Venezuela vive un nuevo, pero lento, despertar de su conectividad aérea internacional

La llegada de TAP Portugal a Caracas el 21 de abril marca quizás un esperado punto para la aviación venezolana. Después de ser una de las más prósperas de la región, con una línea aérea de clase mundial -hoy desaparecida- como Viasa, hoy está sumida en una profunda crisis como consecuencia directa de la situación política del país. Si bien la situación no ha cambia drásticamente, la aviación vive un lento despertar.

TAP Portugal es una de las líneas aéreas que se van de Venezuela, pero están retornando. A esta se suma Air Europa, Copa Airlines, Plus Ultra, entre otras. Se suma también la estatal Conviasa que desde 2021 está incrementando operaciones en América con la adquisición de aviones adicionales como los Airbus A340-600 ex Mahan Air y Avior Air que apuesta por el mercado caribeño.

Después de disponer de una gran conectividad, Venezuela comienza a perderla, primero con una reducción de cantidad de asientos (ASK, por siglas en inglés), tanto en frecuencias como en tipo de aeronave. Posteriormente, está la salida del mercado. Comienza con la salida de Air Canada, siguiendo después Aeroméxico, Aerolíneas Argentinas, Air Europa, Air France, Alitalia, Avianca, Copa Airlines, GOL, LATAM, Lufthansa y TAME (hoy desaparecida), como otras. En 2019, el gobierno de los Estados Unidos impone bloqueo a Venezuela y obliga a sus líneas aéreas a cortar los vuelos con ese país, forzando la salida de American Airlines, Delta y United.

La pérdida de capacidad está directamente relacionada con la retención de los ingresos obtenidos por las líneas aéreas de la venta de boletos en el país y los estrictos controles de cambio, sumado a la diferencia de interpretación entre lo que alegan las compañías aéreas y la versión oficial del Gobierno. En 2014, más de US$3,7 mil millones de dineros quedan atrapados en Venezuela. Además, las líneas aéreas deben esperar hasta 12 meses para la repatriación de los fondos en precio en dólares (US$) y no en un bolívar totalmente devaluado.

Hoy, la situación es mucho más favorable. La retención de los dineros no está en carpeta. También se suma la flexibilización en la política cambiaria permitiendo que las líneas aéreas no necesiten enviar sus ingresos al Banco Central para recuperarlos en dólares. Este punto hace que el país vuelva a estar presente en el radar.

Los cambios políticos internacionales también juegan a favor. Con las sanciones a Rusia por parte de los países miembros o ligados a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los Estados Unidos vuelve a acercar a Venezuela abriendo la posibilidad de levantar sanciones, entre ellas el bloqueo aéreo. Si esto ocurre, las líneas aéreas estadounidenses debieran volver rápidamente a Caracas o a otras ciudades venezolanas ya que tienen una capacidad inmediata para hacerlo.

También se suma las gestiones del gobierno de Maduro para asegurar el retorno de las líneas aéreas. Durante este año, las autoridades del Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC) se reúnen con 10 empresas aéreas para conversar de un posible retorno a Venezuela. Entre las contactadas están Aerolíneas Argentinas, Avianca, Air France, Iberia y GOL, por mencionar algunas.

En algunos casos, la situación política también puede ayudar. Un escenario posible es la llegada al poder de la izquierda en Colombia que podría propiciar a un levantamiento de las restricciones de vuelo que ese país tiene con Caracas, favoreciendo la recuperación y el aumento de frecuencias. Con Argentina, los acercamientos políticos pueden ser favorable para el retorno de Aerolíneas Argentinas.

En el caso de Chile, la Junta de Aeronáutica Civil (JAC) del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones firma un Memorándum de Entendimiento con el INAC para ampliar los servicios aéreos existentes. La instancia forma parte de las acciones que llevan tanto la República Bolivariana para recuperar la conectividad perdida en los últimos años, como Chile, en el marco de su política aeronáutica de cielos abiertos. Actualmente, sólo Conviasa opera en Santiago con un vuelo semanal en equipos A340.

El retorno de las líneas aéreas internacionales a Venezuela no implica que la crisis que vive ese país esté superada. Por el contrario, la situación continúa siendo altamente compleja. No obstante, en materia de aviación el escenario pareciera girar hacia algo más favorable, aunque seguirá dependiendo de la evolución del régimen y cómo este maneje las relaciones internacionales.

Para la aviación, Venezuela es un gran mercado que está hoy desatendido. Recuperar la conectividad internacional del país es una prioridad para los venezolanos como para los millones que están en el extranjero y que buscan mantener los vínculos con el país. Se trata de un mercado V.F.R. (Visit Friends & Relatives) importante que, sin duda, está a la cabeza de la lista de espera cuando se retomen los vuelos.

Fotografía portada – Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolivar

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