La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) sale critica la judicialización de los accidentes aéreos. Desde Hong Kong, su director general, Willie Walsh se refiere a la decisión del Departamento de Justicia (DOJ) de abrir una investigación penal contra Boeing tras la emergencia del vuelo de Alaska Airlines el 05 de enero.
En una conversación con Bloomberg, el director de IATA señala que el enfoque criminal de los accidentes aéreos y la conducta de Boeing se toma “demasiado pronto”. En palabras con el medio sentencia que el “enfoque está completamente equivocado y que las medidas no redundan en interés de la seguridad, de los viajeros o de la industria en general.
Para IATA, el correcto enfoque para abordar los accidentes y problemas a la seguridad es el trabajo conjunto con las líneas aéreas, tripulaciones, fabricantes y fomentar la apertura de las investigaciones de accidentes aéreos. Desde su perspectiva, distintas herramientas como autoinformes para detectar y abordar errores ayudan a reducir los accidentes.
En paralelo, IATA también resalta las buenas prácticas comunes y herramientas estandarizadas para reducir accidentes e incidentes. Recientemente, la Asociación publica las estadísticas de seguridad para 2023 con una reducción significativa de los accidentes. Como ejemplo de las mejores prácticas destaca la auditoría de seguridad operacional IOSA.
Actualmente, hay 425 compañías aéreas en el registro IOSA, incluyendo 100 que no pertenecen al gremio de las líneas aéreas. IATA dice que la seguridad mejora en un 53% en aquellos operadores que participan en IOSA por ser una auditoría estandarizada.
Walsh dice que la criminalización de accidentes corre el riesgo de establecer un retroceso. En sus argumentos, menciona que hoy el enfoque abierto y colaborativo permite que se compartan datos y estudiar los casos para que no se repitan. La criminalización puede provocar que las personas no compartan información por temor a ser sometidos a juicio.
Investigación del DOJ contra Boeing
Tras la emergencia de un B737-9 el pasado 05 de enero, el DOJ inicia una investigación penal contra Boeing. El objetivo es determinar si el fabricante cumple o no con el acuerdo alcanzado en 2021 por los problemas de la familia B737 MAX.
A cambio de US$2.500 millones Boeing deja el suspenso el caso tras los accidentes del B737-8 en Indonesia y Etiopía (octubre 2018 y marzo 2019, respectivamente) A cambio el fabricante se compromete a compensar a los familiares de los fallecidos, a los operadores aéreos y una multa, además de mejorar los procedimientos de seguridad y la relación con la FAA.
El acuerdo entre los Estados Unidos y Boeing es visto como una medida para facilitar voluntariamente acciones que mejores un cambio en la cultura dentro de la empresa. Sin embargo, el suceso del 05 de enero y las últimas auditorías vuelven levantan nuevas preocupaciones.
Suicidio de ex empleado de Boeing
A principios de esta semana, se conoce el aparente suicidio de John Barnett, un ex empleado de Boeing. Recientemente, expresa su preocupación por los problemas de falta de seguridad en la producción.
Barnett trabaja en Boeing por 32 años y deja la compañía en 2017. Antes de dejar la empresa, informa de esfuerzos por plantear problemas en la producción de los aviones, específicamente, de los B787. Barnett había estado en medio de una declaración en una demanda de denunciantes en la fábrica de Charleston.
La oficina del forense de Charleston, Carolina del Sur, dice que Barnett fallece a los 62 años de una herida de bala autoinfligida.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano