La ruta entre Chile y Tahití es por décadas una ruta histórica de la aviación comercial chilena. Operada por LAN forma parte de la proyección tricontinental de Chile. Su materialización es fruto de la pasión aventurera propia de los forjadores de la aeronáutica chilena. En este caso, el capitán Roberto Parragué Singer.
El primer vuelo entre Chile y Tahití ocurre el 27 de agosto de 1965. La operación tiene una duración de 76 horas y es realizada por Roberto Parragué Singer recorriendo 16.000 kilómetros.
La operación es el resultado de vuelos experimentales realizados en la década de 1950. Estas incursiones tienen un propósito es más estratégico que comercial con el fin de asegurar la soberanía de Chile en el Pacífico.
Primeros antecedentes
En la década de 1920, la Armada de Chile tiene un proyecto para levantar una estación de radio en Isla de Pascua para apoyar la navegación en el Pacífico Sur. Esto, tras especulaciones de aeroplanos alemanes Dornier Wal que en 1925 podían cruzar el océano.
Pese a que sólo se trata de un rumor, la idea queda en los años siguientes hasta que en la década de 1930 un club aéreo italiano solicita a la Dirección de Aeronáutica un estudio meteorológico para realizar un raid transpacífico desde Valparaíso a Australia con escalas en Isla de Pascua, Tahití, Fiji y Samoa. El estudio se realiza, pero el raid no se lleva a cabo, quedando archivada la información.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos observa la ubicación estratégica de la Isla de Pascua y encomienda al comandante Richard Byrd de la Fuerza Aérea (USAF, por sus siglas en inglés) realizar incursiones. El objetivo proponer ruta aéreas alternativas entre Hawái y Australia, en caso de que Japón avance más allá sobre el Pacífico.
En su exploración, Byrd realiza tomas aéreas en Isla de Pascua y descubre un campo para aterrizar. Este hecho, sumado a la intención del aviador australiano Gordon Taylor que busca cruzar el Pacífico Sur, despierta el interés de la Fuerza Aérea de Chile (FACh).
El capitán Roberto Parragué Singer recoge la idea y solicita los permisos para realizar el cruce. La FACh envía una comisión para investigar el campo en Isla de Pascua y habilitar un aeródromo con una pista de al menos 1.500 metros de largo.
Chile considera que una potencial ruta aérea es estratégica para el país tanto en términos militares como comerciales. El objetivo poder usar el tramo para llegar a Australia y quizás a Asia.
En 1951, Parragué realiza el vuelo experimental por el Pacífico Sur. Utiliza una aeronave anfibia OA-10A (PBY-5) Catalina bautizada como Manu Tara o “pájaro de buena suerte” en idioma pascuense. El cruce demora 19 horas y 22 minutos. La hazaña determina el fin del aislamiento de la Isla y el inicio de una nueva etapa en el transporte aéreo chileno.
La construcción del aeródromo en Rapa Nui se termina en 1955. Ese año en una conferencia internacional efectuada en París, para tratar asuntos respecto a Oceanía, Francia, Holanda, Gran Bretaña y Japón, solicitan al Gobierno de Chile que se pronuncie respecto a Isla de Pascua para abrirla al tráfico aéreo internacional.
Aventura personal
En 1959, Parragué es ascendido a coronel de Aviación y es nombrado comandante de la base aérea de Quintero. Ante la posibilidad de incursión de otros países en la Isla de Pascua, pide realizar un segundo vuelo, pero se le es denegado. Siguiendo su espíritu aventurero realiza el vuelo y es sumariado por desobediencia. El 27 de mayo de 1959 pasa a obligadamente a retiro.
Parragué funda la línea área Aero Servicios Parragué (ASPAR Ltda.). Su operación se basa en la información y experiencia de la ruta entre Chile continental e Isla de Pascua para ofrecer vuelos comerciales. Hasta la llegada de LAN, la operación permite atender el aislamiento económico de la isla.
Llegada de LAN
LAN, como compañía del Estado, persigue la idea de abrir una ruta al Pacífico. La dirección de la empresa pide con este propósito realizar un vuelo experimental con miras a unir Chile y Tahití. Para la misión, se elige a Roberto Parragué por su experiencia en la ruta a Isla de Pascua.
La aeronave es el PBY-6 Catalina bautizado Manutara II. La preparación se realiza en 1965 en los talleres de mantenimiento de LAN en el aeródromo de Los Cerrillos.
El 27 de agosto de 1965 comienza el vuelo. La tripulación está conformada por el propio Parragué como piloto al mano, René Ianiszewski como primer oficial, Januario Lazo, radio operador y Luis Palma mecánico. A bordo, viaja también el director de Turismo y consejero de la línea aérea nacional, René Pairoa.
En Isla de Pascua, Parragué toma una decisión estratégica. Invita a don Urbano Pakarati para que vuele hasta Papeete para llegar a la Polinesia Francesa con “gente local” y establecer vínculos. Al nuevo integrante de la tripulación lo nombra con el cargo de “Ayudante Contramaestre de Maniobras”.
El tramo siguiente desde Rapa Nui a Papeete tiene una duración de 21 horas. En el aeropuerto Faa’a de la isla son recibidos por las autoridades y los habitantes de Tahiti con música y bailes característicos. El capitán Parragué entrega una carta del Presidente Eduardo Frei Montalva al gobernador local y una bandera chilena. También se lleva correo, siendo la primera vez que Chile enviaba correspondencia a esa localidad por vía aérea.
El regreso se hace el 09 de septiembre. La ruta incluye una escala en Hoa, antes de seguir a Isla de Pascua y posteriormente al continente. En el trayecto, Parragué es felicitado por el propio Presidente Frei. La llegada a Santiago ocurre el 12 de septiembre al aeropuerto de Los Cerrillos donde es recibido por la población. Al bajar, Parragué exhibe una bandera de Tahití.
Resultados
LAN crea la División Pacífico Sur que será clave para la operación futura con miras a llegar a Australia (incluyendo la hazaña transpolar). Como su director se nombra a Roberto Parragué, independiente de sus actividades particulares. Si bien la hazaña es de LAN, tiene un componente nacional que persigue el objetivo estratégico de Chile de tener presencia en el Pacífico Sur.
El 03 de abril de 1967, LAN inicia vuelos a Isla de Pascua con los Douglas DC-6. La ruta regular comienza el 08 de ese mes con una capacidad de 40 pasajeros por vuelo y carga.
La conectividad entre Chile y Tahití sigue en los años siguientes. LAN Chile incorpora a Papeete como un destino regular. En 1973, con los Boeing 707 la compañía busca abrir la ruta a Fiji extendiendo los vuelos Santiago – Isla de Pascua – Papeete.
Los vuelos a Tahití se mantienen dentro de la oferta aérea de LAN. Es la única línea aérea sudamericana con presencia en el Pacífico Sur y en la Polinesia Francesa.
De la operación con B707 se pasa al B767-200ER, posteriormente al -300ER y al B787-8. En las décadas posteriores, las frecuencias de la ruta Santiago – Isla de Pascua – Papeete se realizan con un promedio de dos vuelos semanales. Por tener una demanda específica, se reducen a sólo una frecuencia semanal.
La ruta termina en 2020 tras la crisis de la aviación por la decisión de los Gobiernos y la reestructuración de las compañías aéreas. No hay planes de retomar los vuelos entre Chile y Tahití. Sin embargo, la presencia de LATAM sigue en el Pacífico con los vuelos a Australia y Nueva Zelanda.
Fotografía portada – Museo Nacional Aeronáutico