La muestra de FIDAE es ejemplo del crecimiento de la industria de los drones en Chile. En gran parte de la muestra orbe, se pudieron distintas marcas y modelos, principalmente dedicados a defensa, seguridad y protección civil, además de otras aplicaciones. China y Turquía destacan con un importante exhibición.
Los drones en FIDAE anticipa el futuro de un nuevo sector de la aviación. En el seminario sobre el futuro de la aviación vertical se abordaron algunos puntos del rol de los drones. Sin embargo, estas nuevas “aves” no sólo se pueden utilizar en materia de seguridad pública o para trabajos audiovisuales. Ya desempeñan múltiples funciones en minería, cartografía, agroindustria y tareas de reconocimiento, entre otras.
Sin embargo, aún falta demasiado paño que cortar en esta materia, mientras se abren más posibilidades para el uso de estas aeronaves no tripuladas. En el país, ya se está hablando en términos no tan futuristas de taxis urbanos y la opción de poder hacer deliveries con drones. Todo esto supone una democratización del transporte aéreo vertical.
“La ventaja está en los costos para la utilización de naves no tripuladas debido su más fácil y económica mantención”, explica Alberto Munizaga, presidente de la Asociación de Pilotos de Aeronaves no Tripuladas de Chile (APANT).
¿Qué pasa en materia de regulación en Chile?
Las autoridades deben preparase para ver una mayor frecuencia de actividad aérea de estas nuevas aeronaves en Chile. La muestra de drones en FIDAE es un ejemplo de una realidad presente y que continuará aumentando. Al respecto, urge que un periodo de tiempo no tan largo (unos 5 años), tiene que haber no sólo una mejor regulación y registro. El país debe invertir en infraestructura.
"De acuerdo con cifras del Servicio de Impuestos Internos (SII), al 2011 se podían ver unos 300.000 drones. Si se hacen conjeturas esas cantidad debe ser por lo menos duplicada este 2024", plantea Munizaga. "Se puede visualizar que la estructura de la DGAC se está quedando pequeña para poder administrar la cantidad de vuelos y solo hay unas 7.000 licencias”.
Otra cosa en drones
Dentro de la serie de modelos de drones que se podían ver en FIDAE, destacan el Dragonfish, EVO Max 4T o Agras T40 de DJI. Entre las características de estos equipos están sus 2800 mm × 3150 mm × 780 mm con las hélices abiertas. Las impresionantes dimensiones que hacen parecer que pueden cargar hasta una persona.
La tecnología no deja de sorprender. En la exhibición en el hall E de FIDAE se podía ver en vivo y en directo drones con múltiples aplicaciones. Algunas aeronaves tienen incluso aplicaciones un tanto desconocidas para el público.
“Es un equipo industrial pensado para realizar labores de seguridad e inspección debido a que puede monitorear grandes extensiones de tierra”, comenta un ejecutivo de post venta de Autel.
Se trata de un modelo que tiene una autonomía de vuelo de 126 minutos en el aire y que aterriza y despega de manera vertical. Con una resolución de 48 megapixeles en fotografía, tiene una cámara L20 T que es la tope de línea para este equipo de equipos con un zoom de 20X y puede grabar a 4 k.
Naves de tripulación remota
En la losa de FIDAE se dejaron ver también los “hermanos mayores" de los drones. Probablemente son los más conocidos por el público por las misiones militares que realizan y que se viralizan en películas o videos.
Uno de los modelos que se exhiben es el MQ-9 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés). Con sus impresionantes dimensiones tiene una capacidad de llevar armamento con misiles AGM-114 Hellfire y GBU-12 Paveway II. Las diferencias con otras aeronaves no solamente están marcadas por sus características y capacidades, sino que por su forma de operación. También destaca el Hermes 900 de la Fuerza Aérea Chile (FACh), otro de los drones que sorprende en FIDAE.
“Se comparte espacio aéreo con otro tipo de aeronaves civiles y de combate, en cambio, el dron, no lo hace ya que vuela en un espacio aéreo bajo donde no hay control. Además, nosotros para entrar a ese espacio aéreo controlado y por reglamentación hay que tener una comunicación bilateral, es decir, escuchar una frecuencia y responder a esa frecuencia”, explica un oficial estadounidense.
La muestra de FIDAE evidencia que los drones es una industria que está presente y que seguirá creciendo. Su desarrollo impone desafíos a las autoridades de Chile como del resto del mundo como parte de la transición de la aviación vertical. En el sector insisten en que se tiene que estar preparado para tener una buena regulación y su uso más eficiente.
Autor Jorge Ricci para Aero-Naves / Fotografía portada - Jorge Ricci