiste en la situación en la cual la autoridad de competencia permite llevar a cabo una operación de concentración empresarial que, en condiciones normales, sería objetada como consecuencia de los posibles efectos adversos para la competencia, debido a la crítica situación financiera de la compañía que está siendo adquirida.
Dicha excepción solo tiene sustento legal si las partes intervinientes prueban el cumplimiento de los siguientes criterios: la empresa saldrá del mercado y es necesario venderla o integrarla con un tercero; no hay competidor viable que genere menos restricciones a la competencia económica; y el daño a la competencia sea menor. Además, se establece que la crisis o la falta de alternativas viables no puede haber sido generada o estar relacionada con la operación de integración proyectada.
Para la autoridad aeronáutica colombiana dice que la situación financiera de Viva Air es relevante, pero no se prueba que la crisis sea de tal magnitud para afectar su viabilidad y que menos esté condenada a salir del mercado de manera inminente.
Un punto importante del fallo es que se establece que Viva Air no prueba que haya explorado o agotado otras alternativas para salir de su situación financiera o que las mismas hayan resultado inviables. De igual manera, las dos líneas aéreas cuestionadas tampoco demuestran que el daño a la competencia generado por la transacción era menor que aquel que provocaría la salida del mercado de Viva Air. Por el contrario, sólo se limitan a relatar los efectos de la supuesta salida del mercado de Viva Air, pero no comparan los mismos con los efectos que generaría la aprobación de la transacción.
Daño a la industria
De comprobarse los cuestionamientos realizados por la SIC a Avianca y Viva Air, no sólo serían de gravedad para ambas empresas, sino que también afectarían la credibilidad de toda la industria aérea de Colombia y de la región en medio de una necesidad de consolidación. Durante los últimos años, la aviación avanza por establecer normas y protocolos en favor de una mayor transparencia como señal fundamental para demostrar una mayor responsabilidad empresarial.
Con la presión de nuevas amenazas en el sistema internacional y entornos económicos más volátiles -con ciclos más frecuentes-, la integración de las líneas aéreas es necesaria. En ese sentido, las alianzas bilaterales como multilaterales, acuerdos de negocios conjuntos (JBA) y las fusiones se mantienen altamente vigentes.
La consolidación de la industria responde a dos factores. En primer término, está la necesidad de crear fortalezas para disponer de una mayor capacidad de respuesta ante las crisis y otros desafíos futuros. En segundo lugar, buscan atender o enfrentar nuevos esquemas de competencia que se generan por el fortalecimiento de otros grupos de líneas aéreas o nuevos modelos de negocios, por ejemplo, el LCC/ULCC.
Fotomontaje portada – Aero-Naves