Después de varios años, los gremios vuelven a poner en jaque a Aerolíneas Argentinas. El aumento del conflicto ante la posibilidad de una privatización de la empresa amenazan todo lo construido en los últimos años. Si bien todavía está lejos del desastroso escenario de la “era Marsans”, si se anticipa un aumento del conflicto.
Aerolíneas Argentinas vive una nueva paralización de sus vuelos como consecuencia del segundo paro general que los gremios liderados por la Confederación General de Trabajadores (CGT). Todas las organizaciones sindicales vinculadas a la aviación están plegadas en la medida que dejan prácticamente paralizado el transporte aéreo en Argentina.
En sus discursos, los gremios aeronáuticos dicen defender a Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, son las que más la ponen en riesgo. Por su actuar, la línea aérea que conecta a toda Argentina está impedida de hacerlo, afectando los viajes de miles de personas las que en muchos casos no cuentan con alternativa. Su competidora Flybondi, la única que opera por tener personal de rampa propios y un sindicato aparte, sólo opera en selectos destinos.
“Tienen que entender que están perjudicando a los que dicen defender, es decir, a las empresas que prestan los servicios y a los trabajadores”, señala el secretario de Transportes, Franco Mogetta. “Si esa es su forma de defender a las empresas nacionales, les pedimos por favor que dejen de defenderla de esa manera porque la está hundiendo cada vez más, con un paro que no tiene ningún objetivo específico”.
En su último balance, Aerolíneas Argentinas estima una pérdida de US$2 millones por día por cada paralización. Sin embargo, los paros no son el único problema. Los vuelos también se ven afectados por las asambleas sindicalistas, tal como ocurre el lunes 06 de mayo que obligan a cancelar ciertos vuelos, complicando a los pasajeros que quedan de “rehenes” frente a la acción política.
A lo anterior, se suma el desprestigio de la marca. Después de años de alta conflictividad, Aerolíneas Argentinas logra recuperar una preferencia en el público, especialmente, fuera de Argentina. Confiabilidad operacional, puntualidad y una oferta atractiva, son aspectos valorados. Como resultado, su Net Promote Score (NPS) se eleva de manera significativa. Hoy, las paralizaciones ponen en riesgo lo alcanzado.
No a la privatización
Desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia, los gremios están en alerta ante la posibilidad de una privatización de la empresa. Con los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) de diciembre, se abre la puerta al cambio de propiedad, aunque por ahora no hay avances concretos. El Presidente habla también de cederla a los trabajadores, punto que también es rechazado.
En el conflicto actual, el tema pasa por la “Ley Bases” o el conjunto de reformas propuestas por el oficialismo. El paso de al menos de la mitad de las propuestas presentadas por la Cámara de Diputados marcan un triunfo para el actual gobierno.
“Este es un primer paso fundamental para sacar a Argentina del pantano que ha sido las últimas décadas”, dice el Presidente Milei.
Con su avance, los gremios aeronáuticos endurecen su postura. El foco está en la posible privatización de Aerolíneas Argentinas. Las declaraciones de Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) así lo confirman.
“Permite la privatización de Aerolíneas Argentinas y establece la reforma laboral”, señala del dirigente.
El histórico dirigente Ricardo Cirielli, de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) dice la política que está aplicando Milei es la misma que usó el ex Presidente Carlos Menem. “Las dos privatizaciones que impusieron entonces fracasaron, como lo hará esta”, dice.
Desde APTA califican la acción del gobierno como un avasallamiento a los derechos de los trabajadores y a una propiedad que es de todos los argentinos como lo es Aerolíneas Argentinas. También su acción asegura defender a Intercargo, la empresa de handling que atiende a todas las líneas aéreas que operan en Argentina, salvo Aerolíneas Argentinas, American Airlines y Flybondi.
Un posición más dura en los gremios contra Aerolíneas Argentinas la tiene la Asociación del Personal Aeronáutico (APA). Su presidente Eduardo Llanos amenaza con señalar con nombre y apellido a los senadores que voten a favor de la privatización.
“Vamos a explicarles a los pasajeros cada vez que viaje un senador de estos que están traicionando los mandatos populares”, declara Llanos.
Rechazo en Aerolíneas Argentinas
Aerolíneas Argentinas rechaza la postura adoptada por los gremios, especialmente, ante las declaraciones del presidente de APA. Durante las horas previas al paro, la compañía estatal argentina señalando que la “violencia no es el camino”.
“Aerolíneas Argentinas manifiesta su más enérgico repudio a las declaraciones realizadas por el secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico, Edgardo Llano, en las que incitó a escrachar a pasajeros de la compañía. Cualquier tipo de manifestación pública que pueda alentar a la violencia contra otras personas por opinar distinto, sean funcionarios públicos, o cualquier ciudadano, es inadmisible y escapa a los valores de la democracia”, declara la empresa.
Aerolíneas Argentinas también es crítica con los daños económicos provocados por las medidas de fuerza. Inicialmente, son US$2 millones por día sólo a nivel de empresa, pero el daño es superior considerando todo lo que deriva del transporte aéreo como movimiento de carga, turismo y las industrias que dependen de la aviación.
Desde la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), las pérdidas a nivel país llegarán a los US$62 millones por día. La cifra podría aumentar dependiendo del alcance de la movilización.
La riesgosa paz social
A los pasajeros no les interesa la propiedad de la empresa más allá que sea confiable y entregue el servicio que promete. Sin embargo, si es pública lo que interesa es que los recursos se administren bien.
Las medidas económicas que impulsa el gobierno de Milei no están ajenas a Aerolíneas Argentinas. La compañía está en proceso de ajuste dentro de la gestión estatal manteniendo lo construido a la fecha y priorizando objetivos. Los cambios más drásticos son el cierre de algunas rutas poco rentables como Nueva York (JFK) y La Habana, más una reducción de personal que es considerado excesivo. La empresa hasta ahora no se desprende de flota y otros activos.
Como se advierte meses atrás, el principal riesgo de Aerolíneas Argentinas está en el actuar de los gremios que amenaza la paz social. La mayor conflictividad que promueven los sindicatos coloca en riesgo los avances y también desincentiva a cualquier inversionista. Como actores sociales, los gremios cuentan con derechos para expresar sus demandas, sin embargo, deben considerar las externalidades que producen, especialmente, entre quienes son ajenos a la causa o conflicto.
Aerolíneas Argentinas está en una encrucijada y con responsabilidades compartidas. Con gremios con intereses y objetivos definidos, la clave parece estar en la gestión política del gobierno de turno que no debe ser muy difícil de dilucidar bajo un escenario conocido en Argentina.
Fotografía portada – Cuenta X R24N