Tal como se prevé y en la fecha anunciada, India está en la Luna. Su logro se contrapone al fracaso de Rusia, superpotencia mundial que por años es símbolo de la carrera espacial que hasta el momento parece perder.
La presencia de India en la Luna es una muestra del cambio en el sistema político internacional. Mientras Rusia, superpotencia de la Guerra Fría, muestra problemas para conseguir su objetivo con un programa ampliamente demorado, países emergentes demuestran que es posible ser parte del nuevo orden espacial.
El Primer Ministro de la India, Narendra Modi, refleja lo anterior en sus comentarios al señalar que este éxito pertenece a toda la humanidad. “Ayudará a las misiones lunares de otros países en el futuro”, dice tras el alunizaje de la misión Chandrayaan-3 el 23 de agosto.
India es el cuarto país que llega a la Luna. Después de los Estados Unidos y la ex Unión Soviética (Rusia), está China que hace una década logra también colocar un rover en el satélite natural. En el corto plazo, se espera que otros países también se sumen como Japón y la Unión Europea.
Objetivo país
El interés de los países está en el rol que desempeñará en el espacio en las próximas décadas. Primero, como nuevo lugar de exploración -incluyendo las futuras misiones más allá de la Luna-, y en segundo lugar como fuente para recursos, para lo cual los Gobiernos intentan crear una normativa para su uso sostenible.
En lo inmediato, alcanzar el objetivo de estar en la Luna, simplemente responde a colocarse una meta país, trazar objetivos a corto, mediano y largo plazo. India logra en ese sentido aprender de errores pasados, identificar oportunidades de mejora para entregar lecciones al resto. Clave también está en la perseverancia.
“Estoy seguro de que todos los países del mundo, incluidos los del sur global, son capaces de lograr tales hazañas", añade el Primer Ministro Modi.
En el lado contrario, Rusia afectada por los problemas políticos-económicos derivados del fin de la Guerra Fría no logra concretar sus hechos. Sólo la cooperación con los países de Occidente permite a su sector espacial mantenerse. Con la guerra en Ucrania las prioridades están cambiadas.
Rusia está en la Tierra, pero no significa el fin de la carrera espacial para ese país. Es posible que en algún momento este país logre retomar sus planes, aunque previamente, debe redefinir sus objetivos. En el sector, hay consenso de que las futuras misiones Luna-26, -27, -28 para el trieno 2027 al 2030 sean pospuestas e incluso algunas puedan ser hasta canceladas. La única certeza que existe es que tras el choque de la sonda Luna-25 la semana pasada, la carrera espacial no parece estar entre las prioridades.
Lecciones para Latinoamérica
América Latina también buscan estar en la carrera espacial. Si bien los planes no consideran llegar a la Luna, el rol de los países de la región depende de las capacidades y ventajas comparativas que poseen.
Al igual que en el caso de India, la clave para alcanzar el éxito está en definir objetivos y plazos a cumplir. Los Gobiernos son fundamentales en este proceso, ya que en ellos descansa la definición de los planes y la institucionalidad necesaria para desarrollarlos.
Para la Asociación Chilena del Espacio (ACHIDE), los países emergentes pueden ser parte de la carrera espacial y ser atractivos. Desde su perspectiva, no es necesario llegar al nivel de las superpotencias. Sólo se deben identificar las fortalezas, debilidades y trabajar en la especialización.
El caso chileno puede ser un ejemplo de identificar oportunidades. Chile es un país minero con importantes referencias y puede ser competitivo globalmente en el ámbito de la minería espacial.
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