Cada 19 de septiembre, Chile celebra el Día de las “Glorias del Ejército”. Se trata de una fecha que se caracteriza por un desfile de todas las Fuerzas Armadas y de Orden en honor a la institución castrense.
Uno de los aspectos que capta la atención de todos los espectadores, es la exhibición del material aéreo. A cargo de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), el paso de aviones y helicópteros durante la Parada Militar no deja indiferente a nadie en Santiago. El ruido de los motores prácticamente se escucha desde cualquier punto de la capital chilena.
Este año fueron 36 las aeronaves que participaron del desfile aéreo. La coordinación del despliegue recae en el comandante del Comando de Combate, el General de Aviación (A) Miguel Marguirot Fajardo. Su responsabilidad es asegurar que el paso de las aeronaves sea preciso y perfectamente sincronizado.
Preparación
Aunque los sobrevuelos duran solo unos breves segundos, la preparación en tierra comienza varias horas. La organización se realiza desde la Base Aérea de Pudahuel y la Base Aérea El Bosque, ambas ubicadas en la capital chilena. Generalmente, son desde estos lugares donde operan las aeronaves participantes desfile.
Después de llevar a cabo los respectivos briefings, inspecciones y pruebas de motor, los pilotos se dirigen a sus aeronaves. A la hora acordada, inician el proceso de calentamiento de los motores antes de dirigirse a la pista para despegar.
El sonido de hélices, motores a reacción y aspas se mezcla en el aire. El olor a combustible anticipa el comienzo de los minutos de mayor actividad y también de más coordinación en la base.
Tras los despegues desde las diferentes bases, todas las aeronaves participantes comienzan un circuito de espera al norte de la Región Metropolitana. La operación es necesaria para aguardar el momento de sobrevolar en la elipse del Parque O’Higgins.
El desfile aéreo empieza cuando la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado” inicia su marcha en tierra. Los primeros en surcar los cielos son los aviones Gamebird GB-1 de la Escuadrilla de Alta Acrobacia “Halcones”. Su paso se caracteriza por la estela tricolor con los colores patrios de Chile.
A continuación, una formación de 10 aviones T-35 Pillán de la Escuela de Aviación toma los cielos. El T-35 es la aeronave encargada de la formación y el entrenamiento básico de los futuros pilotos de guerra de la FACh. La aeronave de construcción nacional ha alcanzado un hito significativo con 200.000 horas de vuelo. Actualmente, la Empresa Nacional de Aeronáutica (ENAER) trabaja en su evolución y reemplazo, el Pillán II.
En una segunda fase, aparece la banda de guerra de la Escuela de Especialidades. Su presentación es precedida por el rugir de motores a reacción que anuncia el sobrevuelo de los aviones de combate de la Fuerza Aérea de Chile. La primera formación está compuesta de tres F-5E/F Tigre III del Grupo de Aviación N°12. Estos aviones son conocidos como los “Tigres Australes” y basados en la ciudad de Punta Arenas.
Siguen cuatro formaciones en pareja de F-16, en las diferentes versiones operadas por la FACh. Estos aviones pertenecen a los Grupos de Aviación N°3, 7 y 8, ubicados en las ciudades de Iquique y Antofagasta, respectivamente.
No sólo cazas
En el ámbito del transporte, el avión tanquero y de transporte estratégico Boeing KC-135E Stratotanker. La aeronave es única en la región, proporciona la capacidad de reabastecimiento en vuelo a los aviones de combate de la FACh.
Uno de los momentos más destacados es el sobrevuelo del avión E-3D Sentry, una plataforma de vigilancia aérea y guerra electrónica. Su incorporación es una de las más recientes de Chile, lo que ha ampliado sus capacidades de vigilancia del espacio aéreo. Finalmente, una formación de aviones Gulfstream GIV de transporte estratégico y, en un futuro para tareas de aerofotogrametría, cierra el desfile aéreo de aviones para dar paso a las alas rotatorias.
Helicópteros
El cierre del despliegue de unidades aéreas está a cargo de una formación de helicópteros MH-60, UH-60 y UH-1H pertenecientes al Grupo de Aviación N°9. De estos, sorprende el paso de los UH-1H por ser un helicóptero que opera la FACh durante más de 50 años.
Sin inconvenientes y con una coordinación ejemplar en el aire, la FACh cumple su deber con la tradición chilena de la Parada Militar. La sincronización perfecta y el paso de las aeronaves puntual, da muestras que la planificación fue correcta.
Fotografía de Portada – Simón Blaise O.