Esta semana, la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos emitió una orden para la inspección inmediata de 895 aviones de la serie 787 de Boeing. La medida busca asegurar el correcto funcionamiento de los asientos de los pilotos y copilotos, luego de que en marzo ocurriera un incidente con una aeronave de LATAM Airlines, causando lesiones a pasajeros que iban en dirección a Auckland, Nueva Zelanda.
Directiva de Aeronavegabilidad (Airworthiness Directive – AD)
La FAA, autoridad encargada de la regulación de la aviación civil en Estados Unidos, ha emitido una Directiva de Aeronavegabilidad que ordena la inspección de los asientos del capitán y primer oficial en todas las unidades del Boeing 787 Dreamliner, abarcando las variantes 787-8, 787-9 y 787-10. Esta medida afecta a un total de 895 aviones, de los cuales 158 están registrados en Estados Unidos y 737 en el resto del mundo. La emisión de este documento regulatorio está directamente relacionada al incidente de un B787-9 de LATAM Airlines en marzo de este año. El Dreamliner (registro CC-BGG) de la aerolínea sudamericana estaba operando la ruta Sidney-Auckland, cuando inesperadamente sufre un abrupto descenso en altitud crucero, hiriendo a más de 50 pasajeros, muchos de ellos con heridas graves.
La orden del ente regulador norteamericano se produce tras un informe sobre un “movimiento hacia adelante no comandado” del asiento del capitán en el avión involucrado en el incidente de LATAM. Además, la FAA recibió otros cuatro informes adicionales de Boeing reportando casos sobre “movimientos horizontales no controlados” de los asientos del capitán y del primer oficial, siendo el más reciente en junio de 2024. Tres de estos eventos fueron causados por tapas “sueltas” en interruptores de tipo basculante en los asientos de los pilotos mientras que los otros dos incidentes aún siguen en investigación.
De esta forma, la Directiva de Aeronavegabilidad exige que los operadores (del Boeing 787) inspeccionen los asientos del capitán y del primer oficial para detectar tapas de interruptores de tipo basculante faltantes o agrietadas y conjuntos de tapas de interruptores agrietados o no funcionales en un plazo de 30 días. Adicionalmente, los operadores también deben realizar las acciones correctivas necesarias.
Incidente del vuelo LA800 de LATAM
El 11 de marzo de 2024, un Boeing 787-9 (registro CC-BGG) que realizaba la ruta Sídney-Auckland, cayó repentinamente mientras sobrevolaba el mar de Tasmania, perdiendo más de 300 pies de altitud. Las personas y objetos que no estaban sujetos fueron lanzados hacia arriba, y entre 30 y 40 personas golpearon el techo de la cabina del avión.
“El avión, sin previo aviso, simplemente cayó. Quiero decir, cayó como nunca antes había experimentado en ningún tipo de turbulencia menor, y la gente salió despedida de sus asientos, golpeando la parte superior del techo del avión y siendo arrojada por los pasillos”, dijo Brian Jokat, un pasajero, a la cadena australiana ABC News.
Un informe preliminar de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile indicó que el asiento del lado izquierdo de la cabina, con el capitán en su posición, inició un movimiento involuntario hacia adelante, lo que posiblemente provocó que el avión perdiera altitud repentinamente. El informe confirmó también que las condiciones meteorológicas y la falta de turbulencia en la ruta al momento del suceso, no fueron factores causales del incidente, que ocurrió cuando el avión volaba los 41.000 pies.
Poco después del incidente, Boeing emitió una recomendación para que las aerolíneas inspeccionaran los interruptores de los asientos de la cabina de mando de sus Boeing 787 Dreamliner durante la próxima revisión de mantenimiento de los aviones.
En cambio, la Directiva de Aeronavegabilidad actual de la FAA es más urgente, exigiendo que las aerolíneas la completen en el plazo de un mes.
Fotografía de portada - Simón Blaise