Chile enfrenta una desafiante reducción en oferta de vuelos para 2024

A partir de los próximos días, Chile experimentará una reducción en su oferta de vuelos. La salida de temporal y permanente de algunos operadores coloca desafíos en la conectividad aérea internacional del país, especialmente, en mercados claves.

Para fines de marzo, tres operadores reducirán capacidad en las rutas con Norteamérica. Se trata de Air Canada y United Airlines que dejarán de presentar servicios en Chile de manera temporal. A estos, se agrega American Airlines que también dejará de operar una de las dos rutas que opera.

La salida de estas líneas aéreas implica una reducción importante en la oferta de vuelos y, por consiguiente, en las alternativas de viaje entre Chile, los Estados Unidos y Canadá. El impacto más significativo está en los vuelos sin escalas y las conexiones, ya que se pierden el acceso a tres importantes centros de distribución.

Si bien existen alternativas para continuar viajando, estas serán menores y quedarán canalizada por puntos de ingreso tradicionales como Atlanta, Miami o Nueva York, por mencionar algunos. Como consecuencia, se espera que la menor oferta de vuelos entre Chile y Norteamérica impacte en un alza en las tarifas durante gran parte del año. Delta y LATAM serían las empresas que más se favorecerían.

Reducción de oferta de vuelos

Air Canada sorprende al mercado aéreo chileno en noviembre 2023 al anunciar la suspensión temporal de la ruta Toronto – Santiago. Desde el 30 de marzo hasta el 31 de octubre 2024, no operará en Chile y ofrece como alternativas conexiones a través de Bogotá (con Avianca) o Sao Paulo (GRU).

En diciembre, se conoce el anuncio de United. Al igual que su socia canadiense en Star Alliance, comunica una salida temporal del mercado aéreo chileno. Desde el 30 de marzo 2024 dejará de operar la ruta Houston (IAH) – Santiago. De acuerdo con la línea aérea, el tramo se retomaría hacia fines de octubre.

Paralelamente, American Airlines también comunica una reducción en la oferta de vuelos con Chile. Desde el 29 de marzo, deja de operar la ruta Dallas Fort Worth – Santiago la que se retomaría en octubre.

A estas tres líneas aéreas, se suma un operador en carga. Recientemente, se conoce que la compañía estadounidense United Parcel Services (UPS) dejará de volar a Chile a contar del 12 de abril. La decisión se toma tras una revisión constante que hace la empresa de los resultados de su operación.

Factores

La reducción de esta oferta de vuelos en Chile responde a una combinación de factores. Entre estos, está la falta de disponibilidad de aviones para atender la alta demanda de la temporada alta en otros mercados. Sin embargo, también se suman factores locales que serían determinantes al momento de asignar capacidad.

A nivel global, las líneas aéreas están experimentando demoras en la entrega de nuevos aviones por los problemas en la cadena de suministros. La situación se presenta desde la crisis de 2020 y se acentúa con los últimos conflictos geopolíticos. Pese a una visión más optimista de algunos fabricantes, no se visualiza cambios en lo inmediato. Como consecuencia, las compañías aéreas deben recurrir a la flota disponible para atender la recuperación de la demanda en los distintos mercados. Ante la crisis financiera que generan los Gobiernos con las restricciones de viaje en 2020, las empresas focalizan su estrategia en mercados con mayor retorno de la inversión, especialmente, en rutas a través del Atlántico Norte.

A nivel local, aparece el factor económico de Chile que estaría complicando la rentabilidad de los vuelos. Recientemente, el Banco Central de Chile informa que en 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) del país experimenta un aumento del 0,2%. La muy reducida cifra porcentual está acompañada por una disminución del 4,2% en la demanda interna, por la contracción del consumo y bajas en la actividad minera, disminución de la inversión en un 5,3% y caída de 1,1% en formación bruta de capital fijo por menores inversiones.

El sector aéreo es receptor de estas señales. Así como una acumulación buenos resultados en el tiempo genera un aumento en la oferta de vuelos, más competencia y mayor conectividad aérea, los resultados adversos determinan en un menor tiempo una contradicción. Ante factores adicionales como la falta de aviones la decisión se acelera.

Fuentes internas en dos líneas aéreas señalan que la reducción en la oferta de vuelos a Chile responde a los bajos ingresos que estaría dando las rutas. Ante la aparición de otras oportunidades con mayores posibilidades de retorno de inversión, las compañías aéreas deciden privilegiar otros mercados.

Sin embargo, la crisis no es atribuible a un periodo determinado. Las estrictas y extensas restricciones colocadas por la administración del Presidente Sebastián Piñera a partir de marzo 2020 impactan negativamente en la aviación y el turismo. Chile es uno de los últimos países de la región en quitar las medidas colocadas ese año, retrasando la recuperación.

La falta de una demanda rentable sería clave para explicar las suspensiones de servicios. En caso contrario, las líneas aéreas mantendrían los servicios tal como ocurre en oportunidades anteriores también con ciclos económicos adversos.

Norteamérica es por el momento la única región afectada. Sin embargo, se trata de un mercado clave para el mercado aéreo chileno por destinos de viaje e inversiones.

Tímida y tardía recuperación

La reducción en la oferta de vuelos no representa una buena noticia para Chile. La salida de operadores impacta en la tímida recuperación que se logra recién a partir de octubre 2023.

A pesar que las cifras de tráfico de pasajeros la Junta Aeronáutica Civil (JAC) son significativas para 2023 en comparación con 2022, con 2019 siguen siendo tímidas. El mercado aéreo chileno experimenta una caída 4,5% resultante de una baja de 12,3% en rutas internacionales y un alza leve de 1,3% en rutas nacionales.

Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano

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