La llegada de Javier Milei al poder pareciera anticipar un escenario incierto para Aerolíneas Argentinas. La intención del Mandatario electo de privatizar la empresa levanta un ambiente interno más complejo. Los gremios aeronáuticos y los férreos defensores del peronismo o kirchernismo son los que están alentando un escenario conflicto poniendo en riesgo los progresos alcanzados a la fecha.
Pese a que no se conoce plan ni plazos del gobierno de Milei para una privatización de Aerolíneas Argentinas, la mención de la empresa viene levantando ruido en el país trasandino. Los gremios no sólo rechazan la acción privada, sino que también desechan la posibilidad que sean los trabajadores los que asuman la dirección de la principal línea aérea argentina.
Como se advierte tras las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto, el escenario que impone Milei es incierto. Las fallidas experiencias anteriores que terminan vaciando la empresa no ayuda a impulsar una medida lógica desde ciertos sectores argentinos.
Mejores años de Aerolíneas Argentinas
Después de dos décadas turbulentas (1990 al 2010), la gestión pública de Aerolíneas Argentinas logra conseguir los mejores años de la compañía. Para este año, la compañía proyecta ganancias impulsado por un fideicomiso financiero por US$100 millones. El monto está se logra mediante el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES (manejado por La Cámpora) que suscribe la mitad y el resto repartido en Fondos Comunes de Inversión (18,2%) y Cajas, Asociaciones y otras organizaciones (14,6%).
El resultado proyectado es una defensa de la gestión estatal de Aerolíneas Argentinas ante la llegada de Milei. La publicación de proyecciones y cifras favorables en la semana previa al cambio de mando no es casual. Simplemente es un mensaje al nuevo gobierno y también un aliento a los aliados políticos del kirchnerismo para defender los logros.
Independiente de ello, la paz social, la renovación de la flota, el crecimiento de la capacidad, diferentes inversiones permiten devolver la confiabilidad a la empresa. Con esto Aerolíneas Argentinas no sólo logra reducir el déficit, sino que también los aportes del Estado.
Pese a la crisis de 2020, las pérdidas de Aerolíneas Argentinas pasan de los US$667 millones en 2019 a apenas US$48 millones al cierre del primer semestre 2023. Durante 2023, la compañía no requiere el monto asignado del presupuesto de la Nación. Por el contrario, transfiere al Estado AR$176.000 millones contra los AR$6.000 millones que recibe correspondientes al presupuesto 2022. La firma asegura que de ese monto sólo ejecuta un 67%.
¿Cuál es el riesgo que enfrenta Aerolíneas Argentinas con Milei?
A los pasajeros no les interesa la propiedad de la empresa más allá que sea confiable y entregue el servicio que promete. Sin embargo, si es pública lo que interesa es que los recursos sean bien administrados.
Las medidas económicas de Milei no deben ser ajenas a Aerolíneas Argentinas. Si una empresa es eficiente y logra ser rentable es más que bienvenida.
Habitualmente la gestión política en las empresas públicas está sometidas a cuestionamientos. Generalmente son sobredimensionadas (para dar cupos a los correligionarios), tienen gastos innecesarios, malos manejos y escasos resultados financieros, sufren denuncias de corrupción y sus objetivos son dudosos, especialmente cuando responden a temas más políticos. A estos, se agrega el debate de la conveniencia de que el Estado sostenga una empresa y una actividad que puede ser realizada por un privado con mejores resultados y a menores costos.
Bajo el gobierno de Milei, el mayor riesgo de Aerolíneas Argentinas está en el fin de la paz social. Si los gremios aeronáuticos y el kirchnerismo promueven una mayor conflictividad, la línea aérea pone en riesgo la confiabilidad más todo lo alcanzado a la fecha en oferta y calidad de servicio . A fecha de hoy, son estos los “enemigos” de la compañía aérea trasandina.
Por los ajustes que haría un privado es probable que la conflictividad interna y los problemas en las operaciones (por paros u otras medidas de fuerza) aumenten, tal como ocurre en el pasado. Ante este escenario, es posible que no sea el momento para plantear las propuestas que busca Milei para Aerolíneas Argentinas. La situación ideal es que la nueva gestión estatal mantenga lo construido y aplique medidas pro-eficiencia para continuar los progresos alcanzados.
Respecto a los acuerdos alcanzados en temas de renovación de flota y otras alianzas estratégicas no están amenazados bajo el nuevo gobierno. La única excepción es una cierta incertidumbre si el nuevo gobierno decide no pagar los nuevos aviones como los Embraer E195-E2 que llegan en 2024 por el programa austero de gastos. Fuentes en Aerolíneas Argentinas indican que eso no llegará a pasar porque la empresa mejora en sus balances en los últimos años.
La postura de algunos gremios
Los gremios aeronáuticos son los que están levantando la voz contra los intereses de Milei para Aerolíneas Argentinas. Mientras algunos anticipan que la gestión privada es “la muerte de la empresa”, otros prefieren esperar.
“Entregarle la compañía a los trabajadores sería el certificado de defunción para Aerolíneas”, sentencia el kirchnerista Hugo Yasky, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). “Es entregar la empresa a los trabajadores, declarar cielos abiertos y retirarle los aportes del Estado. Esta empresa sin los aportes del Estado no puede funcionar”.
El secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano agrega que con las privatizaciones todo el panorama se complicará. “Viene una noche negra para el país encabezada por este señor que creemos que tiene algún tipo de enfermedad mental y lo lamentable es que la gente lo ha votado”, sentencia según cita La Nación.
Pablo Biró de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) pone cautela y deja entrever que el nuevo gobierno probablemente no llegue a privatizar Aerolíneas Argentinas. “Van a desembarcar, la van a auditar y se van a sorprender gratamente por la forma de operación de la compañía”.
La Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) aboga por una empresa más eficiente y con un balance equilibrado. Ricardo Cirielli, secretario general de la colectividad, llama a un estado de alerta ante la posible privatización. “La Comisión Directiva de APTA seguirá atentamente todos los acontecimientos generados por los miembros del próximo gobierno, que involucren a Aerolíneas Argentinas. Por lo cual, todos y todas deben estar alertas, unidos y atentos”, dice en un comunicado según consta en Clarín.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano