A.L.T.A. y su desafiante incursión en la aviación regional de Chile

La aviación regional en Chile siempre ha sido un desafío para las líneas aéreas locales y extranjeras. A lo largo de la historia, distintos emprendimientos aeronáuticos intentan abordar este segmento y romper la dependencia de Santiago para conectar las regiones. Sin embargo, la falta de polos de desarrollo y aeronaves poco adecuadas llevan a muchas empresas al fracaso.

En la década de 1990, nace Asociados Latinoamericanos de Transporte Aéreo (A.L.T.A.) con una propuesta innovadora de conectar Chile. Con aviones Beechcraft 1900C con capacidad para 19 pasajeros alquilados a Raytheon, buscan unir distintas ciudades del Norte, centro y sur del país.

Sin duda, uno de los reflejos de esa aviación regional son los vuelos desde Viña del Mar. A.L.T.A. y LADECO son dos compañías que incursionan efímeramente en los vuelos desde la llamada “Ciudad Jardín”.

El modelo de A.L.T.A. para desarrollar la aviación regional en Chile es el pasajero corporativo. La razón es el único capaz de pagar los precios de los pasajes que se deben ofrecer con aviones de pocos asientos. Para ser atractiva la propuesta, ofrecen varias salidas al día permitiendo a los viajeros ir y volver en la misma jornada.

La idea es innovadora para la época, pero para un mercado aéreo doméstico muy pequeño reservado para sólo quienes tienen altos ingresos. Además de los vuelos de pasajeros, también desarrollan un servicio de aviación regional para la carga. De esta manera, pretendían mantener un alto uso de las aeronaves.

Las operaciones de A.L.T.A. se dividen en dos zonas de Chile. La primera atiende toda la zona Norte incluyendo las ciudades de Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Copiapó, La Serena y Viña del Mar. El sector va desde Santiago a Chillán, Concepción, Los Ángeles, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Balmaceda, Puerto Natales y Punta Arenas.

En Santiago, la diferencia con la competencia de LAN Chile y LADECO es salir del aeropuerto de Los Cerrillos. Los pasajeros tenían la ventaja de viajar desde el centro de la ciudad y evitar el lejano traslado de la época hasta el aeropuerto Arturo Merino Benítez.

Despegue lento

La propuesta de desarrollar una aviación regional en Chile por parte de A.L.T.A. es muy ambiciosa. Suponiendo una gran cantidad de pasajeros y alto número de frecuencias, una de las metas es conseguir hasta 100 vuelos diarios en toda su red.

Para muchos, el objetivo es inalcanzable considerando la realidad del país y el escaso tráfico doméstico. Además, se agrega la competencia de la época dominada por LAN Chile, LADECO y National Airlines que utilizan aviones de mayor capacidad con costos más bajos que los B1900C.

De acuerdo con los registros, los vuelos regulares comienzan en septiembre de 1995. Al cierre del primer año, la expansión de la red alcanza a los 16 destinos, cifra similar a la cantidad de ciudades que atienden hoy las compañías aéreas chilenas.

Declive

Al cierre del primer año, la aviación regional tiene una escasa participación en el transporte de pasajeros. Tanto como el número de personas transportadas como las finanzas no cierran lo que obliga a cambiar la estrategia.

En 1996, comienza a operar en conjunto con la compañía Aerochaco en Argentina en un intento por diversificar operaciones y sumar más pasajeros a la red. La propuesta considera ahora una integración de rutas regionales entre Argentina y Chile, además de operaciones domésticas en cada país.

Sin embargo, los resultados tampoco son los esperados. Como resultado, la empresa no logra revertir los números rojos. Ante la situación, comienza a devolver algunos aviones, mientras que otros quedan requisados por falta de pagos.

A.L.T.A. llega a tener 12 B1900C en su flota. Sus operaciones finalizan en 1998 siendo uno de los últimos intentos de aviación regional en Chile.

Sólo en 2011 y hasta octubre de 2013, Aerocardal intenta retomar algunos vuelos de estas características desde la capital con equipos Dornier Do328. Sin embargo, la falta de un tráfico rentable pone término a esa exploración.

Actualmente, la aviación regional en Chile está conformada por Aerovías DAP con base en Punta Arenas y las compañías aéreas que atienden los territorios insulares desde Puerto Montt. Su mantención en el tiempo responde al negocio de nicho que desarrolla y a la diversificación de su estrategia comercial en distintos sectores productivos entre los que están vuelos regulares, chárter, servicio de helicópteros, vuelos para la minería, etc.

Fotografías – Claudio Cáceres Godoy

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