Avanzando hacia una aviación más sostenible, Chile cuenta con el primer radar del mundo alimentado en su totalidad con energía solar. Como se anticipa, el miércoles 24 de abril, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) junto al Ministerio de Defensa y la empresa francesa Thales habilitan esta moderna estación radar en el desierto de Atacama.
“Chile está en la vanguardia de la innovación”, destaca Wellington Rodrigues, director de Thales para el cono sur. Durante la inauguración de la estación radar, el ejecutivo resalta el hito que representa contar con una moderna instalación para mejorar la seguridad del tráfico aéreo.
La nueva estación radar de Chile está ubicada en pleno desierto de Atacama a 60 kilómetros al sureste de la ciudad de Calama. Completamente operativa, se conforma por un avanzado radar de vigilancia primario STAR NG y un radar de vigilancia secundario RSM Modo S. Combinados, aseguran una mejor gestión del tráfico aéreo.
El equipo resuelve la necesidad del Centro de Control de Iquique y del Centro de Control de Aproximación de Antofagasta. En consecuencia, hay una mejor una visualización de los tránsitos que operan en el aeropuerto El Loa de Calama como los que sobrevuelan el espacio aéreo. Una de las rutas aéreas más beneficiadas es el tráfico que sobrevuela la zona en dirección a Argentina.
“La implementación del radar del cerro Barros Arana, es un gran aporte a la seguridad de la navegación aérea”, destaca el director de la DGAC, general de Aviación Carlos Madina Díaz.
El nuevo radar forma parte de una política de Estado de invertir en infraestructura y equipamiento aeronáutico. De esta manera, el país avanza en disponer de la última tecnología al servicio de la seguridad aérea y del país.
El Ministerio de Defensa tiene un ambicioso plan de modernización de equipamientos para la aviación. La instalación de nuevos radares forma parte de este objetivo. Promete revolucionar la industria aérea y entregar una mayor eficiencia operativa a base de energía limpia. Durante la inauguración, el subsecretario las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein Silber, destaca el compromiso del Estado en la materia.
Inversión sostenible y pionera en el mundo
La instalación en Chile del primer radar del mundo alimentado con energía solar es un hito tecnológico como de sostenibilidad. La inversión no sólo vela por una mejor gestión del tránsito aéreo, sino que también por el cuidado del medioambiente, el patrimonio y la generación de empleo.
“Con este proyecto hemos generado al menos unos 30 puestos de trabajo directos y más de 300 indirectos entre los equipos de Thales en Brasil, Francia y Chile”, resalta Rodrigues. “Con los equipos de la DGAC podemos decir que se trató de un proyecto verdaderamente multi-fronterizo del más alto nivel técnico”.
Tanto la DGAC como Thales garantizan la preservación de los yacimientos arqueológicos de la zona donde está el radar. En el sitio, se puede observar lugares debidamente protegidos en medio de las instalaciones autorizados por los pueblos originarios. De esta manera se garantiza la compatibilidad entre tecnología y la memoria histórica.
Para la autoridad aeronáutica, esta innovación tecnológica sitúa a Chile a la vanguardia de las iniciativas sostenibles dentro de la industria de la aviación civil. La DGAC está comprometida con avanzar hacia una gestión más sostenible en todos los ámbitos que le competen.
El moderno radar solar de Chile con 340 paneles que alimentan de energía permanente de aproximadamente 960 KWh al día con una cobertura de superficie de 10.000 metros cuadrados (m2). Al año, permite ahorrar 60 toneladas de CO2.
Además de los paneles solares, el sistema incluye un uso eficiente de la energía a través de baterías y generadores de respaldo. De esta manera, el funcionamiento está garantizado las 24 horas del día durante los 365 días del año.
Thales en la aviación chilena
Thales es una empresa francesa con presencia mundial de amplia trayectoria en tecnologías de vigilancia aérea. A la fecha, cuenta con más de 1.100 radares desplegados en todo el mundo.
Con Chile, Thales mantiene una relación histórica. Presente en el país desde hace 55 años, es responsable de la gestión del tráfico aéreo. Provee la solución TOP SKY ATC C y del 75% de los radares que operan en el país.
Desde la empresa resaltan los vínculos históricos que se reafirman con esta nueva inversión. Con una colaboración permanente con la DGAC, se contribuye al desarrollo de una industria aeroespacial chilena y la gestión del espacio aéreo soberano.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano