La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) manifiesta su preocupación por la tendencia creciente de muchos Gobiernos por colocar visas a las personas que visitan sus países. En la conferencia Wings of Change, el tema de solicitar un visado se convierte en un desafío no menor cuando la industria y el turismo buscan aumentar los viajes.
“Nos preocupa, estamos viendo un aumento de las visas”, comenta Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas. “No es bueno para nuestro sector ni para el momento que tenemos con un turismo muy fuerte”.
Después de la crisis de 2020, la aviación y el turismo se recupera de manera muy buena. La colocación de visas para realizar supondrá un efecto adverso por los mayores costos que las personas deben incurrir. Como consecuencia, IATA estima que la colocación del visado puede perjudicar las cifras auspiciosas del tráfico de pasajeros.
“El turismo se nos muere si nuestros Gobierno empiezan a imponer visas”, agrega Cerdá. “Nuestra posición es que no deberían haber visas. Hay que eliminar las visas porque perjudica al transporte aéreo”.
Durante el último, distintos países determinan la colocación de visas para viajar por distintos motivos. Algunos ejemplos son el visado que exige México al Perú o Brasil con los Estados Unidos. Pese a que son casos puntuales, las visas implican para IATA un retroceso en la democratización de los viajes.
Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), el turismo en América Latina representa el 7,9% del Producto Interno Bruto (PIB) y sostiene más de 17 millones de empleos en la región. En una zona del planeta con una diversidad geográfica importante que impide el desarrollo de otros medios de transporte, el avión es fundamental para conectar a los países.
“El transporte aéreo proporciona enlaces vitales para el turismo regional. El 90% de todos los turistas internacionales viajan en avión”, añade Cerdá.
Actualmente, los ciudadanos de América Latina sólo realizan, en promedio, 0,65 viajes al año, es decir, aproximadamente 1 viaje cada dos años. Chile y Panamá son los países con las tasas de viaje per cápita más altos. La cifra para la región es baja en comparación con los países desarrollados. En España, se realizan 4,56 viajes al año y en los Estados Unidos es de 2,5 viajes por año.
Efecto contrario
La aviación es una herramienta catalizadora del desarrollo económico y social de los países. Por cada trabajo que se crea en el transporte aéreo se generan otros tres o cuatro puestos en otras industrias como el turismo, la hotelería, la gastronomía, entre otras. Los países ganan cuando hay más personas viajando.
Por el efecto multiplicador, IATA considera que la colocación de visas generará el efecto contrario. Los taxis, los hoteles, los restaurantes serán algunos que se verán perjudicados, además de las compañías aéreas y los propios pasajeros. Si existen menos pasajeros en el sistema, habrá un impacto en los precios anticipando tarifas más altas.