Por problemas en la cadena de suministro, Airbus está advirtiendo a sus clientes de nuevos retrasos en las entregas de aviones para el presente año. Para las líneas aéreas, la situación crea desafíos no menores ante la alta demanda de viajes en todo el mundo.
El nuevo retraso en las entregas por parte de Airbus representa un revés para las perspectivas anteriores. Junto con algunas decisiones de los operadores, confirman que los problemas de la cadena de suministro todavía están lejos de ser superados.
En noviembre, Arturo Barreira, presidente de Airbus para las Américas, señala que hay un optimismo en la producción de aeronaves por la capacidad de anticiparse a ciertas situaciones. Sin embargo, reconoce que todavía la cadena de suministro es el gran dolor de cabeza de la industria.
Durante enero 2024, Airbus entrega 30 aviones a 18 clientes. Se trata de un aumento del 50% en comparación con el mismo mes del año anterior. En ese sentido, se confirma los dichos de Barreira en lo que respecta al esfuerzo por normalizar la situación.
Parte de las acciones del fabricante europeo en la materia es incrementar los procesos de producción y utilizar todas las plantas ensamblaje final para cumplir con las entregas. Un ejemplo de esto, es la fábrica de Mobile en Alabama, desde donde Airbus entrega aviones de las familias A220 y A320neo a líneas aéreas de Norte y Latinoamérica. JetSMART y Volaris reciben por ejemplo, aviones de esta planta.
Sin embargo, el nuevo retraso en las entregas por parte de Airbus muestra que la crisis de la cadena de suministro no está superada. De acuerdo con una publicación de Reuters, los retrasos afectarían aviones para el segundo semestre de 2024 que serían entregados en 2025. Asimismo, se espera que también aviones de 2025 también sufran una postergación en las entregas.
Airbus no especifica que modelos estarían afectados con este retraso. Por ser los más demandados, es posible que los pedidos de la familia A320neo estén comprometidos. La situación obligaría a las líneas aéreas a revisar sus proyecciones de capacidad o el retiro de equipos más antiguos y menos eficientes. Algunos operadores están recurriendo al arriendo de aeronaves para atender los problemas que afecta a la industria.
Las demoras en las entregas por parte de nuevos aviones Airbus se une también a otro desafío importante. Para 2024, se espera que muchos equipos de la familia A320neo deberá quedar fuera de vuelo por las inspecciones preventivas que Pratt & Whitney está realizando para los motores PW1100G.
Posible impacto América Latina
Las demoras en las entregas de aviones nuevos por parte de Airbus no es favorable para las compañías aéreas latinoamericanas. Para este año, varios operadores están a la espera de sus nuevos equipos para continuar con sus planes de crecimiento y modernización de flotas.
Entre los clientes de Airbus hay varias líneas aéreas que esperan nuevos aviones para 2024. Tal es el caso de JetSMART, LATAM, Viva Aerobus, Volaris, SKY, entre otras. Las compañías de Indigo Partners están entre las más afectadas por el mantenimiento preventivo de los motores PW1100G. Por lo mismo, necesitan de los nuevos equipos para reducir el impacto en sus operaciones.
Algunas compañías aéreas se han visto en la obligación de recurrir a aviones en dry y wet lease para compensar las demoras en las entregas por parte de Airbus en 2023 y 2024. Tal es el caso de LATAM con los equipos ex Viva Air que se arriendan en 2023. Para afrontar los problemas de la cadena de suministro, la compañía está considerando adquirir algunos aviones de GOL.
SKY tiene contemplado sumar dos A321neo en el primer semestre 2024 y otros A320neo en el segundo semestre de este año. La compañía podría verse afectada por las eventuales demora que informa Airbus. Algo similar ocurre con JetSMART para los mismos modelos.
En México, Volaris tiene proyectado una reducción de capacidad. Viva Aerobus, por parte, recurre al wet lease para compensar la reducción de oferta por los aviones que están detenidos por inspecciones preventivas y también por demoras en las entregas.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano