El resultado de la licitación de frecuencias Santiago – Lima sigue dando que hablar. La disconformidad de JetSMART con el resultado con la adjudicación para la competencia de las 13 frecuencias aéreas entre las dos capitales amenaza con complicar el proceso.
Según JetSMART, la licitación de las frecuencias subastadas favorece a quienes ostentan la mayor posición de mercado y mayor cantidad de frecuencias. Por lo tanto, la empresa concluye que hay un riesgo de acaparamiento sin ser utilizadas.
En su crítica, la línea aérea de ultra bajo costo (ULCC, por sus siglas en inglés) señala establecerá todos los cursos de acción tendientes a que el Estado invalide este proceso de licitación. Para ello, argumenta que el proceso nunca debió llevarse a cabo porque existe una consulta en curso ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por la composición del mercado. Pese a ello, la Junta Aeronáutica Civil (JAC) decide perseverar en el proceso.
De proceder ULCC de Indigo Partners con recursos para invalidar procesos de licitación podría derivar en una mayor judicialización del mecanismo de selección. Como consecuencia, puede abrir la puerta para que otras licitaciones de frecuencias aéreas también puedan revisarse en caso de que algún oferente esté disconforme con el resultado.
Una mayor judicialización también agregaría incertidumbre a todo el sistema. Para la industria aérea, atentaría contra la búsqueda de procesos más rápidos y la menor burocracia que es lo que se pide en cada instancia.
La licitación de frecuencias aéreas – como Santiago – Lima- pretende asegurar que el oferente realmente las utilice. Con este fin, la licitación supone que la empresa u organización que más desembolse, más interés tiene en recuperar la inversión. Por lo tanto, estará más dispuesto a operar la ruta.
La distribución de las frecuencias Santiago – Lima quedan en un 66,6% para LATAM y un 27,0% para SKY. JetSMART contará con 5,7% de las frecuencias existentes tras perder nueve de las 14 frecuencias que tiene. Además, la ULCC está complicada por el vencimiento en abril de 2024 de las cinco frecuencias que les queda.
Postura de la JAC
A través del Diario Financiero, se conoce la postura de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) de Chile. El organismo dependiente del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones reconoce la polémica, pero defiende la licitación de las frecuencias aéreas como parte de las acciones para asegurar mayor competencia.
Según su secretario general, Martin Mackenna, el proceso es transparente y público. Respecto a las solicitudes para que se postergue y se suspenda asegura que se rechazan en cinco instancias por distintos tribunales. Por lo tanto, el organismo decide proseguir.
Proceso caro
La licitación de frecuencias aéreas Santiago – Lima es uno procesos más caros. Los vencedores (LATAM y SKY) llegan a ofrecer más de CLP4.000 millones.
De acuerdo con el acta, LATAM ofrece hasta CLP318 millones por una frecuencia, mientras que JetSMART oferta CLP30 millones. SKY se ubica en un rango intermedio entre los CLP60 millones a CLP400 millones. Las ofertas más altas de la compañía de Indigo Partners no superan los CLP73 millones.
JetSMART asegura que ofrece más que en otras licitaciones para la misma ruta cuando desembolsa CLP473 millones. Sin embargo, no consigue obtener las frecuencias que desea por lo que pierde nueve de sus 14 frecuencias. No se descarta que la presión financiera que tiene la ULCC para ser rentable pueda haber condicionado las ofertas económicas.
Presión por los cielos abiertos
La polémica y amenaza por una mayor judicialización de la licitación de frecuencias Santiago – Lima abre la puerta a buscar soluciones. A nivel de industria, la mejor solución es contar con cielos abiertos entre Chile y el Perú porque beneficiaría a incrementar los niveles de conectividad entre los dos países y más allá.
Actualmente, el acuerdo aéreo entre Chile y el Perú considera 84 vuelos semanales con derechos de 3ª y 4ª libertad, 14 vuelos semanales con derechos de 5ª y 6ª libertad. Además, hay cielos abiertos de 7ª libertad para el transporte aéreo de carga y apertura unilateral de cabotaje por parte de Chile.
Para vuelos de 3ª y 4ª libertad entre Lima y Santiago y cinco puntos adicionales a ser definidos en cada país. Los puntos en el Perú son: Arequipa, Iquitos, Piura y Trujillo, más uno por acordar. En el caso de Chile son: Arica, Iquique, Antofagasta, Calama e Isla de Pascua.
Chile cuenta y promueve con una política de cielos abiertos desde 1979. Se trata de una política de Estado que los distintos gobiernos mantienen por ser beneficiosa para el país. Por lo tanto, el mejoramiento de la competencia viene por parte del Perú. Los cielos abiertos suponen beneficios económicos y sociales para los dos países.
En Diario Financiero, el secretario general de la JAC expresa la voluntad para buscar alternativas que permitan disponer de más frecuencias para la competencia.
Fotografía portada – Simón Blaise