La emergencia del vuelo de Singapore Airlines SQ321 nuevamente pone en relevancia la importancia del cumplimiento de las normas de seguridad a bordo. El martes 21 de mayo, un Boeing 777-300ER (registro 9V-SWN) asignado a ese vuelo se ve afectado por una fuerte turbulencia. El incidente deja a 79 pasajeros y seis miembros de la tripulación en el hospital más un viajero fallecido.
El suceso ocurre a 210 millas náuticas de Bangkok mientras el avión se dirige a Singapur. La aeronave se encuentra a 37.000 pies (FL370) próximo a iniciar su descenso controlado cuando desciende bruscamente 6.000 pies por una turbulencia severa. Como resultado, varios pasajeros son arrojados contra el techo de la aeronave mientras se desprenden mamparas y “vuelan por la cabina” todo tipo de objetos sueltos.
Tras la emergencia en vuelo, la tripulación del vuelo de Singapore Airlines se desvía a Bangkok. En el aeropuerto, los pasajeros y la tripulación reciben la atención de los servicios correspondientes. Con el transcurso de las horas, se conoce que el pasajero que fallece lo hace por un paro cardíaco mientras el vuelo está en aproximación a su aeropuerto alterno.
En tierra, la aeronave queda con varios destrozos en la cabina. Varios objetos del avión, así como el equipaje quedan regados por la cabina, mientras varias mamparas destrozadas. Las imágenes muestran incluso la salida de las mascarillas de oxígeno.
La turbulencia forma parte inherente del viaje en avión y por lo tanto también es forma un aspecto a considerar en la seguridad de este. Las líneas aéreas suelen programar sus vuelos por las rutas más adecuadas y a bordo los instrumentos del avión alertan de zonas “complejas” por meteorología. La información permanente permite a las tripulaciones tomar decisiones oportunidad como avisar el uso del cinturón de seguridad.
La emergencia del vuelo de Singapore Airlines del 21 de mayo se une a otros hechos recientes de vuelos afectados por una turbulencia. En Chile, por ejemplo, está un suceso con un vuelo de SKY en ruta a Balmaceda. Asimismo, el descenso brusco recuerda el incidente de LATAM de marzo en Nueva Zelanda, aunque investigaciones preliminares descartan el factor meteorológico.
Importancia de cumplir las normas
Para muchas tripulaciones de vuelo y a nivel de industria, la emergencia del vuelo de Singapore Airlines es un recordatorio de la importancia las normas cuando se viaja. Las más sencillas son seguir las indicaciones de las tripulaciones y usar el cinturón de seguridad.
Al momento de ocurrir el incidente, muchos pasajeros están sin cinturón de seguridad. El vuelo está en fase de crucero sin un fuerte movimiento. Probablemente, con la señal apagada de uso de cinturones, la mayoría de quienes están a bordo no ven la necesidad de utilizarlo.
"De repente el avión empezó a inclinarse y hubo temblores”, dice Dzafran Azmir, de 28 años a SkyNews. “Hubo una caída muy dramática, por lo que todos los que estaban sentados y sin cinturón de seguridad fueron lanzados inmediatamente hacia el techo”.
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (ALPA) en Norteamérica señala a Reuters la importancia de acatar la normativa. “La forma más segura para que los pasajeros se protejan es asegurándose que sus cinturones de seguridad estén siempre aprovechados”.
El mensaje para los pasajeros parece ser unánime: usar el cinturón de seguridad. En ese sentido, el indicador (luz y timbre) actúa como una alerta ante un posible mayor riesgo, por lo que sería contraproducente mantenerlo todo el rato encendido.
¿Qué son las turbulencias?
En meteorología, el término turbulencia se refiere al movimiento desordenado, no lineal o constante de las masas de aire. Las moléculas presentes en la atmósfera en vez de seguir movimientos paralelos tienen trayectorias ondulatorias y forman torbellinos.
Hay tres principales tipos de turbulencia basadas en su origen: térmica, mecánica y de cizalladura. La turbulencia térmica o convectiva se refiere al movimiento vertical (ascenso) de las masas de aire cálidas que se elevan a través del aire frío. La turbulencia mecánica corresponde a la interrupción del flujo de aire (inicialmente lineal) por relieve o estructuras sobre la superficie terrestre. Finalmente, la de cizalladura corresponde al encuentro de dos masas de aire que tienen distinta dirección y/o velocidad de flujo, también conocida como turbulencia de aire claro.
Al encontrar turbulencia en vuelo genera movimientos impredecibles. El hecho que una aeronave encuentre turbulencia durante la ruta es completamente normal. Pese a lo severa que pueden llegar a ser, las turbulencias no derriban aviones ya que estos están preparados para enfrentar condiciones extremas en cada fase del vuelo.
Las tripulaciones se preparan para escenarios con meteorología adversa. En fase de crucero, los aviones cuentan con radar meteorológico que brindan información a la tripulación al mando (pilotos). Además, esta puede consultar al controlador de tránsito aéreo de las condiciones con reportes de otras aeronaves en ruta por una determinada zona. Durante la aproximación, si las condiciones son adversas o se produce una turbulencia inesperada, el piloto puede frustrar el aterrizaje y realizar un nuevo intento o proceder al aeropuerto alternativa.
Si bien suelen hacer noticia en los medios, las lesiones de pasajeros ocasionadas por las turbulencias son extremadamente poco probables. Día a día son miles de vuelos que operan con total seguridad y una muy baja tasa de incidentes está estrictamente asociados a una turbulencia moderada o severa.
Todavía no está determinado que tipo de turbulencia genera la emergencia del vuelo de Singapore Airlines SQ321 el 21 de mayo. Tanto la línea aérea como la industria esperan el informe final que entregue la investigación correspondiente.
Fotografía portada - Reuters (cuenta X)