Boeing suma otro problema tras descubrirse que algunos de sus empleados podrían haber falsificado registros en las inspecciones de producción del B787. La fábrica de Charleston es la que presenta estas irregularidades adicionales, misma planta donde el programa Dreamliner sufre cuestionamientos a inicios de la producción.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) abre otra investigación contra Boeing. Para el fabricante, el escenario se complica considerando los problemas que tiene con la producción del B737 y, ahora, con el B787.
“La FAA está investigando si Boeing completó las inspecciones y si los empleados de la compañía pueden haber falsificado los registros de la aeronave”, dice la agencia y autoridad aeronáutica estadounidense a The Seattle Times.
Los supuestos registros falsificados corresponden a las inspecciones que se deben realizar en el ensamblaje del ala con el fuselaje. También estaría cuestionada las inspecciones de la conexión eléctrica a tierra.
Boeing no habla de falsificaciones en las inspecciones, pero si señala que estas no se habrían realizado en algunos B787. En ese sentido, anticipa que en lo inmediato no crea un problema para la seguridad del vuelo.
La alerta
El caso de las posibles inspecciones de registros falsificadas aparece cuando el 29 de abril, Scott Stocker, vicepresidente y gerente general del programa B787, en Charleston envía una carta a los empleados. En la misiva, dice que las pruebas no eran correctas, aunque habla de violaciones cometidas por algunos empleados.
“Descubrimos que varias personas habían estado violando las políticas de la compañía al no realizar una prueba requerida, pero registraron el trabajo como completado", dice Stocker.
El ejecutivo menciona que la “mala conducta” no pone en riesgo a la seguridad. Sin embargo, adelanta afecciones a los clientes porque esas inspecciones se deben realizar durante el proceso de fabricación.
Todavía no está claro si las entregas se verán comprometidas. Varias líneas aéreas confían en las fechas para asegurar la capacidad en medio de la crisis en la cadena de suministro que afecta a toda la industria aérea.
De acuerdo con la nueva política de tolerancia cero, ya se están tomando medidas correctivas rápidas. También se adelantan decisiones con varios empleados.
Declaración de Boeing
Tras el descubrimiento de las inspecciones falsificadas, Boeing emite una declaración relacionada con la seguridad del avión. En ese sentido, señala que afirmaciones sobre la integridad estructural del B787 son inexactas.
“Las cuestiones planteadas han sido objeto de rigurosos exámenes de ingeniería bajo la supervisión de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos”, dice el fabricante. “Este análisis ha validado que la aeronave mantendrá su durabilidad y vida útil durante varias décadas, y estos problemas no presentan ningún problema de seguridad”.
Boeing continúa monitoreando estos problemas, según los protocolos regulatorios establecidos. Asimismo, dice que alienta a todos los empleados a hablar cuando surjan problema sin que se tomen represalias por denunciar.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano