Delta y LATAM cumplen un año de operar bajo su acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés). La alianza de las dos líneas aéreas conseguida rápidamente por la ausencia de overlaps (a diferencia de la propuesta con American Airlines) trae algunos cambios en conectividad y la reorganización del mercado aéreo.
Al cumplir el primer año, se materializan la comercialización conjunta de rutas que incluyen algunas operadas en código de código compartido. El objetivo es mejorar las conexiones entre los mercados de los Estados Unidos y Canadá, por el norte, y los países de Sudamérica.
A esto se agregan los beneficios en experiencia como la operación conjunta en los aeropuertos, por ejemplo en la terminal 4 de Nueva York (JFK), los beneficios en los respectivos programas de lealtad y el uso de instalaciones. Todavía faltan algunos aspectos que dependen más de la capacidad disponible en las terminales aéreas, logística y la colaboración con otras instituciones. Se espera un avance para los próximos años.
“Gracias a nuestra alianza con Delta, nuestros pasajeros podrán no solo contar con más vuelos y conexiones más rápidas para acceder a más de 300 destinos”, dice Martin St. George, vicepresidente Comercial de LATAM Airlines Group. El ejecutivo menciona también los salones VIP y los beneficios para los programas Delta Sky Miles y LATAM Pass.
“Estamos muy contentos de celebrar el primer aniversario de nuestra asociación transformadora”, agrega Alex Antilla, vicepresidente de Delta para América Latina. “Juntos, hemos conectado América del Norte y América del Sur y hemos alcanzado, en tan solo un año, hitos impresionantes”.
Mejoramiento de la conectividad
Además de compartir ingresos, uno de los objetivos del JBA entre Delta y LATAM es facilitar la conectividad entre Norte y Sudamérica. Para ello, se establecen una red de rutas conjuntas con acuerdos de código compartido que amplían la oferta de conexiones en ambos sentidos y el lanzamiento de otras nuevas.
Delta y LATAM anuncian en el primer año nuevas rutas. Algunas son Orlando – Bogotá, Sao Paulo (GRU) – Los Ángeles, ambas operadas por LATAM. Durante las próximas se suman Medellín (MDE) – Miami y Lima – Atlanta, también operada por la firma chilena, además de una segunda frecuencia de Delta entre Atlanta y Bogotá. La compañía estadounidense también reanuda próximamente bajo este marco los vuelos Atlanta – Cartagena y el estacional Nueva York (JFK) – Río de Janeiro.
Otro puntos interesante es el establecimiento de nuevos puntos de conexiones. Cobran un nuevo auge Los Ángeles y Nueva York (JFK) aprovechando la existencia de los hubs de Delta. También está Atlanta al sumar el vuelo de LATAM y con el incremento de capacidad de Delta a Lima y Santiago al operar con su aeronave de mayor capacidad (Airbus A350-900).
“La conectividad desde y hacia Nueva York, por ejemplo, se fortaleció al ofrecer más de un millón de asientos, mientras que el destino Los Ángeles alcanzó un crecimiento del 40% de capacidad”, señala LATAM.
A pesar de que destacan el crecimiento de la oferta en Miami, una ciudad que aparece como potencial a desarrollar es Orlando. Delta tiene una fuerte presencia en esa ciudad y donde LATAM viene aumentando su oferta en los últimos años. Hasta el momento, ninguna de las dos partes informa cambios para el rol de Orlando en la red, pero no se descarta que con el aumento de vuelos pueda cambiar.
En su primer año, las dos compañías aseguran que su JBA permite realizar alrededor de 15.000 vuelos conjuntos y transportar más de tres millones de pasajeros. En términos comparativos, el total de operaciones realizadas recorren 90 millones de kilómetros, equivalente a la distancia entre la Tierra y Mercurio.
Delta y LATAM esperan anunciar próximos meses nuevas rutas y mayores beneficios. La intención es mejorar aún más la experiencia de viaje entre América del Norte y del Sur.
Reorganización del mercado
El anuncio del JBA entre Delta y LATAM significa un terremoto para la aviación latinoamericana. American Airlines es la compañía más afectada al perder un socio tradicional en la región y sin la posibilidad de reemplazarlo de igual manera. También obliga al resto de los operadores a reorganizarse.
American Airlines está intentando reforzar su presencia en la región. La situación no está exenta de desafíos por la ausencia de un socio del tamaño de LATAM.
Si bien intenta responder rápidamente comprando participación en GOL e ingresando a la propiedad de JetSMART, la compensación no es igual. En los mercados fuera de Brasil, el proceso se verá demorado porque el proyecto de JetSMART está todavía en construcción. Otro punto que complica al ex socio de LATAM es la diferencia de productos y homogeneidad del servicio. Esto no implica que no se puedan hacer alianzas.
Otras compañías que también responden al movimiento del JBA entre Delta y LATAM son Copa Airlines y Avianca. Junto con United, anuncian un acuerdo similar, pero que tras la reorganización de la firma colombiana y su cambio del modelo de negocio está sin avances. Es probable que no prosiga dado que Avianca se unirá con GOL en el Grupo Abra.
Fotografía portada – Delta