Después de varios meses de su primera entrega, China Eastern realiza el primer vuelo del COMAC C919. El vuelo inaugural se realiza el 28 de mayo con 130 pasajeros cubriendo la ruta Shanghái (SHA) – Beijing y el que es calificado como un hito para la aviación china.
El C919 no es el primer avión de pasajeros que produce el gigante asiático, pero si es el primero de una nueva era industrial china, probablemente más madura que la anterior. La razón es el objetivo político del país de posicionar sus productos en los mercados internacionales.
Para ello, China saca ventaja de su modelo económico y político. Todos los proyectos del COMAC, incluyendo el C919, están impulsados por el Estado chino y las empresas que controla. Todas las órdenes recibidas para esta aeronave son de empresas chinas las que prácticamente están forzadas a comprar el nuevo avión.
“El primer vuelo comercial es una ceremonia de madurez del nuevo avión, y el C919 mejorará si supera la prueba del mercado”, dice Zhang Xiaoguang, director del Departamento de Marketing y Ventas de COMAC.
La puesta en servicio no debe causar novedad más allá de la propaganda que China difunde. Incluso el primer vuelo regular de pasajeros se da con casi dos meses retraso. Inicialmente, el lanzamiento comercial se fija para marzo la que no se cumple.
Más allá de la demora -la que no es mencionada por la propaganda-, el vuelo inaugural recibe una amplia cobertura de la prensa china. También está cargada de mística por todo lo que significa la puesta en servicio de la aeronave para el país. Como parte del hito, el vuelo es despedido en Shanghái (SHA) con arcos de agua, al igual que su recepción en Beijing. A bordo los pasajeros reciben tarjetas de embarques conmemorativas.
China Eastern amplía desde hoy sus vuelos C919. Además de la ruta a Beijing, también cubre los vuelos entre Shanghái (SHA) y Chengdu, según reporta la agencia china Xinhua. Otras ciudades consideradas para la aeronave son Guangzhou, Shenzhen, Quindao, Wuhan y Xiamen.
El primer operador del C919 ofrece una configuración para 164 pasajeros en dos clases. La Business Class cuenta con ocho asientos, mientras que en Economy se disponen 156 plazas.
Producción del C919
Con COMAC y el C919, China espera revertir su historial en la industria de la aviación mundial. Con el respaldo del Estado y de las empresas chinas -controladas por el propio Estado- buscan potenciar la producción con el fin de convertirse en una alternativa real en los mercados internacionales.
Hasta ahora, los aviones chinos que consiguen exportarse -principalmente por relaciones más políticas que comerciales- no tienen el éxito esperado. Un ejemplo cercano es el Xian Ma-60 en Bolivia que se adquiere para renovar la flota de Fokker F-27 del Transporte Aéreo Militar (TAM), pero al poco tiempo son retirados.
Si bien la propaganda China asegura que el C919 puede competir con aviones de fabricación occidental como el Airbus A320 y el Boeing 737 MAX, en la práctica es poco factible al menos en el corto plazo. Básicamente, por razones de confiabilidad, homogeneidad de flotas, respaldo post venta, entre otras razones.
No obstante, no se descarta que a mediano o largo plazo los aviones chinos puedan ser considerados en otros países dependiendo de su desempeño. Hasta que eso no ocurra, China seguirá potenciando el avión en base a la injerencia política tanto dentro como fuera del país.
El C919 cuenta con alrededor de 1.200 órdenes. Todas son de empresas chinas, sean operadores aéreos como empresas de arriendo (lessors, como se los denomina en la industria aérea).
Fotografía portada – COMAC