Países latinoamericanos logran rápida repatriación de sus ciudadanos desde Israel, pese a una limitada capacidad

Con despliegue casi inmediato varios países latinoamericanos consiguen la repatriación de sus connacionales desde la zona en conflicto en Israel. Las operaciones se realizan pese a los recursos y capacidad limitada de las Fuerzas Armadas. La falta de aviones de transporte, por ejemplo, es un reflejo de ello.

A menos de tres días de estallar el conflicto con la incursión de Hamas a Israel y el bombardeo que este país hace a Gaza, tres países coordinan esfuerzos para la repatriación de sus ciudadanos. Posteriormente, se agregan otros cuatro más. Todos los hacen con sus propios recursos y hasta el momento de manera exitosa, pese a no contar con una capacidad apropiada.

En menos de una semana, Brasil, Chile, Argentina, México, Colombia, Perú y Uruguay logran transportar sus connacionales. La decisión política de los gobiernos, la coordinación cívico-militar con la disposición de la capacidad existente y una apropiada canalización de la información ante embajadas o misiones consulares, permiten llevar a cabo las misiones repatriación sin ningún inconveniente.

El rápido despliegue contrasta incluso con el de países de Europa o Norteamérica. Pese a sus cercanías o contar capacidad y recursos muy superiores a sus pares latinoamericanos no efectúan misiones de emergencia inmediata. Quizás el caso de España es la excepción, y que el resto de los países determinan misiones de repatriación posterior al desembarco de los equipos latinoamericanos.

Respuestas por país

Brasil es el primero que responde y el más preparado. Desde la compra de los Airbus A330 MRTT (KC-30 en su designación local) su capacidad se ve incrementada, y el gigante sudamericano es el que atiende la emergencia con un amplio despliegue. Es el único país que al momento tiene una capacidad de transporte de alcance intercontinental. Además, suma al Embraer KC-390 que destaca por su configuración con asientos para pasajeros, y dos Embraer E190.

Chile también cuenta en menor grado con esa capacidad, pero la ausencia de su único Boeing 767-300ER se hace notar para este tipo de emergencias. Actualmente, la aeronave está en Atlanta en un proceso de mantenimiento, sin conocerse información de cuando vuelve a estar operativo.

Para el vuelo humanitario hasta Israel, Chile recurre al único B737-300C diseñado para tramos cortos, más un C-130H Hércules como apoyo logístico en vuelos dentro de Europa y luego de retorno. Ambas aeronaves regresan al país el sábado 15 de octubre completando con éxito la evacuación de los ciudadanos chilenos desde Israel. El gobierno ha declarado que se encuentran preparados en caso de requerirse nuevamente las aeronaves para nuevas evacuaciones.

Otro país que podría contar con esa capacidad es Colombia con su B767-200SF “Júpiter”. Sin embargo, algunos fuentes señalan que está en una situación limitada al igual que Chile. La diferencia está en que cuenta con mayor cantidad de aeronaves de transporte con los B737-700, los cuales poseen a la vez una mayor autonomía.

México cuenta con Fuerzas equipadas. Si bien no dispone de aviones con capacidad intercontinental, su ubicación geográfica permite sortear el factor alcance sin mayores inconvenientes con los dos B737-800 que envía.

El caso de Perú es bastante similar al de los otros países de la región, el cual ha enviado su avión Boeing 737-500 que arriba a Tel Aviv el día 13 de octubre. Perú es otro país que no posee capacidad de transporte intercontinental.

Tanto Argentina como Uruguay recurren en primera instancia a las capacidades limitadas, aportadas por los aviones de transporte de la familia C-130 Hércules. Este último con los recientemente adquiridos KC-130H al Ejército del Aire Español, avión que ha sido de gran uso desde su incorporación.

Al momento de esta publicar esta nota, un Boeing 737-700 de la Fuerza Aérea Argentina se encuentra en vuelo hacia Israel para seguir evacuando a ciudadanos argentinos.

El C-130 es una aeronave de transporte militar con características multipropósito. Si bien puede transportar personas, no está diseñado para viajes de larga distancia de pasajeros. No obstante, ante la emergencia es también una solución, especialmente por su capacidad para operar en cualquier escenario.

La repatriación de los ciudadanos constituye otro ejemplo de la importancia de contar con material aéreo apropiado. Por su carácter multipropósito, las aeronaves de transporte son una solución con la que deben contar con los países. Pese a estar operados por Fuerzas Armadas y formar parte de los presupuestos de defensa, son equipamientos al servicio civil.

Decisiones postergadas

Nuevamente, un hecho fortuito como la evacuación de connacionales ante un inminente conflicto militar pone en evidencia decisiones postergadas de los Estados. En las últimas décadas, el equipamiento de las Fuerzas Armadas es un tema difícil de abordar por recursos, situaciones particulares de las instituciones, pero también por la falta de liderazgos fuertes para asumir los costos políticos que esto significa.

La ausencia de conflictos armados en la región también influye. La concepción antigua de seguridad nacional -referido sólo a las amenaza tipo armado-, hace que dotar de nuevo equipamiento a las Fuerzas Armadas no sea algo prioritario, especialmente, ante otras necesidades “más urgentes” de la población.

En la región, los distintos sectores políticos parecen no comprender el rol de las Fuerzas Armadas: la protección civil. En el mundo contemporáneo, las amenazas a la seguridad provienen de factores civiles como el terrorismo, crimen organizado, fenómenos sociales, temas de salud, factores climáticos, etc. Estos se suman a la amenaza tradicional asociada con lo militar que no desaparece. Por lo tanto, se requieren de equipamiento destinado para la protección civil.

El salto de Brasil

En 2022, Brasil se diferencia del resto de los países latinoamericanos al comprar dos Airbus A330-200 (ex Azul) para convertirlos en MRTT, aviones multirol de transporte y tanquero. La decisión política deriva de una emergencia y amenaza a la seguridad no militar sino que de salud pública.

El motivo de la compra de los nuevos aviones de transporte es el traslado del equipamiento médico al Amazonas y otras zonas alejadas o de difícil acceso para atender los casos de COVID-19. Ante la falta de un avión de transporte adecuado, la Fuerza Aérea Brasilera (FAB) utiliza en su momento los C-130 y los KC-390 para dar el apoyo logístico. Sin embargo, la capacidad desplegada es considerada insuficiente, por lo que urge incorporar aeronaves con características y prestaciones superiores.

KC-30 de la Fuerza Aérea de Brasil. – Fotografía: Sgt. Viegas – Fuerza Aérea de Brasil.

Con el A330 MRTT, Brasil realiza una mejora importante en su capacidad logística. Además de atender las emergencias de salud pública, brinda la oportunidad de complementar las misiones de reabastecimiento en vuelo para los cazas F-5 Tigre y los nuevos Saab F-39 Gripen.

A estas aeronaves se agregan los KC-390 que durante las misiones de repatriación a Israel dan una prueba más de su versatilidad. Pareciera lógico que su despliegue favorezca el impulso comercial de la aeronave ante la necesidad de los países por contar con más aviones de transporte.

Brasil tiene hoy un salto operacional importante. No sólo para atender las necesidades de defensa, sino para integrar todo el territorio y brindar soluciones de protección a la población civil.

Fotografía portada – Simón Blaise O.

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