Con el fin de impulsar su utilización en el corto plazo, American Airlines se compromete a comprar más de 500 millones de galones de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en un plazo de cinco años. Se considera una de las iniciativas en sostenibilidad más importantes de la línea aérea y representa otro esfuerzo más del sector para impulsar el uso de los SAF como herramienta más inmediata para descarbonizar la aviación.
American Airlines comprará los galones a la empresa Gevo Inc. El acuerdo es resultante de las negociaciones previas que también incluyen a los miembros de la alianza oneoworld. En septiembre 2020, la alianza global establece un compromiso con alcanzar la carbono neutralidad para 2050 y fija una meta intermedia de conseguir para 2030 un uso de SAF en un 10% para las todas las operaciones de cada compañía integrante.
“El anuncio de hoy es un paso histórico para American y para la industria, mientras trabajamos en reducir nuestra huella de carbono”, comenta Jill Blickstein, vicepresidenta de Sostenibilidad de American. “Junto con nuestros socios de oneworld, estamos orgullosos de liderar el camino en el cambio a SAF y avanzar hacia nuestros objetivos climáticos compartidos”.
Con este último anuncio, American Airlines eleva sus compromisos en este tipo de combustibles a más de 620 millones de galones. De esta manera, asegura que se acerca al 20% del objetivo fijado (reemplazar el 10% del combustible tradicional por SAF para 2030). Las entregas de SAF por parte de Gevo Inc. comenzarán a partir de 2026.
“La expansión del desarrollo global del mercado SAF ha llegado a un punto emocionante”, dijo el Dr. Patrick R. Gruber, CEO de Gevo. “Aunque hay una enorme cantidad de trabajo por completar para llevar al mercado todos los elementos críticos de SAF con cero emisiones netas de carbono, nuestros memorandos de entendimiento con los miembros de la alianza oneworld y este compromiso posterior de American Airlines demuestran el importante impulso que se está generando para este tipo de productos”.
Como muchos otros actores en la industria, la línea aérea con sede en Dallas Fort Worth considera que los SAF son la herramienta más inmediata para descarbonizar la aviación y avanzar en los compromisos autoimpuesto para 2050. Cualquier otro tipo de fuente de energía todavía están lejos de su implementación ya que requieren cambios en la planta motriz de aeronaves, investigación científica, pruebas y certificaciones. Si bien hay voluntad en el sector de avanzar, la experiencia demuestra que la introducción de nuevas tecnologías toma tiempo.
“El uso de SAF es una piedra angular de nuestra estrategia para descarbonizar los viajes aéreos”, agrega Blickstein. Sin embargo, insta a los Gobiernos a asumir un rol más protagónico y ayudar a la industria en los objetivos que los actores políticos buscan, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. “Impulsar el progreso a la escala y al ritmo que necesitamos requiere de acción política en Washington y a nivel estatal”.
Los SAF de segunda generación no afectan a la cadena productiva de alimentos y desde hace años vienen siendo probados con éxito, sin que representen riesgos para la seguridad aérea. Sin embargo, a la fecha sólo están autorizados para utilizarse en un 50% mezclado con combustible tradicional (Jet A-1).
Por una producción escasa, la imposibilidad de usarlos en su totalidad y una menor demanda anterior, los precios de SAF son excesivamente altos por lo que no generan incentivo para adquirirlos, especialmente con la introducción de aeronaves más eficientes en lo que respecta al consumo de combustible. Para revertir la realidad y facilitar las compras, la aviación pide ayuda a los Gobiernos con distintos tipos de incentivos (principalmente económicos) considerando que el sector político y aéreo comparten los mismos objetivos. Para la industria aérea, los SAF tienen el potencial de disminuir las emisiones contaminantes en un 80%.
Fotografía portada – American Airlines