Ante “alerta de viajes” de EE. UU., Latinoamérica aparece como destino turístico seguro

La alerta de viajes emitida por los Estados Unidos favorece a Latinoamérica como un destino turístico seguro. La ubicación geográfica de la región brinda oportunidades a los viajeros de contar con un destino seguro y altamente atractivo para realizar turismo.

Ayer, 19 de octubre, el Departamento de Estado de los Estados Unidos emite una “alerta de viajes” de alcance mundial. Se trata de una advertencia para sus ciudadanos que extremen precaución ante el riesgo de ataques terroristas. El aviso está determinado por el conflicto entre Israel y Hamas que podría extenderse de comprometer a más países.

“Debido al aumento de las tensiones en varios lugares del mundo, la posibilidad de atentados terroristas, manifestaciones o acciones violentas contra ciudadanos e intereses estadounidenses, el Departamento de Estado aconseja a los ciudadanos estadounidenses en el extranjero que extremen la precaución”, dicen los Estados Unidos.

La alerta de viajes del país norteamericano recomienda a los ciudadanos estadounidenses mantenerse alerta en lugares frecuentados. También les recomienda inscribirse en el Programa de Inscripción de Viajeros Inteligentes (STEP) para recibir información y alertas para facilitar su localización en el extranjero.

El aviso que realizan los Estados Unidos como otros países es algo habitual cuando hay situaciones que pueden complicar las estadías de sus ciudadanos. No es la primera vez que ocurre. Si bien en este caso la alerta de viajes está catalizada por el conflicto en Palestina y escalada de tensión en la región también aparecen antes para Latinoamérica. Por ejemplo, ante las protestas en Chile en 2019.

Latinoamérica, región segura

Independiente de problemas específicos de cada país, Latinoamérica es una región segura para viajar. Geográficamente alejada de los conflictos a gran escala, brinda a los viajeros del mundo oportunidades para que sus estadías no sufran inconvenientes de ataques o una evacuación inmediata.

Actualmente, los países de Latinoamérica -incluyendo el Caribe- tienen una menor probabilidad de estar involucrados en posibles ataques en comparación a otras zonas del planeta. A diferencia de los países de Europa o de los Estados Unidos, por ejemplo, los Gobiernos de la región tienen un escaso involucramiento en los actuales conflictos. La posición política que asumen los convierte en menos probables de ser blancos de ataques terroristas.

Latinoamérica con buena conectividad aérea

Otra ventaja que tienen los países latinoamericanos es su excelente conectividad aérea. La región tiene múltiples puntos de entrada por la oferta de las líneas aéreas locales y también la expansión de numerosas compañías de Europa, Estados Unidos, África, Medio Oriente y Oceanía.

Los hubs como Bogotá, Ciudad de México (MEX), Ciudad de Panamá, Lima, Sao Paulo (GRU), son puntos de entrada para la región desde distintas partes del mundo. Al igual que ciudades bien conectadas como Buenos Aires, Cancún, Punta Cana, Río de Janeiro, Santo Domingo, entre otras. En menor medida aparece también Santiago de Chile con la conexión exclusiva con Australia y Nueva Zelanda.

Las líneas aéreas latinoamericanas están bien posicionadas. Son seguras con aviones de última generación, un producto atractivo y distintos modelos de negocios que amplían la capacidad de elección. Por el alcance de las rutas que operan y las alianzas comerciales permiten a los viajeros no sólo acceder a las principales ciudades, sino que también al interior de cualquier país sin riesgos.

La aviación es fundamental para impulsar el turismo, especialmente ahora, cuando los viajeros demanden destinos seguros para sus vacaciones. Gran parte de los visitantes llegan a sus destinos por vía aérea. Entre el 80% y 90% de los turistas de Latinoamérica llegan por vía aérea y todo indica que el porcentaje podría crecer aún más.

Una región diversa

Latinoamérica cuenta con múltiples atractivos para servir destino alternativo para los viajeros del mundo con múltiples panoramas. Por ejemplo, para los viajeros que buscan destinos históricos-culturales están las maravillas de México o Perú, con Tenochtitlán, Chichén Itzá o Machu Picchu. También las experiencias “coloniales” en Brasil (Salvador), Colombia, Ecuador.

Quienes buscan diversidad y aventura están los países Centroamérica y el Caribe que en los últimos tiempos se posicionan con una oferta importante. El interior de Brasil con el Amazonas, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y República Dominicana son lugares recomendados para visitar. Si la opción en la montaña, la Cordillera de los Andes ofrece parajes impresionantes desde Venezuela hasta Chile, país que en época invernal es un destino preferido para el ski.

Latinoamérica también cuenta con lugares remotos y parajes increíbles que atraen a los visitantes. Argentina y Chile, por ejemplo, ofrecen las espectaculares vistas de la Patagonia en el extremo sur del continente, cuyas experiencias en el mismo país permiten disfrutas de montañas y aventuras en el desierto o incluso -en el caso chileno- viajar hasta la Polinesia para experimentar las maravillas de Isla de Pascua en pleno océano Pacífico.

Para quienes buscan playa y sol, sin duda la oferta es amplía. Desde las paradisíacas islas del Caribe se suman las playas remotas de Costa Rica o Panamá, también la costa de Norte de Colombia, Ecuador, y el Perú. Al otro lado, también están la tradicional oferta de arena y sol de Brasil que todavía tiene mucho por descubrir.

Si el viajero quiere ambiente urbano las grandes metrópolis como Bogotá, Buenos Aires, Ciudad de México, Lima, Medellín, Sao Paulo, ofrecen una vibrante actividad. Los destinos de fiestas no se quedan atrás con Cancún, Cartagena, Playa del Carmen o Río de Janeiro.

Una oportunidad para no desperdiciar

Las crisis de seguridad en otras partes del mundo constituyen otra oportunidad para que los Gobiernos de América Latina y el Caribe inviertan en la aviación y el turismo. Son sectores que tienen un gran potencial de crecimiento, pero que todavía no pueden mostrar todo su aporte. El motivo son la existencia de barreras, en su mayoría políticas. Como consecuencia, el desarrollo está limitado.

Los principales problemas que limitan el desarrollo del turismo son: los altos impuestos que afectan a la aviación y a los viajes, la burocracia de las instituciones, una mayor libertad aérea entre los países para abrir nuevos pares de ciudades, excesiva legislación y falta de homogeneidad en políticas. En algunos casos, a esto se agrega la necesidad de tener una mejor cultura y promoción turística.

Desde la industria aérea reiteradamente llaman a los Gobiernos a generar políticas públicas pro-aviación, corregir estas falencias y a no generar trabas innecesarias. En caso contrario, no se puede aprovechar el potencial que aporta el turismo en la región.

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) señala que el turismo en América Latina y el Caribe puede realizar una contribución total de US$319 mil millones. La cifra representaría el 7,9% del total del Producto Interno Bruto (PIB) o un 1,2% más respecto a 2019. En el Caribe, el turismo es la industria que más aporta con 11,5% del PIB y una participación de 15.2% al total de empleos.

Heliski en Chile. Fotografía: Ecocopter.

Fotografía portada - Francesca Norero / Pasaporte Sin Destino

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