Argentina firma con Noruega un compromiso de compra por cuatro Lockheed PC-3C/N Orion. Se trata de un plazo clave para la recuperación de capacidades aéreas y podría constituir la antesala en lo que respecta para la compra de F-16.
Los P-3C/N permitirán a Argentina recuperar sus capacidades de vigilancia marítima, así como de búsqueda y rescate. Para el país, la aeronave es conocida (modelo P-3B) por lo que no supone un mayor desafío. A fecha, ninguno de los aviones está operativo.
“Estos aviones cuentan con una capacidad de observación particular y además tienen una gran autonomía lo que les permite volar durante muchas horas, siendo muy útiles para la vigilancia y el control de nuestro mar territorial y sobre todo de nuestra zona económica exclusiva.También serán de mucha importancia para el sistema de búsqueda y rescate”, afirma ministro de Defensa, Jorge Taiana.
De acuerdo algunas fuentes del sector de defensa, la compra está asegurada con la firma del acuerdo y con el respaldo de los Estados Unidos. Además, se menciona que pilotos argentinos estarían en proceso de capacitación en Jacksonville.
“Estos cuatro aviones son centrales para la Fuerza, ya que permiten la permanencia casi continua en lo que son nuestras áreas de interés, gracias a la enorme autonomía que poseen, a los sistemas radares con los que cuentan y algunos otros elementos técnicos que pensamos agregar mediante el desarrollo nacional”, agrega el almirante Julio Guardia, jefe de la Armada Argentina.
La adquisición de los P-3C/N son versiones más modernas que las anteriores utilizadas por Argentina. Su llegada no sólo representará una recuperación de capacidades, sino que también una actualización para el resguardo de las costas.
La adquisición también incluye todo el sistema de mantenimiento, los accesorios y repuestos, bancos de prueba y componentes. Todos los equipos y repuestos se trasladarán desde Noruega hacia la Base Aeronaval Almirante ZAR, ubicada en Trelew, provincia de Chubut.
Aprovechando oportunidades
Argentina aprovecha las oportunidades de la renovación de material aéreo de Noruega. El país nórdico retira sus P-3C/N para dar paso a la incorporación de los Boeing P-8 Poseidon.
La oferta por los P-3C/N se conoce a principios de año. En febrero, el jefe del Estado Mayor, general de la Armada Argentina, almirante Julio Guardia, da a conocer que el proceso de evaluación y negociación por estos equipos noruegos. La compra está avaluada en US$108 millones.
A fines de junio 2023, Noruega retira todos sus P-3. Las últimas unidades corresponden a dos P-3C basados en Andoya. Ese país opera cuatro P-3C y dos PC-3N.
Argentina espera destinar tres aviones estrictamente para patrullaje marítimo. La cuarta aeronave podría tener un más militar dado que contaría con capacidades para la guerra anti-submarina.
No se descarta que el país pueda utilizar una de sus antiguas aeronaves P-3B como fuente de repuestos para los nuevos Orion. Una de las aeronaves está en proceso de recuperación en las instalaciones de la Fábrica Argentina de Aviones (FADeA). En febrero, el almirante Guardia menciona la búsqueda de homologación necesaria, por ejemplo, en la unión de alas.
¿Anticipo para la compra de F-16?
La firma del acuerdo de compra con Noruega por los PC-3C/N no sólo es importante para la recuperación de las capacidades aéreas de vigilancia marítima. La adquisición podría ser la antesala de la posible compra de los F-16 a la Fuerza Aérea de Dinamarca.
Tras la firma del documento de Transferencia a Terceros (TPT, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos a Dinamarca la semana pasada, la decisión de compra de los F-16 está en manos del gobierno argentino. Todavía no está claro cuándo se podría concretar la firma de compra.
Argentina todavía evalúa las ofertas de China por el Chengdu JF-17 e India por el HAL Tejas. Ambas son alternativas interesantes para el país. Sin embargo, desde una perspectiva geopolítica la compra de los P-3C/N a Noruega podría marcar una cierta alineación con la oferta estadounidense considerando que tanto estos aviones como los F-16 prácticamente se autorizan en paralelo.
En medio de la coyuntura política electoral la actual administración podría dejar encaminada la compra de los F-16 antes de un eventual cambio de gobierno, tal como ocurre con los P-3. De proceder, podría atribuirse la renovación de material aéreo y recuperación de capacidades como fruto directo de su gestión.
Fotografía portada – Ministerio de Defensa de Noruega