La falta de vuelos internacionales en regiones de Chile no sólo coloca desafíos para la conectividad, sino que también sus aeropuertos. A pesar de la modernización de la infraestructura y exigencias, la ausencia de estos servicios se traduce en algunos casos en espacios subutilizados.
Prácticamente, todos los proyectos de modernización de aeropuertos en regiones consideran espacios para vuelos internacionales. Sin embargo, la pérdida de estos enlaces preocupa a gremios locales y, si bien la ausencia de vuelos parece estar asumida por los concesionarios, también le imponen desafíos.
Actualmente, sólo dos aeropuertos de regiones de Chile en tienen vuelos internacionales. Se trata de Antofagasta en el Norte y Punta Arenas en el extremo sur. Desde Antofagasta, JetSMART ofrece vuelos a Cali y antes también a Bogotá, mientras que LATAM tiene enlaces desde Lima. En el caso de Punta Arenas, están los enlaces con Río Gallegos y las islas Malvinas / Falklands también operados por LATAM. Hasta mayo, Concepción logra tener vuelos internacionales con Buenos Aires (EZE), pero la ruta se suspende por falta de rentabilidad.
La falta de vuelos internacionales en regionales es un desafío permanente para Chile. Factores históricos y la ausencia de polos de desarrollo, más la composición demográfica crean condiciones adversas para impulsar los enlaces. La incertidumbre económica tampoco contribuye lo suficiente, especialmente en lo inmediato. Los vuelos punto a punto y desarrollos de hubs tímidamente logran compensar la realidad chilena.
Espacios subutilizados
Los proyectos de modernización de infraestructura de aeropuertos en regiones en Chile exigen construir espacio para atender vuelos internacionales. Se trata de una acción proactiva ya que permite disponer de lugares en el caso de que se activen estos servicios y no actuar de manera tardía.
Sin embargo, el cumplimiento de esta exigencia crea desafíos para los aeropuertos. En algunos casos, el espacio habilitado no se utiliza como ocurre en el caso del aeropuerto El Tepual de Puerto Montt o lo hacen parcialmente como en otras terminales como ocurre en Concepción.
En Carriel Sur, la ampliación de la terminal de pasajeros con un espacio para pasajeros internacionales está subutilizada. Sin los vuelos a Lima (suspendidos forzadamente por las autoridades políticas en marzo 2020) y a Buenos Aires (EZE), la ocupación depende de los pasajeros locales que buscan un mayor confort o del desvío de algún vuelo internacional con destino a Santiago.
La falta de vuelos internacionales complica en algunos casos. Probablemente, el caso más emblemático es Iquique, ciudad que hasta 2019 logra tener varios vuelos internacionales siendo el enlace con Bolivia el más importante.
Otros aeropuertos como Punta Arenas y Calama logran compensar la falta de vuelos internacionales con un uso flexible de los espacios. Según requerimiento, se habilita espacio, aunque su mecanismo también impone limitaciones en cuanto a la experiencia al pasajero. Tras marzo 2020, Calama deja de tener vuelos internacionales desde Lima, aunque a veces tiene vuelos chárter.
Sin embargo, la falta de certezas o contar con ofertas permanentes complica optimizar el uso tanto con espacios adecuados para los pasajeros como en el negocio del aeropuerto. Se trata de un punto importante para establecer una adecuada oferta comercial así como asegurar que los niveles de experiencia y satisfacción se mantengan óptimos.
Escenario sin cambios
No se esperan cambios significativos en lo inmediato. Considerando la rigidez de las exigencias en los proyectos aeronáuticos, el desafío pasa a los administradores de aeropuertos de cómo utilizar mejor estos espacios.
Las autoridades confían en el potencial de regiones para que vuelvan los vuelos internacionales a sus aeropuertos. Una de las apuestas está en Iquique con el desarrollo de un corredor con Brasil.
“Estamos en gestiones con el ministro de Economía, Nicolás Grau, para reabrir rutas regionales, y con la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, para abrir un vuelo desde Iquique a Campo Grande (Brasil)”, dice el gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal en prensa.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano