Después de dos años de suspensión, Chile, Australia y Nueva Zelanda recuperarán la conectividad perdida por los cierres de fronteras impuestos por los Gobiernos de los tres países. A partir del 29 de marzo, LATAM se convierte en la primera línea aérea en reanudar la ruta, aunque también eventual definición de Qantas.
La reanudación de los vuelos está determinada por la apertura de fronteras por parte de Australia a partir del 21 de febrero para todas las personas completamente vacunadas. También considera la apertura gradual establecida por Nueva Zelanda, pero este país confirma que sólo a partir de octubre normalizará los ingresos. En ese contexto, las restricciones que Chile mantiene continúan siendo una limitante para reactivar por la excesiva burocracia y lo confusas de las medidas.
Desde hace algunas semanas, se viene especulando de un retorno de operaciones en una de las rutas vitales para la conectividad de Chile y de Sudamérica. En ese periodo, tanto LATAM como Qantas efectúan algunos ensayos en los sistemas de reserva con posibles fechas para reanudar los servicios.
La primera confirmación la entrega LATAM, al confirmar una operación inicial con tres frecuencias semanales. Considerando la máxima configuración de los Boeing 787-9 (313 asientos en la distribución anterior de cabina que disponen la mayoría de estos aviones) se dispondrá de una oferta de 1.878 asientos en compartidos en la ruta Santiago – Auckland – Sydney.
La capacidad entre Chile y Australia estará al menos en un 30% de lo ofrecido en 2019, mientras que en el caso de la oferta entre Chile y Nueva Zelanda estará al 42%, considerando sólo la línea aérea chilena. Cabe recordar que LATAM llega a disponer la mayor parte de ese año un vuelo diario Santiago – Auckland – Sydney con el cual llega a ofrecer 4.382 asientos, más otras tres frecuencias por semana Santiago – Melbourne totalizando 6.260 asientos. Incluso en ciertos periodos se puede considerar una mayor cantidad de plazas para atender una alta demanda reflejado en los anuncios de vuelos sin escalas Santiago – Sydney, separados de la ruta original vía Auckland.
La oferta dispuesta para este período se compara con la colocada en 2000 – 2001 cuando LAN Chile comienza a volar regularmente a Australia y Nueva Zelanda con sus Airbus A340-300. Por lo tanto, la reanudación de vuelos representa un retroceso de más de 20 años en conectividad.
La apertura de las fronteras por parte de Australia y Nueva Zelanda es fundamental para impulsar la reanudación de la ruta altamente demandada, lo que confirma la tesis de la industria de la aviación de que es posible ver una reactivación más rápida de lo esperado si se levantan las medidas restrictivas. Entre los factores que impulsan la recuperación de la ruta son una demanda en ambos sentidos tanto del tipo V.F.R. (Visit Friends & Relatives) como corporativo, oferta de conexiones y la posibilidad de cooperación entre los operadores para generar sinergias.
Hasta la fecha, los cierres de fronteras y otras disposiciones gubernamentales son obstáculos para la retomar la conectividad global, asunto que lentamente es considerado por los Gobiernos, a medida que se dan cuenta que los cierres de los países y las cuarentenas no demuestran ser efectivos para contener el virus. La aviación lamenta que tenga que pasar casi dos años para poner término a políticas que no tienen justificación, especialmente científica.
Por su parte, Qantas suspende la operación a Santiago desde el cierre de las fronteras en marzo 2020. La compañía elimina la capital chilena de su red de destinos, junto con Nueva York (JFK) y Osaka, como parte de la reestructuración de la red internacional. Con la apertura inicial de las fronteras australianas, la compañía evalúa otras opciones de destinos como los vuelos a Nueva Delhi y Roma (FCO) lo que la obliga a utilizar la flota B787-9, avión previamente asignado a la ruta a Santiago.
Con escenarios altamente volátiles, no todo se descarta en las estrategias comerciales y planificación de rutas en las líneas aéreas. En ese sentido, un retorno a Santiago no se descarta en los próximos meses, considerando ensayos en los GDS realizado por la propia compañía, así como la ampliación de la capacidad. Qantas tiene considerado sumar tres nuevos B787-9 a partir de mediados de año.
Fotografía portada – Simón Blaise