Las operaciones de Búsqueda y Rescate (SAR, por sus siglas en inglés) son una de las labores más desafiantes y complejas que se realizan a nivel mundial. En Chile la coordinación de las operaciones SAR queda a cargo de la Fuerza Aérea de Chile. Estas misiones, que combinan tecnología avanzada, coordinación interinstitucional y un profundo compromiso humanitario, buscan localizar y salvar apersonas en situaciones de emergencia, ya sea en tierra, mar o aire.
El reciente accidente del bimotor Cheyenne II, matrícula CC-CCC, de la empresa Coastline, ocurrido el 7 de mayo de 2025 en las zonas montañosas de Curacaví, pone en evidencia las enormes dificultades que enfrentan estas operaciones y la importancia de comprender cómo funcionan. Este artículo explora la complejidad de una operación SAR, el rol esencial de la FACh y menciona aspectos clave para comprender de mejor manera como se desarrolla, con el objetivo de educar sobre esta labor vital.
¿Qué es el Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR)?
El SAR es un servicio especializado que coordina esfuerzos para localizar aeronaves, embarcaciones o personas extraviadas o en peligro, y proceder a su rescate. En Chile, la FACh tiene la responsabilidad legal de liderar estas operaciones, establecida por normativas nacionales e internacionales.
En conversación con Pablo Schönherr, piloto de helicóptero y exmiembro de la FACh con amplia experiencia en misiones SAR, “desde el momento en que se presume un siniestro, el SAR ya está activo, recopilando información para definir el área de búsqueda y movilizar recursos”. Esta labor no comienza con el despegue de un helicóptero, sino con un proceso meticuloso de análisis y planificación.
El SAR opera bajo el lema “Para que otros puedan vivir”, y su trabajo abarca desde accidentes aéreos hasta desastres naturales. La FACh cuenta con cinco Centros Coordinadores de Salvamento (RCC) distribuidos en el país, que organizan las misiones según la región geográfica. Además, utiliza sistemas tecnológicos como el COSPAS-SARSAT, una red satelital que detecta señales de balizas de emergencia (ELT) en 406 MHz, lo que permite localizar aeronaves siniestradas con mayor precisión.
El Accidente del Piper Cheyenne: Un Caso de Alta Complejidad
El 7 de mayo de 2025, el avión ambulancia Piper Cheyenne II, que volaba de Santiago a Arica con seis personas a bordo (dos pilotos, un paciente, un médico, una enfermera y un acompañante), perdió contacto radar cerca del cerro El Roble, en la frontera entre Curacaví y Tiltil. No nos centraremos en el lamentable accidente, ni sus eventuales causas las que son materia de investigación por la autoridad aeronáutica y especialistas en el tema.
Las condiciones meteorológicas adversas, con lluvias y nubes bajas, junto con el terreno montañoso y de difícil acceso, complicaron las labores de búsqueda. Según reportes, el impacto fue tan severo que la baliza ELT no emitió señal, lo que eliminó una herramienta clave para localizar la aeronave rápidamente.
La FACh, en coordinación con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Bomberos, Carabineros, el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y personal municipal, desplegó un operativo masivo. El helicóptero MH-60M Black Hawk del Grupo de Aviación N°9 de la FACh, junto con la ayuda de un grupo de voluntarios en moto que conocen el sector, llega al área de los restos de la aeronave el 8 de mayo a las 15:50 horas, en la zona de Lepe, Curacaví, confirmando trágicamente que no había sobrevivientes.
Los Desafíos de una Operación SAR
1. Definición del Área de Búsqueda
Uno de los mayores retos en una operación SAR es determinar dónde buscar. En el caso del Piper Cheyenne, la ausencia de una señal ELT, el complejo escenario atmosférico de ese día en particular y la información limitada sobre la última posición complicaron este proceso. Según Schönherr, el SAR recopila datos de múltiples fuentes: el último “blip” de radar, reportes de testigos, videos o cualquier indicio disponible. En Curacaví, los testimonios de vecinos que reportaron un estruendo y un destello de luz, junto con la triangulación de videos, fueron clave para acotar el área de búsqueda.
El terreno montañoso del cerro El Roble, cubierto de vegetación densa y con caminos precarios, añadió una capa de dificultad. Como señaló el alcalde de Curacaví, Christian Hernández, “hay mucha dificultad para llegar al lugar, especialmente por la lluvia que deteriora los accesos”. Este entorno limitó el uso de vehículos terrestres, obligando a los equipos a desplazarse a pie o depender de medios aéreos.
2. Condiciones Meteorológicas Adversas
La meteorología es un factor crítico en las operaciones SAR. En el accidente de Curacaví, las nubes bajas y la lluvia redujeron la visibilidad, haciendo imposible realizar una búsqueda visual efectiva durante las primeras horas. Schönherr explica: “Estar dentro de una nube es como estar a ciegas. No se puede buscar desde un helicóptero o avión si no hay visibilidad, y hacerlo en esas condiciones arriesga la seguridad de los rescatistas”. Esto descarta la percepción de una “tardanza” en la respuesta del helicóptero MH-60 Black Hawk, ya que despegar en condiciones inseguras podría haber resultado en una emergencia secundaria, como un accidente de la aeronave de rescate.
3. Búsqueda Visual, el factor relevante
A diferencia de lo que muchos podrían pensar, la búsqueda de una aeronave siniestrada no depende en gran parte de radares, sensores infrarrojos o imágenes satelitales en tiempo real. “Es una búsqueda netamente visual”, destaca Schönherr. Los helicópteros y aviones deben sobrevolar el área a baja altura, lo que requiere condiciones climáticas favorables y una coordinación precisa. En Curacaví, la densa vegetación y el terreno escarpado dificultaron aún más la localización de los restos, que finalmente fueron identificados gracias a un trabajo en conjunto.
4. Coordinación Interinstitucional
El SAR no opera en solitario. La FACh actúa como coordinadora, pero involucra a múltiples actores según la naturaleza de la emergencia. En el caso del Piper Cheyenne, participaron Bomberos, Carabineros, Senapred, el Samu y hasta vecinos locales, como un grupo de motociclistas que llegaron al lugar del siniestro. Aunque estos últimos no formaban parte del equipo SAR formal, sus acciones contribuyeron al esfuerzo colectivo. Schönherr advierte, sin embargo, que la participación de personas no preparadas puede generar riesgos: “Se debe evitar que los mismos rescatistas se conviertan en una emergencia secundaria”.
La colaboración público-privada también es esencial. Empresas de transporte aéreo, como Coastline, y organizaciones especializadas en montaña o rescate marítimo pueden sumarse al operativo, aportando recursos y experiencia.
¿Se pudo iniciar la búsqueda aérea de inmediato?
La percepción de que el helicóptero MH-60 Black Hawk “tardó” en iniciar la búsqueda refleja un malentendido sobre cómo funcionan las operaciones SAR. Desde el momento en que se perdió contacto con el Piper Cheyenne en la tarde del 7 de mayo, el SAR comenzó a recopilar información y planificar la misión de forma inmediata. Sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas impidieron realizar vuelos al momento. Como explica Schönherr, “no se trata de despegar tarde, sino de esperar a que la nubosidad se disipe para garantizar una búsqueda segura y efectiva”. El Black Hawk despegó tan pronto como las condiciones lo permitieron, logrando localizar los restos en menos de 24 horas desde el accidente.
El MH-60 Black Hawk, conocido por su versatilidad y capacidad para operar en entornos complejos, es un activo clave del SAR. Su uso en misiones anteriores, demuestra su eficacia.
Lecciones y Reflexiones
El accidente del Piper Cheyenne resalta los desafíos inherentes a las operaciones SAR: terrenos hostiles, condiciones climáticas impredecibles y la necesidad de una coordinación impecable. También pone de manifiesto el compromiso de la FACh y otros organismos para salvar vidas, incluso en circunstancias adversas. Como señaló el presidente Gabriel Boric, “los organismos del Estado trabajaron incansablemente para dar con el paradero de la aeronave”.
Educar a la población sobre el funcionamiento del SAR es fundamental para valorar esta labor y disipar malentendidos. Las operaciones de búsqueda y rescate, especialmente con medios aéreos, no son inmediatas ni exentas de riesgos; requieren planificación, paciencia y un enfoque humanitario. La tragedia de Curacaví, aunque dolorosa, es un recordatorio de la importancia de fortalecer la seguridad aérea.
Las operaciones SAR de la Fuerza Aérea de Chile son un pilar esencial para la seguridad y la capacidad de reacción del país. El accidente del Piper Cheyenne en Curacaví ilustra la complejidad de estas misiones, donde factores como el terreno, el clima y la tecnología convergen en un desafío monumental. La respuesta del helicóptero MH-60 Black Hawk no fue tardía, sino cuidadosamente planificada para garantizar la seguridad de los rescatistas y la eficacia de la búsqueda.
Fotografía de Portada - Simón Blaise