Vecinos de Pudahuel visitan FIDAE junto a LATAM y Delta

Buscando acercar la aviación a la comunidad, un grupo de vecinos de Pudahuel visita la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) en una acción conjunta realizada por LATAM y Delta. Aprovechando su acuerdo de negocio conjunto (JBA), las dos líneas aéreas organizan una jornada especial para los vecinos de la comuna aledaña al aeropuerto para descubrir la magia de volar.

La visita de los vecinos no pasa desapercibida, especialmente, para muchos de los seleccionados por la Ilustre Municipalidad de Pudahuel. A pesar de convivir con el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, muchos por primera vez tienen la oportunidad de estar a bordo de un avión.

Durante los días de FIDAE 2024, LATAM exhibe uno de sus últimos Boeing 787-9 (registro (CC-BGZ) que cuenta con los nuevos asientos para clase Economy. La aeronave es la que visitan los vecinos de Pudahuel en una rápida jornada cargada de emoción.

Juan José Toha, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de LATAM, explica a los vecinos los vínculos históricos que existen entre el aeropuerto de Santiago, la comuna de Pudahuel y LATAM. En esa línea, menciona el trabajo conjunto con la Municipalidad de Pudahuel para las comunidades, valor que comparten con su socia Delta. “Compartimos una visión de cómo queremos relacionarnos con el mundo”.

El alcalde de Pudahuel, Ítalo Bravo, destaca la relación fructífera con LATAM como una relación de vecino a vecinos. “Estamos siempre hablando de cómo LATAM se ha vinculado más allá de la Municipalidad. También hemos entendido como es la relación público-privada y cómo una empresa puede aportar al desarrollo de la comunidad”, expresa.

Tan cerca, tan lejos

Pese a que los vecinos de Pudahuel conviven a diario con el aeropuerto de Santiago, las operaciones de LATAM y también la FIDAE, muchos no conocen un avión. Incluso, algunos todavía no tienen su primer vuelo. Por este motivo, la visita al B787-9 les resulta tan impresionante.

Patricia es una de las vecinas seleccionadas. Pese a la “democratización de los cielos” de Chile, dice que apenas consigue volar poco. Tras ingresar a la cabina Premium Business se sorprende por la amplitud de los asientos y de la cabina, sin dejar de destacar las pantallas y cómo un asiento se transforma en cama.

“Es a otro nivel. Sólo he viajado a Antofagasta y Valdivia, así que para mí esto es una novedad. Tampoco había estado en la FIDAE. Es mi primera vez en esto y también en un avión grande porque siempre he viajado en aviones chicos”.

María es otra mujer protagonista del evento. A diferencia de su vecina, nunca ha pisado un avión y menos ha volado. Desde los motores, la escalera hasta la cabina, todo es una gran sorpresa.

“Nunca había estado arriba de un avión, es precioso. Tengo una sobrina que vive en Australia y me dice que viaje. Ahora con esto se lo que es un avión”, cuenta.

La señora María es un testigo viviente del desarrollo de la comuna de Pudahuel y de cómo el aeropuerto cambia el entorno desde su inauguración en 1967. Nos cuenta las experiencias de ver los aviones despegar a lo lejos con la estela humeante de los antiguos aparatos, así como la tradición de despedir a los viajeros desde la terraza.

“Mi cuñado es de la Armada y a veces lo tenía que ir a despedir. He tenido la oportunidad de conocer el aeropuerto desde sus inicios y veo que ahora está tan grande y bonito”, agrega.

Preocupación por el entorno de aeropuertos

La preocupación por la integración de las operaciones aéreas y la comunidad es un tema importante para la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Su director, general de Aviación, Carlos Madina Díaz, señala a Aero-Naves el trabajo para mitigar el impacto de la aviación en el medioambiente y la comunidad de acuerdo con la normativa.

“Estamos muy comprometidos con lo que está establecido”, dice el general Madina.

Uno de los desafíos más inmediatos es el cuidado de los conos de aproximación a las pistas de aeropuertos y aeródromos. El caso del aeropuerto de Santiago es uno de los que preocupa por la presencia de microbasurales y también por actividades poco apropiadas como elevar volantines cerca del umbral de las pistas.

En su rol como autoridad aeronáutica, el director de DGAC señala que es fundamental trabajar en conjunto con los gobiernos locales.

“Hay mucha responsabilidad que está dentro del área de jurisdicción de la DGAC que nosotros cumplimos. Sin embargo, todo lo que ocurre durante la fase de aproximación o despegue se hace sobre terrenos que no están bajo esa jurisdicción. No tenemos herramientas para fiscalizar por lo que tenemos que trabajar con otras comunas y los ministerios para mitigar peligro de láser, aves, volantines, etc”.

Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano

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