Nuevo Pudahuel finaliza las obras de construcción del nuevo aeropuerto de Santiago

Tras cuatro años de obras e intervenciones, Nuevo Pudahuel marca un nuevo hito al culminar todas las obras de construcción del nuevo aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. Una transformación completa de la puerta de entrada a Chile de la mano de la obra pública concesionada que con una inversión de más de US$1.000 millones -la más importante en la historia del país-, convierten al terminal aéreo en el más de moderno de la región.

A pocas se semanas de su inauguración, la concesión inicia la última etapa. En este periodo, se revisan los detalles y se comienza con el periodo de observaciones, habilitación y verificación de los procesos operacionales necesarios (ORAT por sus siglas en inglés) para que todo esté en óptimas condiciones para la puesta en servicio.

Después de años de trabajos y mejoras continuas, el aeropuerto de Santiago luce completamente distinto. La imponente infraestructura deja atrás al antiguo edificio de la década de 1990 y da paso a un verdadero espacio de permanente integración, donde viajeros, público en general y por supuesto toda la comunidad aeroportuaria se embarca hacia un nuevo horizonte que plasma parte del anhelo del transporte aéreo: ser una industria accesible, democrática, vanguardista y sostenible.

El aeropuerto de Santiago se divide en dos. El antiguo pasará a ser conocido como terminal 1 (T1) que contará con dos espigones y una gran sala de embarque exclusiva para vuelos nacionales. El nuevo complejo es el terminal 2 (T2) de cuyo edificio principal (procesador central) salen cuatro edificios menores o espigones que albergan las salas de embarque dedicadas para vuelos internacionales.

Entre las dos terminales, se habilitan dos impresionantes boulevares cívicos sobre los estacionamientos. Son verdaderas zonas de paseos donde viajeros como toda la comunidad podrá experimentar al aire libre de tiendas, restaurantes, espacios públicos para las artes y el espectáculo, así como áreas verdes. Estos nuevos espacios es una muestra de la mejor experiencia que el usuario que Vinci Airports busca para los aeropuertos que administra.

Al igual que en París, por ejemplo, los viajeros no sólo se embarcan a su vuelo, sino que toda la comunidad el pasajero encuentra hoteles, tiendas, zona de juegos y entretenimientos varios, bibliotecas, exposiciones. Lo anterior, está en línea con la concepción moderna e inclusiva que se tienen para los aeropuertos en los que los terminales aéreos son más que un lugar de embarque o de llegada, sino son verdaderos foros cívicos donde las personas pueden interactuar y vivir distintas experiencias acompañada de una gran variedad de servicios.

Cuando se inaugure la terminal 2, el aeropuerto de Santiago contará con más de 350.000 metros cuadrados (m2) y tendrá una capacidad para procesar a más de 30 millones de pasajeros. Su infraestructura cuenta con tecnología de última generación en todos sus sectores, destacando el nuevo sistema de gestión de equipaje con equipos de escaneo para el control del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y Aduanas bajo el edificio de manera que el pasajero no tendrá que estar sometido a filas y revisiones a su llegada al país. También hay mejoras en el sistema de vigilancia.

Fotografía – Ricardo J. Delpiano

Con nuevo sistema de manejo de equipajes, la instalación de 96 de counters de check-in y 64 puestos de auto entrega y etiquetado de equipaje, más la habilitación de 176 módulos de chequeo de pasajeros, se espera que los tiempos de espera en fila se vean significativamente reducidos lo que también debiera ocurrir en las revisiones del filtro de seguridad (AVSEC) y control de migraciones, siempre y cuando, los organismos públicos habiliten las dotaciones de personal correspondiente. Por el aumento en las posiciones de contacto (puentes de embarque), se espera que embarques y desembarques de pasajeros sean más fluidos. En el plazo más inmediato, la drástica disminución del tráfico aéreo producto como consecuencia de las severas medidas colocadas permitirá eliminar casi en su totalidad la dependencia de buses de acercamiento para el embarque y desembarque de las aeronaves.

En lo que respecta a transporte, destaca la habilitación del centro de transportes. Se trata de un terminal de buses desde donde los usuarios podrán conectarse con distintos puntos de la ciudad e incluso acceder a servicios interprovinciales. La estación tiene capacidad para 26 buses y permitirá mejor administrar el transporte aeropuerto-ciudad. En lo que respecta a estacionamientos, 5.800 plazas quedarán habilitadas una oferta significativa en comparación con las 3.730 que existían antes.

Como parte del desarrollo de un concepto de aeropuerto verde, el nuevo aeropuerto de Santiago incorpora una nueva planta fotovoltaica con una potencia de 825.774 kw que equivalen a sacar más de 130 vehículos de combustible tradicional de las calles. En sus instalaciones cuenta con luminarias LED que generan un ahorro energético del 70% permitiendo una mejor iluminación de la infraestructura. En el marco de un desarrollo sostenible, el aeropuerto también continúa con sus políticas de reciclaje, el plan de reforestación en 7,27 hectáreas del recinto aeroportuario con más de 20.000 árboles y la donación de más de 600 árboles nativos a la Municipalidad de Pudahuel. El aeropuerto tiene la meta de reducir en un 40% sus emisiones de CO2 para 2030 y lograr cero emisiones netas para 2050.

Fotografía – Ricardo J. Delpiano

Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano

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