Una falla de sistemas en la torre de control del aeropuerto de Santiago es la antesala de la nueva movilización de los controladores aéreos en Chile. Para el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo es un ejemplo de la situación delicada por la que reclaman soluciones.
La falla en la torre de control de Santiago ocurre a las 17:20 horas y se extiende por 30 minutos. Como consecuencia, los controladores aéreos vuelven a los mecanismos antiguos de comunicación con las franjas, aunque alertan que si la falla continúa por más de 40 minutos se perderán las comunicaciones con las aeronaves.
“Cuando pregunten por qué nos vamos a paro, es por este tipo de situaciones”, dice un controlador aéreo.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) reconoce la existencia de la falla en la torre de control del aeropuerto de Santiago. En su explicación dicen que la caída del sistema se produce por un corte de energía eléctrica imprevisto que ocurre durante un mantenimiento programado. El inconveniente se resuelve con máxima prioridad y se aplican los procedimientos internos necesarios para asegurar las coordinaciones del servicio de tránsito aéreo.
“Lamentamos los inconvenientes que esta situación pudo haber producido”, dice la autoridad aeronáutica.
Equipos antiguos en torres nuevas
Junto con la antigüedad de muchos equipos, uno de los principales problemas que presentan los servicios de tránsito aéreo en Chile son las fallas en las comunicaciones y la transmisión de datos. El Colegio de Tránsito Aéreo comenta que el sistema se cae y la recuperación no es inmediata a pesar de ser una herramienta clave para la seguridad.
Para los controladores aéreos de Chile, es fundamental tener equipos redundantes y comunicaciones propias. Si bien no se oponen a la gestión privada, indican que aspectos claves como la seguridad aérea no puede estar sujeta sólo a un proveedor.
La falla en los sistemas de transmisión de datos y las comunicaciones son un grave riesgo a la seguridad aérea. Si se pierden las condiciones (visualización) no se pueden dar instrucciones a la aeronave. complica cuando hay contingencias o aparece una situación específica.
Los puntos más críticos son las áreas terminales (TMA, por sus siglas en inglés) como Santiago. En estas zonas de control, hay una mayor presencia de aeronaves que están en fases críticas como despegue, ascenso, aproximación y aterrizaje. Por lo tanto, se requieren comunicaciones rápidas y sistemas fiables.
Los controladores indican que las principales inversiones están las concesiones que construyen nuevos edificios como las torres de control, por ejemplo. Sin embargo, eso no se traduce en equipamiento moderno que debe ser también renovado.
Nueva jornada de movilización
Para el jueves 26 de octubre, los controladores aéreos realizarán una nueva jornada de movilización. La protesta se efectuará aplicando demoras a los vuelos comerciales repitiendo las acciones del 06 de octubre. Sin embargo, el bloque de demoras pasará de 4 a 8 horas. Como consecuencia se esperan el doble de vuelos demorados y más vuelos cancelados. La jornada de movilización afectará el inicio del extenso fin de semana largo en Chile.
“Esta acción mantendrá las mismas características que la movilización anterior, pero se extenderá por un doble de tiempo, pasando de 4 horas a 8 horas, desde las 09:00 hasta las 17:00 horas, en todos los aeropuertos del país”, explica el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo. “Esta decisión se toma, nuevamente, como un paso necesario ante la falta de respuesta por parte de las autoridades a los problemas críticos que hemos planteado”.
El gremio anticipa que de no obtener respuestas satisfactorias de parte de las autoridades continuarán escalando sus movilizaciones. “Continuaremos luchando por el bienestar de la aeronavegación y la seguridad de todos”, sentencian.
IATA pide solución
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) hace un urgente llamado al Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo de Chile, a la DGAC y al Ministerio de Defensa para que tomen todas las medidas necesarias para evitar el paro.
De concretarse esta nueva medida de fuerza habrá un impacto incalculable negativo para las personas y el tráfico aéreo. Además, anticipan que habrá pérdidas millonarias al turismo y perjudicará la imagen de Chile.
“Reconocemos la gran labor que realiza la DGAC, trabajando día a día por la seguridad aérea en cada uno de los aeropuertos de Chile, con altos estándares que han hecho posible que goce de prestigio internacional”, dice IATA. “Sabemos que las mesas de negociaciones continúan y esperamos que este conflicto se resuelva lo antes posible”.
Fotografía portada - Simón Blaise