Una serie de ajustes operacionales e internos en Aerolíneas Argentinas le anticipan meses turbulentos. La empresa está tomando una serie de medidas para ser más eficiente, productiva y alcanzar la rentabilidad. Sin embargo, la política y los gremios aeronáuticos pueden arriesgar la paz social de años y poner en riesgo los logros alcanzados.
“Habrá que tomar decisiones difíciles”, es el mensaje de Fabián Lombardo, CEO de Aerolíneas Argentinas. A pesar de las cifras más favorables alcanzadas por la administración anterior, la compañía aérea de bandera argentina todavía no resuelve los problemas económicos estructurales.
En medio de los ajustes en el sector público decretado por el Presidente Javier Milei, el objetivo de la gestión es aumentar la productividad, eficiencia y la rentabilidad de Aerolíneas Argentinas. Para ello, se está optimizando la red y flota con recortes de servicios poco rentables para trasladar esa capacidad a destinos más rentables. Sin embargo, los ajustes generan un impacto en términos de empleo que ya se anticipa.
“Cada centavo que se aporta desde el Estado para que Aerolíneas subsista tiene que ser y va a ser cuestionado”.
A fines de 2023, el término de la gestión anterior proyecta una Aerolíneas Argentinas con ganancias por US$32 millones, siendo la mejor cifra bajo la gestión estatal. A través de un comunicado asegura que alcanza un equilibrio financiero por primera vez desde 2008.
Si bien parte importante de los logros responde a las eficiencias operacionales y prácticas comerciales, además de la modernización de la flota, también deriva de la recaudación de un fideicomiso por US$100 millones a través del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). A lo anterior, se agrega la paz social construida con los gremios bajo una “alineación ideológica” con el gobierno anterior y una administración que basa su gestión en el rol “aerolínea pública” de la empresa.
Los ajustes ya están en marcha en Aerolíneas Argentinas. En las últimas semanas, se conocen recortes de rutas y un plan de retiro voluntarios de empleados. Se espera que en los próximos meses se conozcan nuevas medidas en este ámbito. Paralelamente, queda en incertidumbre inversiones anunciadas por la administración anterior en lo que respecta a la renovación de flota, por ejemplo, el Memorándum de Entendimiento (MOU) con Embraer por el E195-E2. Hasta el momento, no hay novedades al respecto.
Más recortes de rutas
Con diversos ajustes Aerolíneas Argentinas está reduciendo una serie de rutas domésticas e internacionales. La intención apuesta por trabajar en una red más eficiente y donde existen mayores oportunidades de retorno de la inversión mejorando la perspectiva de la empresa.
A la eliminación de la ruta a La Habana, se agrega el anuncio del fin del servicio a Nueva York (JFK), el término de los vuelos a Reconquista y otros recortes en las “rutas federales”, como Córdoba – Trelew y Córdoba – San Juan.
El nuevo plan considera un recorte del 18% de la capacidad doméstica (ASK) y regional. Si bien no se conocen mayores detalles, los ajustes podrían estar enfocados en los vuelos internos y tramos internacionales fuera de la capital y que tienen a Brasil como principal destino. De esta manera, Aerolíneas Argentinas podría concentrar capacidad en el hub de Buenos Aires (AEP) donde tiene mayores oportunidades.
A pesar de la mayor descentralización, Argentina comparte con Chile y con el Perú una concentración de mercado en su capital. Buenos Aires es el centro económico, político y demográfico del país y la principal fuente de generación de tráfico.
La reducción de servicios en algunas rutas se traducirá en una focalización a los destinos más rentables o con mayor potencial de demanda. “Esto resulta en una importante reducción de costos y en un aumento de eficiencia de la flota”, dicen en la empresa, según consigna La Nación. “Aún con esta reducción en la oferta de asientos, hasta ahora, el volumen de pasajeros se mantuvo en niveles similares a los del año pasado”.
Salida de personal
Mientras la generación de rutas y más vuelos se traduce en más empleos, una contracción de estos anticipa pérdidas en este ámbito. Con retiros voluntarios, se espera que Aerolíneas Argentina elimine gradualmente puestos de trabajo. Los recortes podrían impactar en un 30% de la dotación de la compañía conformada por alrededor de 11.600 trabajadores.
En paralelo, trascienden algunas decisiones drásticas, pero que guardan relación con la generación de mayor eficiencia y productividad. Por ejemplo, está la reducción al mínimo del personal en Miami. Se trata de un destinos a donde la línea aérea estatal aumentará capacidad. De las 20 personas que trabajan en esa estación, sólo quedan tres en la división comercial y dos administrativos.
Se espera que en otros destinos internacionales ocurra lo mismo. Aerolíneas Argentinas cuenta con 288 personas en distintos puestos fuera de Argentina.
Primeras reuniones con gremios
Para avanzar en las decisiones y evitar conflictos, Aerolíneas Argentinas comienza rondas con los sectores más duros de la empresa: los gremios aeronáuticos. El jueves 25 de abril comienzan las rondas con los directivos de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Personal Superior Aeronáutico (UPSA)
Este jueves comenzó una ronda de encuentros de la dirección de Aerolíneas Argentinas y los gremios. El objetivo es discutir puntos convencionales con la intención de bajos los costos laborales de la empresa. Un tema más que ríspido, pero que la empresa necesita para acercar los costos a los ingresos. Las primeras reuniones fueron con los directivos de APLA (pilotos) y la Unión de Personal Jerárquico (UPSA).
Hasta el momento, la reunión está en puntos convencionales asociado a sueldos y beneficios. Sin embargo, la política es la que domina. De acuerdo con Aviación News, Pablo Biró, secretario de APLA, simplemente se retira de la reunión tras conocer los puntos de la empresa.
Para los gremios aeronáuticos, las decisiones difíciles que está tomando Aerolíneas Argentinas no son aisladas. Acusan que se trata de un proceso asociado a una eventual privatización de la empresa para lo cual la están preparando para hacerla “comercialmente atractiva”. Hasta ahora, sólo trasciende que el gobierno de Milei cedería la línea aérea estatal a los empleados.
Los gremios aeronáuticos señalan que la reducción de rutas implica una pérdida de soberanía. Aseguran que tendrá un efecto concreto en el trabajo argentino y en la entrega de la aviación a empresas extranjeras. Ante este escenario, adelantan que seguirán defendiendo la línea aérea de bandera, por lo que no se descartan movilizaciones.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano