El pasado 12 de noviembre, la Base Aérea El Bosque de la Fuerza Aérea de Chile abre sus puertas a más de 50 mil espectadores y entusiastas de la aviación en un evento que marca el regreso de la jornada después de 12 años. A pesar de las condiciones meteorológicas desafiantes, la jornada fue un éxito, fortaleciendo los lazos entre la Fuerza Aérea y la comunidad.
La exposición cuenta con una variedad de más de 30 aeronaves en exhibición no solo de la Fuerza Aérea de Chile. La diversidad se extiende más allá de las fronteras de la Fuerza Aérea, con la participación de unidades del Ejército, PDI, Armada, Club Aéreo de Santiago y el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio. Además, destacaron stands de la Escuela de Aviación, Comandos, el Sistema Nacional Satelital, la Municipalidad de El Bosque y tiendas de souvenirs.
Desde helicópteros como el Bell 412, AS350B3, Airbus Helicopters H125, EC-135, hasta el imponente MH-60 Blackhawk y el versátil Bell 206 fueron parte de la variada gama representada en las alas rotatorias. En lo que aviones respecta destaca la presentación estática de un F-16 Fighting Falcon destinado a labores de entrenamiento de mecánicos junto a su potente motor General Electric F110, un A-29 Super Tucano proveniente desde iquique, el avión presidencial Boeing 737-500, Gulfstream GIV, SR-22 Cirrus, T-35 Pillán y un Cessna Caravan de la Brigad de Aviación del Ejército de Chile.
Uno de los momentos culminantes fue la demostración de acrobacia aérea de la Escuadrilla Halcones, quienes deslumbraron con sus aviones Gamebird GB-1 a través de arriesgadas maniobras como el loop, roll, espejo, tirabuzón, cruce filo de cuchillo, lomcevak, el tradicional corazón y la infaltable estrella. También se realizaron demostraciones aéreas de helicópteros Bell 412 en tareas de extinción de incendios usando un Bambi Bucket, así como un MH-60 “Blackhawk” exhibiendo sus capacidades de transporte táctico, con comandos realizando descensos en cuerda.
Los amantes de la velocidad y la destreza aérea quedaron asombrados con la exhibición del F-16 Fighting Falcon, que deleitó a todos con su potente motor y maniobras impresionantes. Como cierre espectacular, un avión E-3D Sentry de alerta temprana sorprendió a la multitud con su vuelo a baja altura.
A pesar de los desafíos climáticos, la jornada de puertas abiertas no solo cumplió con las expectativas, sino que también reforzó la relación entre la Fuerza Aérea y la comunidad local. Este evento singular no solo ofrece una visión fascinante de la aviación militar y civil, sino que también fomentó el entendimiento y la conexión entre las fuerzas armadas y la sociedad a la que sirven.
Fotografías: Simón Blaise O.