Una competencia desleal del Estado a favor de la nueva Mexicana de Aviación preocupa en el sector aéreo mexicano. Desde su administración, a cargo de la Secretaría Nacional de Defensa (SEDENA) y la participación en varios aspectos que inciden en la operación advierten una eventual distorsión del mercado.
En la aviación, la preocupación no está en la participación o propiedad pública de la empresa. El problema es que el supuesto aprovechamiento que esta realiza a favor, sin considerar por igual al resto de los operadores. La situación se complica especialmente por ser Mexicana de Aviación parte del programa político de la actual administración de turno. Por lo tanto, su éxito o fracaso tiene un costo para el actual gobierno.
La preocupación por la competencia desleal de Mexicana de Aviación no es nueva. En varios países, se levantan dudas cuando las empresas públicas se prestan para objetivos políticos con malos manejos financieros, dependencia de fondos públicos, prácticas anticompetitivas, corrupción, etc.
También no queda afuera el debate acerca de la injerencia directa del Estado como operador cuando existen otras empresas que realizan o pueden realizar los servicios. En México, la alta competencia de varios operadores permite al país contar con un amplio servicio aéreo. El mercado doméstico mexicano está dominado por Volaris, Aeroméxico y Viva Aerobus. A estas, se agregan otras compañías dedicadas a una operación regional.
Descuentos en tasas
El temor de una competencia desleal de Mexicana se materializa tras los anuncios gubernamentales de otorgar un descuento del 14% en la Tasa de Uso Aeroportuario (TUA) en el aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA, como se lo conoce en México). Se trata de un beneficio que no cuentan las otras líneas aéreas que operan en esa terminal.
Según registros de prensa, Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris pagan una TUA de MXP285. La nueva Mexicana de Aviación tendrá un cobro reducido -y hasta el momento- por tiempo indefinido de MXP245.
El descuento que se anuncia tendrá un impacto directo en el precio final de los pasajes. De esta manera, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador podría cumplir con uno de los objetivos al anunciar la nueva empresa estatal: proveer boletos más baratos.
Cuando el Presidente de México anuncia el resurgimiento de Mexicana de Aviación señala que los pasajeros podrán acceder a precios reducidos en un 20% en comparación con los otros operadores. No se especifica el modelo de negocio de la empresa mediante el cual entregará ese beneficio.
Combustible y otras preocupaciones
Además del descuento en la TUA, también preocupa los menores cobros que puede recibir Mexicana de Aviación. Entre los más importantes están el acceso al combustible y a los servicios a cargo de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). La operación principal estará gestionada desde el AIFA, aeropuerto a cargo de SEDENA.
Con los combustibles y tasas, Mexicana de Aviación tendría importantes beneficios para operar independiente de la rentabilidad de sus vuelos. El combustible es junto con los salarios uno de los dos principales gastos de cualquier empresa aérea por lo que no es un tema menor en la estructura de costos.
Otro punto que abre cuestionamientos es la no preocupación por la rentabilidad de la operación. Se advierte que Mexicana de Aviación podría funcionar con pasivos y estar soportada únicamente por la transferencia de recursos públicos.
También existen dudas de la empleabilidad que puede generar Mexicana. Mientras las compañías privadas mantienen sus dotaciones de trabajadores de acuerdo con su realidad y estructura de costos, la nueva firma estatal podría funcionar con mayor cantidad de personas sin inconvenientes. Todas las contrataciones estarían sujetos a la asignación anual de fondos.
Fotografía portada – Presidencia de México