La Asociación Chilena de Helicópteros (ACHHEL) realiza un llamado a las autoridades del país para proteger la infraestructura aeronáutica. La posibilidad de que una decisión judicial civil determine el cierre del Helipuerto de Santiago pone en evidencia la fragilidad de aeropuertos, aeródromos y helipuertos.
Al respecto, la presidente de ACHHEL, Loreto Moraga señala que de confirmarse la decisión el caso puede sentar un mal precedente. El motivo abre la puerta a que se presenten recursos y los jueces no consideren los argumentos técnicos-aeronáuticos que garantizan el funcionamiento seguro de una instalación aérea.
Moraga llama a las autoridades a proteger la infraestructura aeronáutica por el carácter esencial que tienen. Ante la reducción de aeródromos en la capital chilena y un mayor uso de aeronaves para transporte privado como herramientas de servicio público, urge mantener -y a futuro- ampliar las instalaciones considerando la convivencia con la ciudad.
“Es muy importante que las autoridades sectoriales incluyan la protección y desarrollo de infraestructura aeronáutica dentro de la planificación urbana”, dice la presidente de ACHHEL. “Además de ser estratégica, constituyen centros de servicios que generan actividad económica”.
Para garantizar el desarrollo armonioso de la ciudad con la infraestructura aérea, ACHHEL plantea la necesidad de armonizar las operaciones aéreas con la población circundante con medidas de mitigación. Para ello, existen normas determinadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la propia normativa aeronáutica.
“Lo que corresponde es determinar con precisión cómo aplican esas normas y disponer medidas que atenúen consecuencias justamente para no afectar los derechos fundamentales”, agrega.
Más convivencia con la aviación
Para ACHHEL, las ciudades chilenas deberán prepararse para un incremento de la actividad aérea. Esto, obligará a las autoridades a trabajar de manera más coordinada y en línea con el sector aéreo en el diseño y planificación de aeródromos, aeropuertos y helipuertos.
En los próximos años, la industria aérea espera la puesta en servicio de las aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL, por sus siglas en inglés). Las nuevas unidades lo que implicará más infraestructura aeronáutica. Por sus características, los nuevos equipos están pensados para volar cortas distancias como especie de taxis aéreos. Su operación está pensada para dentro de radios urbanos para mitigar los desplazamientos terrestres.
“Las operaciones de eVTOLs o aeronaves de vuelo vertical de cero emisiones que requerirán de “vertiports”, reutilizando los actuales helipuertos para sus operaciones”, dice Moraga. “Debemos desde ya preparar la ciudad para eso“.
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