Como parte de la campaña para viabilizar el uso de los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), Delta y Airbus conforman la iniciativa “Americanos por una Aviación con Combustibles Limpios” (ACAF). Se trata de una coalición multisectorial que reúne agricultores y productores de combustibles para promover los beneficios económicos del uso del SAF.
Además de Delta, participan de la coalición Airbus, Corteva Agriscience, Exxon Mobil, Growth Energy, National Business Aviation Association y Midwest Soybean Collaborative (incluidas las asociaciones de soja en los Estados de Indiana, Iowa, Missouri y Ohio).
"Construir el mercado para SAF y otros combustibles de aviación limpios tiene beneficios que van mucho más allá de su importante huella climática y ambiental", señala Cherie Wilson, vicepresidenta de Delta para Asuntos Gubernamentales y Sostenibilidad.
A fecha de hoy, los Estados Unidos es uno de los mercados que lidera la producción y compra de SAF en comparación con otras regiones. Sin embargo, en la industria aérea señalan que todavía no es suficiente para atender el volumen de operaciones de las líneas. El escenario es más crítico en otras regiones del mundo.
El precio es la barrera más importante para asegurar la compra. Delta señala que los precios del SAF son entre dos a cuatro veces más caro que el combustible para aviones convencional. Por lo tanto, hay pocos incentivos para adquirirlo. A nivel de industria se busca una agenda conjunta con los Gobiernos con políticas públicas para impulsar la producción.
SAF catalizador de empleos
En un informe reciente del Grupo de Acción del Transporte Aéreo (ATAC), la industria del SAF se podrían crear o mantener hasta 14 millones de empleos en todo el mundo. Por lo tanto, puede ser una industria para impulsar empleos en distintos países y también de la economía.
Según ATAC, alrededor de 1,4 millones de puestos de trabajo se crearían en las propias instalaciones de producción. Otros 12,6 millones de puestos de trabajo se generarían en la construcción de esas instalaciones, la recolección de materias primas y la cadena de suministro.
“La producción a gran escala de SAF puede convertirse en el combustible que ayude a impulsar el motor económico de Estados Unidos mediante la creación de empleos bien remunerados en los sectores agrícola, de producción de materias primas, de generación de energía, de construcción y de manufactura”, agrega Wilson.
¿Por qué la industria aérea insiste en los SAF?
Los SAF son las opciones más inmediatas para avanzar rápidamente en la descarbonización de la aviación. Pueden reducir las emisiones de CO2 hasta en un 80% sin comprometer la cadena alimenticia humana y de animales. Además, se pueden utilizar en las actuales aeronaves.
Las distintas pruebas de uso de SAF confirman que no representan riesgos a la seguridad. La semana pasada, Virgin Atlantic realiza un vuelo con 100% de este nuevo tipo de combustible sin reportar ningún inconveniente. Otras líneas aéreas como Emirates también realizan vuelos demostrativos similares.
Otros tipos de combustibles como el hidrógeno verde o motores eléctricos todavía tienen un horizonte temporal lejano para una utilización masiva y en todo tipo de aeronaves. Requieren numerosas pruebas de nuevas tecnologías con el desarrollo de nuevos tipos de motores.
Los SAF están disponibles en la actualidad. Su producción se puede asegurar utilizando prácticas agrícolas regenerativas, energías renovables in situ y otros mecanismos. Ante una agenda política de los Gobiernos por avanzar en la descarbonización, la industria aérea insiste en la generación de políticas públicas en la materia.
Apenas 10% de operaciones con SAF
Delta está trabajando en distintos frentes en sostenibilidad. Además de renovar la flota con equipos de nueva generación, los equipos de Sostenibilidad Global y Combustible de la línea aérea buscan catalizar la inversión y estimular la producción de SAF.
Con distintos acuerdos, Delta comprará SAF al productor cuando este disponga, sujeto siempre a ciertas condiciones. Hasta la fecha, Delta ha firmado acuerdos de consumo por más de 200 millones de galones de este nuevo combustible sostenible. A la fecha, Delta dice estar a mitad de camino para apenas lograr el abastecimiento del 10% de las operaciones con SAF para fines de 2030. Pese a esta meta, en la empresa con sede en Atlanta aseguran que siguen comprometidas con la carbono neutralidad para 2050.
Fotografía portada - Delta