El Ministro de Defensa de Perú, Walter Astudillo, ha presentado ante el Congreso el proyecto de presupuesto militar para 2025 que incluye fondos destinados a la compra de 24 aviones de combate para la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Esta inversión busca modernizar las capacidades de defensa aérea del país y reemplazar los cazas más antiguos en servicio.
Composición actual de la Fuerza Aérea del Perú
La FAP cuenta con una mezcla de aeronaves de combate, muchas de las cuales han servido por varias décadas en sus filas. Actualmente, sus principales cazas son los Mirage 2000 de origen francés y los MiG-29 de fabricación soviética. Aunque los Mirage 2000 han sido actualizados, están comenzando a mostrar las limitaciones de su tecnología frente a las tecnologías modernas. Por su parte, los MiG-29 enfrentan dificultades de operatividad debido a las restricciones impuestas sobre Rusia, que han afectado la cadena de suministro de piezas y repuestos, estando en un estado operativo poco conocido.
El gobierno peruano planea reemplazar los Mirage 2000, comprados en los años 80, con un avión más moderno y eficiente que garantice una capacidad de respuesta adecuada ante las nuevas demandas operativas.
Los aviones en competencia
Cuatros modelos de aviones están siendo evaluado para esta importante compra. A continuación, un resumen de cada uno:
1. Rafale (Francia 🇫🇷)
El Dassault Rafale es un caza bimotor y multipropósito, capaz de realizar misiones de superioridad aérea, reconocimiento, ataques a tierra y disuasión nuclear. Este avión ha demostrado su eficacia en misiones internacionales, destacándose por su avanzada aviónica, su radar de largo alcance y su capacidad para llevar una amplia gama de armamento. El Rafale es una de las opciones tecnológicamente más avanzadas, pero también una de las más costosas. Perú tiene experiencia operando aviones de la misma fabricante, Dassault, con los Mirage V y los actuales Mirage 2000.
2. Gripen E (Suecia 🇸🇪)
El Saab Gripen E es un caza ligero, monomotor, diseñado para operar en diversas misiones de combate. Su principal ventaja es su versatilidad, eficiencia en costos operativos y capacidad para integrar armamento moderno de diferentes proveedores. Con sistemas de guerra electrónica y aviónica avanzada, el Gripen E puede adaptarse rápidamente a distintas condiciones en el campo de batalla. Su precio más accesible que el Rafale, y la producción local en Brasil de la mano de Embraer, lo hacen una opción atractiva para Perú.
3. F-16 Fighting Falcon Block 70 (Estados Unidos 🇺🇸)
El F-16 Block 70 es la versión más avanzada del célebre caza monomotor desarrollado por Lockheed Martin. Este modelo incorpora mejoras significativas en aviónica, radar AESA, y sistemas de guerra electrónica, ofreciendo capacidades de combate aéreo y ataque a tierra altamente efectivas. Además, el F-16 Block 70 cuenta con una estructura reforzada que extiende su vida útil, así como mayor interoperabilidad con otras fuerzas aéreas de la OTAN y aliados globales. Su relación costo-eficiencia y la disponibilidad de piezas lo convierten en una opción atractiva y de menor coste que el Rafale para Perú, siendo además un avión de combate probado y modernizado.
4. KF-21 Boramae (Corea del Sur 🇰🇷)
La opción del Boramae es quizás las más lejana dentro de las opciones latentes. El KF-21 Boramae es un caza de generación 4.5 desarrollado por Corea del Sur en colaboración con Indonesia. Esta aeronave está diseñada para ofrecer un rendimiento similar al de los cazas de quinta generación, pero con un costo más bajo. Aunque aún se encuentra en fase de desarrollo y pruebas, promete capacidades avanzadas de sigilo, sensores y flexibilidad para futuras mejoras. Sin embargo, debido a su estado temprano de desarrollo, es la opción menos conocida y con mayor incertidumbre.
Consideraciones y desafíos
La compra de estos cazas representaría un avance importante en la capacidad de defensa aérea de Perú, que no ha renovado su flota de combate en décadas. No obstante, la elección no dependerá solo de las características técnicas de los aviones, sino también de factores como el costo total, la transferencia de tecnología, el mantenimiento a largo plazo y los acuerdos bilaterales que beneficien a la industria local.
Otro factor crucial es la estabilidad política del país. En el pasado, Perú planeó adquirir 26 unidades del Mirage 2000, pero debido a un cambio de gobierno, la compra se redujo a 12 aviones.
El Ministro Astudillo enfatizó que la inversión en defensa es clave para proteger la soberanía del país y que, además de la compra de los aviones, se impulsarán proyectos para fortalecer la infraestructura y el entrenamiento militar.
El proceso de selección de los nuevos cazas concluirá en los próximos meses, y se espera que la decisión final tenga un impacto profundo en la capacidad defensiva del Perú en las próximas décadas.
Fotografía de Portada – Simón Blaise O.