Más problemas complican el relanzamiento estatal de Mexicana

La presencia elementos de competencia desleal desde el Estado no son los únicos problemas que complican el relanzamiento de Mexicana de Aviación. En los últimos días se conoce los problemas para avanzar con la venta de boletos que hasta nuevo aviso está suspendida.

A principios de octubre, Mexicana como nueva línea aérea estatal inicia la venta de pasajes. Sin embargo, al poco tiempo debe suspender la venta hasta nuevo aviso. La cancelación de la venta representa el primer e importante revés de parte de quienes pretenden dirigir la empresa.

El problema de la venta de boletos responde a que Mexicana no cuenta con el Certificado de Explotador de Servicios Aéreos o Certificado de Operador Aéreo (AOC) que debe otorgar la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). La situación es compleja dado que el proceso para obtenerlo toma tiempo por los requisitos que debe reunir el operador.

De acuerdo con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Mexicana debe comenzar a operar a partir de diciembre. Con una flota de 10 Boeing 737-800 -cuya procedencia todavía se desconoce-, espera atender 20 destinos en México. En todos, asegura que ofrecerá boletos a un precio de 20% inferior respecto a la competencia.

Para obtener el AOC, el operador solicitante debe demostrar capacidad técnico-operacional y capacidad financiera. Entre los requisitos que debe cumplir está la estructura orgánica de la empresa, las aeronaves, los talleres de mantenimiento o el proveedore que brindará dichos servicios, rutas, tarifas, frecuencias, entre otros.

El periodo para obtener el AOC es variable. Dependerá si el operador solicitante reúne y cumple todos los requisitos que la autoridad exige. Además, se debe contemplar posibles objeciones que deberán ser revisadas. Hay casos que los trámites son rápido, pero pueden tomar un año o más.

Según A21, la nueva Mexicana no tiene las tripulaciones suficientes contratadas y menos tiene realizada la capacitación. Tampoco no habría organización adecuada para operar vuelos regulares.

Sin concesión

Otro problema que afecta a Mexicana de Aviación es la ausencia de una concesión. En la legislación mexicana, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) debe otorgar la concesión al operador aéreo que debe estar informada en el Diario Oficial de la Federación.

La Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) encargada de administrar la Mexicana estatal todavía no recibe esta concesión. Por consiguiente, tampoco puede funcionar como empresa lo que sería otra cláusula que impide la venta de los pasajes aéreos.

Mexicana contra el tiempo

Mexicana de Aviación está con viento en contra. Hasta el momento, las fallas en la administración pública mexicana de cumplir con la propia normativa y garantizar una competencia sana con el resto de los actores dificultan el despegue de esta nueva línea aérea.

El Presidente López Obrador asegura que estará en el primer vuelo de la nueva Mexicana en diciembre. La operación será simbólica para su gestión: operar desde el aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA, como lo conocen los mexicanos) hasta el nuevo aeropuerto de Tulum en la Riviera Maya en la línea aérea pública que evoca a la antigua empresa (por el momento sólo en nombre).

Con los tiempos apremiantes, existe incertidumbre si la nueva empresa despegará en conformidad a la normativa o retrasará su inicio hasta cumplir con el debido proceso. Operar fuera de la legislación implicaría una afección a la Ley de Aviación Civil a la Ley de Vías Generales de Comunicación, pudiendo incluso comprometer la seguridad aérea.

Fotografía portada – Presidencia de México

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