Ayer, 23 de octubre, se realiza la licitación de 13 frecuencias aéreas para la ruta Santiago – Lima por parte de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) de Chile. Las ofertas económicas destacan por ser una de las más altas en el último tiempo lo que confirma el interés de los operadores aéreos chilenos por esta ruta estratégica.
LATAM es la línea aérea vencedora de la licitación al adjudicarse 10 frecuencias con un desembolso de cerca CLP3.000 millones. Como resultado, dispone desde hoy 56 frecuencias en la ruta Santiago – Lima.
SKY obtiene las tres frecuencias restantes al ofertar CLP1.052 millones. Desde hoy, tiene 23 frecuencias adjudicadas entre las capitales chilena y peruana.
JetSMART es la gran perdedora. Al no obtener ninguna frecuencia en la licitación, pierde nueve de sus 14 frecuencias quedando con sólo cinco. Para la compañía perteneciente a Indigo Partners representa un fuerte revés en su plan de expansión.
En el sector comentan que habrá una reducción de la competencia y existirá un impacto en los pasajeros por la posición dominante en el mercado de algunos operadores. Algunos cuestionan el mecanismo para otorgar las frecuencias porque favorece a la concentración del mercado por parte de los actores con mayor cantidad de recursos y al propio Estado.
La licitación de frecuencias entre Santiago y Lima de la JAC se realiza en conformidad con el Decreto Ley N°2.564 de 1979. En el proceso se explican las Bases de Licitación (BALI) y el reglamento establecido. Las frecuencias se otorgan por un plazo de cinco años.
Altos valores
Una de las características de esta última licitación de frecuencias entre Santiago y Lima son las altas ofertas. En esta ocasión, LATAM ofrece hasta 10 veces el valor a la propuesta económica de JetSMART.
De acuerdo con el acta, LATAM ofrece hasta CLP318 millones por una frecuencia, mientras que JetSMART oferta CLP30 millones. SKY se ubica en un rango intermedio entre los CLP60 millones a CLP400 millones. Las ofertas más altas de la compañía de Indigo Partners no superan los CLP73 millones.
La estrategia de LATAM en esta licitación es realizar altas ofertas económicas por las primeras frecuencias. De esta manera, se asegura la colocación futura de mayor capacidad. SKY y JetSMART, por el contrario, elevan los montos de la subasta a medida que avanza la licitación con la intención de no perder mercado.
Las ofertas en años anteriores son significativamente con menores propuestas económicas. En 2018, por ejemplo, las ofertas entre SKY y JetSMART son similares. Sin embargo, se mantiene el escenario del último concurso: destaca el alto valor de la oferta económica de LATAM y una significativamente menor de los competidores. LATAM llega a ofrecer un valor máximo de CLP153 millones, SKY CLP46 millones y JetSMART CLP36 millones.
Ruta estratégica
La licitación de frecuencias busca asegurar su operación. El supuesto es que mientras más alta sea la disposición a pagar por una frecuencia, hay una mayor probabilidad de que se opere porque se debe recuperar dicha inversión.
La ruta Santiago – Lima es estratégica por las conexiones. Todas las compañías aéreas chilenas dependen del Perú por la posición geográfica que tiene el país, la cantidad de rutas y la posibilidad de operar a todo el continente de una manera más eficiente en comparación con Chile.
LATAM, SKY y JetSMART tienen hub y base en Lima. Las tres administran conexiones domésticas e internacionales, independiente si su modelo es LCC, realiza comercialización de tramos punto a punto o en conexiones. Disponer de mayor cantidad de frecuencias es clave para asegurar la alimentación de los vuelos más allá de Lima, fortaleciendo la operación. La alimentación de las rutas de JetSMART a Colombia está en riesgo, por ejemplo.
La reducción de JetSMART en la ruta Santiago – Lima la priva de oportunidades de crecimiento que quedarán en principalmente en LATAM y en menor medida en SKY. Sin embargo, sorprende las menores ofertas económicas en comparación con sus competidoras pese a pertenecer a un gran fondo de inversión como es Indigo Partners.
No se descarta que la presión financiera sobre JetSMART para ser rentable pueda haber condicionado las ofertas económicas. De darse ese supuesto, es posible que la compañía apueste a estas rutas siguiendo la filosofía clásica de las LCC: hacer lo más que se pueda con la menor cantidad de recursos.
La empresa del fondo estadounidense también está complicada por el vencimiento de la licitación de las cinco frecuencias que le quedan. Al vencer en abril de 2024, existe un alto riesgo de salir de ese mercado ya que no tiene la seguridad de volverlas a obtener.
JetSMART critica la licitación
Tras conocerse los resultados, JetSMART considera que esta licitación de frecuencias no se debiera haber realizado. El motivo es la existencia de una consulta en curso ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) respecto de la pertinencia de que exista hoy una disparidad entre los actores del mercado nacional.
JetSMART explica que dos de las tres líneas aéreas ostentan frecuencias indefinidas y frecuencias de plazo definido. Esta realidad hace que el mercado ya sea inequitativo, proteccionista, e inflexible ante la entrada de mayor competencia.
“Hoy JetSMART es el único actor que debe pagar por todas las frecuencias que utiliza, pues no cuenta con frecuencias indefinidas como los otros dos actores nacionales”, declaran.
La crítica es al modelo de licitación en un mercado limitado por la cantidad de frecuencias. Aseguran que el sistema de otorgamiento privilegia a actores más grandes y con mayores recursos económicos.
“Es urgente revisar el modelo de subasta e identificar los elementos fundamentales que aseguren la competencia en el mercado y eviten la existencia de un sistema inequitativo para los actores de la industria”, añaden.
JetSMART pide al Estado de Chile revisar el modelo de licitación de frecuencias y dialogar con el Perú para eliminar de manera absolutas las restricciones de vuelo y permitir los cielos abiertos. La compañía establecerá todos los cursos de acción tendientes a que el Estado invalide este proceso de licitación.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano