El mantenimiento del único Boeing 767-300ER de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) vuelve a poner en evidencia la falta de aviones de transporte de Chile. Los viajes presidenciales, imprevistas misiones humanitarias y otras necesidades del Estado que puedan surgir complican la capacidad aerotransportada del país.
En 2008, Chile adquiere el Boeing 767-300ER (registro 985) para necesidades de transporte de la FACh. La compra se realiza después de un largo debate de las autoridades ante la necesidad de contar con un avión presidencial para realizar vuelos de larga distancia. Esto, como consecuencia del poco alcance del B737-500 comprado para este fin en 1997.
Inicialmente, serían dos aviones que se comprarían. Sin embargo, la decisión de las autoridades de la época determina la compra de sólo uno. El avión escogido es adecuado por sus características compatibles con las capacidades técnicas-operativas presentes en Chile. El B767 es una familia de aeronaves conocida con la operación que tiene LAN (hoy LATAM) en ese avión y por el conocimiento de la FACh en material Boeing.
Una aeronave con bastante uso
El 985 es la única aeronave de transporte de personas de mayor capacidad que tiene Chile. Se utiliza como avión de transporte del personal FACh, avión presidencial y para vuelos humanitarios o necesidades especiales. Entre estas últimas está la deportación de personas o transporte de carga, como cuando en 2020 trae 500 ventiladores mecánicos desde China para reforzar la red de salud durante el COVID-19.
El B767-300ER es una aeronave con una reconocida versatilidad y alcance. Por lo tanto, es una aeronave de transporte estratégico para un país como Chile, cuya ubicación geográfica demanda aviones de largo alcance.
El 985 es un equipo fabricado para las líneas aéreas. Fabricado por Boeing a fines de 1992, con primer vuelo en 1993, es utilizado por varias líneas aéreas con una extensa operación. Tras su alquilar a GPA, Aeroflot es su primer operador (1994-2000) para luego pasar a Trans World Airlines (TWA) (2000-2001), American Airlines (2001-2004) y Euro Atlantic (2005-2007). Bajo el arriendo que realiza esta última empresa, los registros muestran que opera para Southern Winds e Air India, antes de pasar la FACh.
Actualmente, la aeronave cuenta con 30,8 años y su extensa operación indica que también cuenta con varios ciclos. Como consecuencia, la aeronave debe ser sometida a mantenimientos programados con mayor frecuencia y también está sujeta a una mayor probabilidad de fallas. Incluso, fuentes cercanas a la institución sugieren que nunca se le ha podido sacar provecho a las capacidades operativas de la aeronave.
Ausencia actual
La falta de disponibilidad del B767-300ER de la FACh responde al mantenimiento de la aeronave. Según consigna La Tercera está en mantenimiento porque agota sus horas de vuelo durante las emergencias naturales que azotan a Chile en enero. Sin embargo, otras versiones indican que una falla de la aeronave la deja fuera de servicio por tiempo indefinido. Actualmente, el 985 está estacionado en el aeropuerto de Atlanta.
Como consecuencia, los viajes del Presidente Gabriel Boric a los Estados Unidos se realiza en el B737-500. Para su próximo viaje a China, también se utilizará esta aeronave con una ruta que contempla seis escalas y una mayor logística para llevar a la comitiva.
Su ausencia también obliga a recurrir a equipos alternativos para misiones humanitarias. En este caso, el traslado a chilenos que viven en Israel y Palestina, tras el conflicto que estalla con la incursión de Hamas en territorios israelíes.
Pocas aeronaves
Chile tiene actualmente pocas aeronaves de transporte de pasajeros. La ausencia del B767-300ER pone nuevamente en evidencia la falta de planificación del Estado de Chile.
Sin contar con el avión presidencial (B737-500), Chile cuenta con sólo dos aviones para el transporte de pasajeros: el B737-300C registro 922 (ex Lufthansa) y el B767-300ER. Sólo la ausencia de una aeronave complica la capacidad de transporte de Chile.
El vuelo humanitario a Israel, a cargo del Boeing B737-300 demanda seis escalas y puede transportar un máximo de 109 pasajeros. Por la reducida capacidad, no se descarta que realice dos o tres viajes adicionales.
Si se registra otra emergencia en Chile o una necesidad de Estado imprevista en la actualidad, el país no cuenta con otras aeronaves de transporte. En caso extremo, se podrían utilizar los dos KC-135 para transportar pasajeros o los Lockheed C-130 Hercules. En ambos casos, son aeronaves tanqueras o de carga más que de transportes de personas. La FACh no tiene capacidad para instalar asientos en los tanqueros.
Falta de planificación del Estado
La falta de aeronaves de transporte de Chile no es un problema de la FACh, pese a ser su operador. Como en distintos asuntos muestra una falta de planificación del Estado de Chile y la falta de decisión de las autoridades chilenas en invertir en aviones de transporte.
El motivo no guarda relación con los recursos. Prácticamente, se infiere con evitar asumir los costos políticos ante la población para justificar compras que son necesarias para el funcionamiento del Estado. Por tal motivo, las adquisiciones son una especie de “a medida de lo posible”, no se adquieren los equipos más adecuados o en el número que se anuncian inicialmente.
A pesar de que su operación está a cargo de las Fuerzas Armadas, las aeronaves de transporte no necesariamente tienen un fin estrictamente militar, especialmente en América Latina. Las últimas misiones demuestran que son utilizadas para fines de protección y ayuda a la población civil. Incluso en países con intervención directa en conflictos, también se utilizan para fines humanitarios.
El problema que presenta Chile no es único. Forma parte de la realidad que tienen muchos países latinoamericanos con una pendiente necesidad de renovar su material aéreo. Argentina, por ejemplo, carece de aviones de transporte y al igual que su vecino, recurre aviones similares para este tipo de misiones. Quizás la única excepción es Brasil con la reciente adquisición de los Airbus A330 MRTT.
Fotografía portada – Simón Blaise