Después de años de espera, la capital de Honduras tiene un nuevo aeropuerto. Se trata de la base aérea de Palmerola, que con nueva infraestructura se convierte en la terminal de pasajeros internacional de Tegucigalpa, reemplazando al histórico y emblemático aeropuerto de Toncontín emplazado en el centro de la ciudad.
Con una inversión de US$87 millones en un contrato de concesión a 30 años para el consorcio conformado por EMCO y Munich Airport, más una inversión pública por otros US$27 millones, la transformación del recinto de una base militar a una infraestructura de uso compartido se inicia hace seis años. En dicho periodo, la obra no está exenta de polémicas de diversa índole, incluyendo aquellos relacionados con la política.
El 12 de diciembre, un vuelo de Spirit inaugura la operación comercial. Durante la semana, distintas líneas aéreas como Aeroméxico, American Airlines, Copa Airlines, entre otras, están informando de los traslados desde el antiguo aeropuerto al nuevo.
El cambio supone un mayor tiempo de traslado desde y hacia Tegucigalpa, dado que hay que recorrer unos 70 kilómetros por carretera, pero los usuarios -tanto pasajeros como operadores aeronáuticos y no aeronáuticos, ganan una mejor infraestructura, seguridad en las operaciones aéreas y oportunidades de crecimiento en un aeropuerto con capacidad de crecimiento.
En Palmerola, la nueva terminal cuenta con 40.000 metros cuadrados (m2) con tres niveles. Posee siete posiciones de contacto (puentes de embarque) y seis posiciones remotas. En el área pública, están habilitados 40 mostradores de check-in, 17 puestos de auto check-in y 34 puestos de control para migraciones. La oferta comercial no aeronáutica está conformada por 45 locales comerciales y de comidas.
El aeropuerto también cuenta con un terminal de carga en construcción. Dispondrá de un área de 3.000 m2 con bodegas con cadena de frío para garantizar el correcto tratamiento de los productos que lleguen o salgan de Tegucigalpa por vía aérea.
El área de movimiento está conformada por una plataforma comercial con una superficie de 35.192 m2 que puede atender hasta 13 operaciones de manera simultánea. En comparación con Toncontín, es un avance muy significativo. La pista cuenta con 2.440 metros de largo y está totalmente reacondicionada para atender todo tipo de aeronaves, incluyendo cargueras de fuselaje ancho. Cuenta con sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS) que brinda mayor seguridad a las operaciones aéreas, especialmente bajo condiciones de meteorología adversa. A diferencia de Toncontín, la pista también puede ser ampliada a lo largo y ancho.
La capacidad anual de Palmerola es para atender menos de 2 millones de pasajeros. Si bien la cifra no es muy significativa respecto a cualquier otro aeropuerto regional de América Latina, si representa un crecimiento importante frente a los 290.000 que podía procesar Toncontín.
La zona comercial está emplazada en el sector norte del recinto aeronáutico. La mayoría de las instalaciones siguen estando ocupadas por la Base Aérea José Enrique Soto Cano, lugar donde los Estados Unidos tiene desplegado una Fuerza de Tarea Conjunta.
Fotografía portada - Palmerola International Airport