Northrop Grumman y Estados Unidos presentan el bombardero B-21 “Raider”

Avanzando en una nueva generación de bombarderos estratégicos, Northrop Grumman presenta en Palmdale, California, al B-21 “Raider”. Se trata de una nueva aeronave orientada a reemplazar a los antiguos B-52, B-1 y gradualmente al B-2 “Spirit”, su antecesor, cuya vida útil está prevista hasta 2032.

El B-21 está pensado para asegurar la continuidad de la capacidad de respuesta o ataque global de los Estados Unidos. Su aparición se da en un escenario complejo marcado por el creciente posicionamiento de China en el sistema internacional y un nuevo auge de Rusia.

“El B-21 Raider define una nueva era en tecnología y fortalece el papel de Estados Unidos de lograr la paz a través de la disuasión”, señala Kathy Warden, presidenta y CEO de Northrop Grumman, durante la presentación. “Forma la columna vertebral del futuro del poderío aéreo de los Estados Unidos, liderando una poderosa familia de sistemas que brindarán una nueva era de capacidad y flexibilidad a través de la integración avanzada de datos, sensores y armas”.

“El B-21 Raider es un testimonio de las ventajas duraderas de los Estados Unidos en ingenio e innovación y es una prueba del compromiso a largo plazo del Departamento (de Defensa) para desarrollar capacidades avanzadas que fortalecerán la capacidad de los Estados Unidos para disuadir la agresión, hoy y en el futuro. Ahora, fortalecer y mantener la disuasión de los Estados Unidos está en el centro de nuestra estrategia de Defensa Nacional”, agrega el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III. “…Pronto volaremos este avión, lo probaremos y luego pasaremos a la producción”.

Por su rol estratégico, las características del B-21 son altamente clasificadas. Incluso, su visualización al público durante su presentación es breve lo que aumenta el misterio de la aeronave y sus sistemas. Entre lo que se conoce están sus capacidades de sexta generación que incluyen tecnología Stealth, ventaja de la información y una arquitectura abierta.

Según informa Northrop Grumman, el nuevo bombardero estratégico puede conectarse en red con múltiples sistemas y en todos los dominios. A través de un ecosistema digital, puede evolucionar de manera rápida a través de actualizaciones tecnológicas que le permitirán superar futuras amenazas. Por lo mismo, sus actualizaciones no consideran “blocks” como ocurre con las aeronaves anteriores.

Northrop Grumman y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés) llevan realizadas distintas pruebas de seguridad para la migración de los datos del B-21 a una nube de datos. Los ensayos incluyen el desarrollo, implementación y prueba de datos. La nube de información se define como una sólida infraestructura digital y sostenible en todo lo referente al soporte del avión a un menor costo.

Como el B-2, el nuevo B-21 tiene capacidad de reabastecimiento en vuelo. De esta manera, puede viajar a cualquier lugar el mundo para realizar ataques de precisión sin tener que aterrizar en otro territorio que no sea los Estados Unidos, lo que entrega al país una superioridad aérea considerable.

Oficialmente, B-21 es el avión de ataque más avanzado en el mundo. Su desarrollo comienza en 2015, cuando Northrop Grumman se adjudica el contrato. El programa involucra a más de 8.000 personas de la fábrica, 400 proveedores en 40 Estados y la propia USAF.

Homenaje al pasado

El B-21 Raider recibe su nombre en honor a los “Doolittle Raids” de la Segunda Guerra Mundial. Se trata del grupo de 80 hombres encabezados por el teniente coronel James “Jimmy” Doolittle quienes en 16 bombarderos B-25 van desde el Pacífico hasta Japón en respuesta al ataque a Pearl Harbor.

Para los Estados Unidos y el mundo, dicha hazaña cambia el curso de la historia. En un mundo de creciente y nuevas amenazas, no es casualidad que se evoque al pasado en esta nueva aeronave en una evidente señal a sus adversarios.

El B-21 es el primer bombardero construido por Estados Unidos en los últimos 30 años. Su antecesor, el B-2 “Spirit” es un avión que marca varios hitos y récords en la aviación, por lo que las expectativas y desafíos del nuevo bombardero aumentan de manera significativa.

Fotografía de portada – USAF

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