Después de varios meses de retraso, producto de plazos incumplidos y pruebas operacionales rechazas, la terminal 2 del aeropuerto de Santiago, finalmente abrirá sus puertas en próximo 28 de febrero. Su funcionamiento comienza al término de la temporada alta y en medio de cuestionamientos por el deterioro de la calidad de los servicios en el aeropuerto con “cuellos de botella” en el procesamiento de pasajeros y faltas a la limpieza de las instalaciones.
De acuerdo con información de prensa, la inauguración de la terminal 2 se realizará el 26 de febrero, para comenzar la puesta en servicio el 28 de ese mes. Será una de las últimas obras que inaugure la administración de Sebastián Piñera, en un periodo no exento de cuestionamientos por los conflictos entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la concesionaria Nuevo Pudahuel, que incluyen multas a la concesionaria y la ausencia de ayudas a la aviación.
Inicialmente, la apertura de la terminal 2 se fija para el 08 de septiembre, pero las diferencias con el MOP y las pruebas operacionales de verificación y habilitación de los procesos (ORAT, por sus siglas en inglés retrasan la apertura). Dicha fecha se suma a otros retrasos anteriores, considerando que los planes iniciales establecen que la apertura de la nueva infraestructura debía ocurrir en julio 2020. En enero, Nuevo Pudahuel continúa realizando los ensayos necesarios hasta que sean verificados por la Inspección Fiscal y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Uno de los puntos más complejos es el sistema de gestión de equipajes (BHS).
El BHS es una de las “estrellas” de la T2. A diferencia del actual, posee un circuito completo de cintas que finalizan en ocho islas donde los pasajeros recogerán sus maletas. Todo el equipaje facturado será revisado por el control del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y Aduanas bajo el edificio de manera que el pasajero no tendrá que estar sometido a filas y revisiones a su llegada al país. Las revisiones a los pasajeros sólo procederán si hay alertas. Se espera que las mejoras permitan incrementar el procesamiento de equipaje pasando de 1.500 maletas hora a alrededor de 4.000 por hora.
Terminal 2
Con la apertura de la terminal 2, el aeropuerto de Santiago contará con más de 350.000 metros cuadrados (m2) y su capacidad permitirá procesar a más de 30 millones de pasajeros. Para construcción y funcionamiento dispone tecnología de última generación en todos sus sectores, que ya están incorporados en muchos aeropuertos de la región y el mundo.
El antiguo edificio pasará a ser conocida como la terminal 1 (T1) y contará con dos espigones (A y B) más una gran sala de embarque para atender sólo a los vuelos nacionales. El nuevo complejo corresponde a la T2 para vuelos internacionales.
La nueva terminal se compone de un edificio principal (procesador central) desde donde salen cuatro edificios menores o espigones (C, D, E y F) que albergan las salas de embarque. Debido a la drástica reducción del tráfico de pasajeros producto de las restricciones gubernamentales, sólo abrirán dos espigones. El procesador central dispone 96 de counters de check-in y 64 puestos de auto entrega y etiquetado de equipaje, más la habilitación de 176 módulos de chequeo de pasajeros.
Para la conectividad con la ciudad se disponen de 5.800 plazas de estacionamiento de vehículos, cifra superior a las 3.730 del ahora antiguo aeropuerto. Además, existirá un centro de transportes que cuenta con una terminal para 26 buses interurbanos. Debido a la reducción del tráfico de pasajeros internacional y de la capacidad por parte de las líneas aéreas, la T2 funcionará parcialmente con sólo dos espigones.
"Cuellos de botella" en el aeropuerto de Santiago
Uno de los aportes inmediatos de la T2 es la reducción de los “cuellos de botella” que se producen en la actual terminal. A la fecha, los puntos de mayor complejidad son el control sanitario del Ministerio de Salud y el filtro de seguridad AVSEC en el sector internacional y doméstico.
El control sanitario a la llegada internacional es uno de los puntos más cuestionados. Primero, por la burocracia del Estado de Chile y la redundancia de las medidas impuestas con la revisión de documentos y toma adicional de muestras PCR a todos los pasajeros. En segundo lugar, los excesivos tiempos de espera de hasta 4 horas a ciertas horas día. La falta de gestión de las autoridades de gobierno, de aeronáutica y del aeropuerto son inaceptables para un país y una terminal que dice ser de clase mundial.
Otro “cuello de botella” importante son los filtros de seguridad que generan aglomeraciones. La razón está en falta de máquinas de revisión de equipajes ya que la mitad de los equipos son llevados a la T2. De los dos filtros de seguridad existentes, el más complejo por la cantidad de personas que se procesa es el doméstico. En el sector internacional, las afecciones ocurren en horas punta. Con más puestos para control de migraciones y revisión de seguridad (AVSEC), los tiempos de espera en fila se espera que los tiempos de espera en fila se reduzcan. Lo anterior, siempre y cuando, los organismos públicos colaboren al dotar de personal suficiente para el flujo de pasajeros y en los horarios que correspondan.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano