Nueva Zelanda confisca las cajas negras del B787-9 de LATAM

Las autoridades de Nueva Zelanda confiscan las cajas negras del Boeing 787-9 (registro CC-BGG) de LATAM involucrado en la emergencia del 11 de marzo. El “evento técnico” mencionado por la empresa, los “fuertes movimientos” más los heridos que deja el incidente obligan a esclarecer rápidamente los hechos.

La Comisión de Investigación de Accidentes de Transportes (TAIC, por sus siglas en inglés) indica que está en proceso de reunir las pruebas relevantes para la investigación. Las tareas obligan a la incautación de las cajas negras que incluyen las grabadoras de voz en cabina y de datos de vuelo.

“TAIC está en el proceso de reunir pruebas relevantes para la investigación, incluida la incautación de las grabadoras de voz de la cabina y de datos de vuelo”, señalan en un comunicado.

La Comisión investigadora de Nueva Zelanda también señala que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Chile es responsable de investigar el incidente de LATAM. En la nota, aseguran que abre una investigación para esclarecer lo sucedido con el vuelo LA800 en conformidad con el Convenio Internacional de Aviación.

TAIC dice que las llamadas "cajas negras" proporcionarán más información sobre la trayectoria del vuelo y comunicaciones entre pilotos.

En un comunicado, DGAC señala que nombrará a un representante acreditado en Nueva Zelanda para investigar el vuelo de LATAM. También menciona que está en contacto con la compañía aérea para reunir toda la información necesaria.

Al cierre de la nota, distintos medios de prensa en Nueva Zelanda como en Chile no logran confirmar si LATAM entrega o no las cajas negras del avión. En su última declaración, la línea aérea asegura que trabaja coordinadamente con las autoridades correspondientes a fin de apoyar las investigaciones sobre lo ocurrido.

Los hechos

El lunes 11 de marzo, el vuelo de LATAM LA800 en ruta Sydney – Auckland (con continuación a Santiago de Chile) sufre un incidente en fase de crucero. Mientras el B787-9 (CC-BGG) vuela sobre el mar de Tasmania a 41.000 pies (FL410) cuando sufre un “fuerte movimiento”.

El suceso deja alrededor de 50 heridos, según reportes de prensa en Nueva Zelanda. Declaraciones de los pasajeros señalan que durante el trayecto no se presentan turbulencias y el vuelo es normal.

En un primer comunicado, LATAM se refiere al suceso como un “evento técnico”. Sin embargo, no precisa en qué consiste. En las siguientes declaraciones deja de mencionar ese término y utiliza las palabras “fuerte movimiento”.

Según algunos reportes recogidos por los pasajeros, uno de los pilotos habría asegurado que pierde información de datos de vuelo. “Mis indicadores simplemente se apagaron, perdí toda mi capacidad para volar el avión”, sería su afirmación.

Los reportes de vuelo no permiten comprobar que el B787-9 de LATAM se ve afectado por fuertes movimientos mientras se dirige a Nueva Zelanda.

Interés por esclarecer el suceso

El “evento técnico” mencionado por la empresa levanta preocupación, al igual que el “fuerte movimiento”. Algunas sospechas sugieren una posible relación con una falla de software reportada en 2015. para los B787.

En la industria aérea también está la preocupación sobre las grabaciones de datos. Las dudas surgen tras comprobarse que los datos de la grabadora de voz del B737-9 de Alaska Airlines que sufre la emergencia el 05 de enero se sobrescriben.

La investigación recién comienza y para ello es fundamental contar con todos los antecedentes. Las autoridades competentes serán las que determinen las causas que derivan en la emergencia del vuelo de LATAM LA800 rumbo a Nueva Zelanda.

Fotografía portada - NTSB (a modo de referencia)

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