Tras siete años de atender el mercado doméstico chileno con vuelos chárter dedicados al transporte de la gran minería, ONE Airlines, informa el cierre de la empresa. En una carta dirigida a los trabajadores, Claudio Fischer, presidente del directorio, informa la “difícil decisión de cerrar la empresa” debido a la crítica situación financiera por la que atraviesa determinada por la contingencia sanitaria y de mercado en el país.
El cierre de ONE Airlines es el primero de una línea aérea en Chile como consecuencia directa de la crisis económica que impone el COVID-19 y de las restricciones impuestas unilateralmente por el Gobierno, pese a que la compañía estaba prácticamente dedicada al transporte de trabajadores de la gran minería del cobre. Además de las restricciones, en la misiva, Fischer menciona la realización de vuelos chárter por parte de la competencia que limita la capacidad y las oportunidades de la empresa para salir adelante pese al escenario actual.
El directivo dedica una mención especial a la falta de acceso a las medidas de apoyo a las empresas desde el Gobierno, dejando entre ver su disconformidad con un supuesto trato preferencial que se estaría dando hacia LATAM, al ser mencionada ante un eventual rescate o ayuda.
“Es lamentable, asimismo, que se nos ha negado el acceso a medidas de apoyo a empresas, mientras para las grandes aerolíneas se han anunciado distintas opciones de ayuda del Estado”, sentencia Claudio Fischer. “En este oscuro escenario y no teniendo más alternativas, nuestro directorio responsablemente tomó la decisión de cerrar la compañía”.
Por el momento, se desconoce si la reducción de las faenas mineras anunciadas para la zona de Calama haya sido determinante del cierre de la empresa. Independiente de ello, el cierre de ONE Airlines refleja el momento altamente complejo que enfrenta la aviación chilena con un país cuyas autoridades y población no logran contener la pandemia del COVID-19, pese a la imposición de tres meses de confinamiento y medidas restrictivas. Frente a esta realidad, cobra también relevancia el retraso de ayudas económicas de parte del Gobierno para la industria aérea como para otros sectores productivos del país.
A principios de junio, el Gobierno de Chile define ciertos criterios para ayudar a las líneas aéreas tras reconocer la importancia que tiene la aviación para el país al movilizar 1,9 millones de pasajeros por mes en las 50 rutas domésticas y 180 internacionales, y transportar mensualmente alrededor de 3.000 toneladas de carga de exportaciones e importaciones. En ese contexto, reconoce también un valor agregado de la aviación en la economía nacional. Sin embargo, en la propuesta resalta la mención específica a LATAM y el modelo adoptado por Alemania para ayudar a Lufthansa como mecanismo para atender las necesidades de la principal línea aérea chilena, generando preocupaciones y críticas en el sector. Hasta la fecha no se conocen medidas de apoyo concretas desde el Estado.
Desde el inicio de la crisis, la industria aérea señala que cualquier ayuda gubernamental debe ser transversal para todos los actores del mercado. Entre los criterios que deben ser considerados son la transparencia y la igualdad para todos los operadores, sin existir cualquier tipo de favoritismos.
Por su carácter de empresa de nicho, ONE Airlines es uno de los pequeños operadores aéreos del país. Pese a su rol limitado, su importancia es estratégica por ser la única línea aérea chárter de Chile y estar dedicada casi exclusivamente al transporte de trabajadores de la gran minería. Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), su participación de mercado alcanza al 0,2% a marzo, su último mes de operaciones en el que moviliza a 2.126 pasajeros. Como consecuencia de las medidas impuestas, en abril y mayo no registra operaciones.
ONE Airlines inicia operaciones el 28 de febrero 2013 con vuelos semanales en las rutas Santiago – Antofagasta – Santiago y Concepción – Antofagasta – Santiago. En sus primeros servicios, llega a tener dos vuelos por día para el transporte de los trabajadores del Sindicato Nacional de Montaje Industrial (SINAMI) según sus necesidades (turnos). En el primer año, las operaciones se realizan con dos Boeing 737-400 con capacidad para 168 pasajeros alquilados en régimen de wet lease a Xtra Airways. Tras su devolución en 2014, adquiere un B737-300 (ex PAL Airlines) con una oferta de 148 asientos, ejemplar que complementa con un modelo similar en 2019.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano