Crítica es la visión del gremio de helicópteros por el estado de la seguridad aérea en Chile. Si bien en el ámbito de aviación comercial el país está en un nivel muy alto, no ocurre lo mismo con otros sectores como los helicópteros.
“No hemos sido capaces de cambiar la tendencia”, dice Loreto Moraga, presidente de la Asociación Chilena de Helicópteros (ACHHEL). “Chile tiene en los últimos 15 años, un promedio de seis accidentes anuales y uno de esos es fatal con un promedio de dos fallecidos”.
Para un helicóptero, la cifra es fatal y obliga a redoblar o triplicar esfuerzos no sólo de parte de los operadores, también desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). En los últimos años, la tendencia no cambia mientras la flota sigue creciendo. “Hemos tenido los últimos dos años en que incluso el promedio (de accidentes) ha subido”, agrega.
El punto más alto de accidentes es la temporada de verano 2022-2023. Los factores están asociados a distintos motivos lo que obliga a ser más eficaz y proactivos en el trabajo de seguridad operacional (safety).
Hace tres años, la ACHHEL comienza un programa denominado Helicopter Safety Team (HST, por sus siglas en inglés) que pronto pasará a denominarse Vertical Aviation Safety Team (VAST). Este último incluye todo lo asociado a la aviación vertical como los drones o las aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) que estarán presentes en un futuro próximo.
Alta preocupación
Para ACHHEL, las estadísticas de seguridad operacional de helicópteros en Chile no son buenas. Si bien los accidentes son seis al año para una flota de 350 aeronaves, en términos comparativos es muy negativa.
“La verdad los resultados son muy malos. Tenemos cielos más peligrosos que los Estados Unidos para volar helicóptero. Para nosotros, es inaceptable que se nos mueran dos personas en promedio al año por accidente”, sentencia la presidente de ACHHEL.
El gremio de helicópteros ve con preocupación las cifras y también hay una visión crítica por la falta de cooperación de los operadores ya que comunican muy poco. La situación obliga a cambiar las estrategias.
Doble discurso
Moraga también cuestiona la pasividad de la autoridad aeronáutica. Indica que hay “buena disposición a compartir información (como bases de datos), pero no hay un trabajo coordinado. La buena disposición queda sólo en palabras.
“No tenemos un trabajo coordinado estrecho y lamentablemente por distintos motivos se posterga y se posterga… sin entender las razones”, señala.
Una de las propuestas elevadas por ACHHEL es celebrar un convenio visado por la Contraloría de la República para tener un verdadero trabajo conjunto. Sin embargo, está detenido o sencillamente no hay intensión.
La falta de avances supone para la organización de que hay un doble discurso en Chile de parte de la autoridad aeronáutica sobre seguridad operacional. Desde su perspectiva, hay trabajo enorme y estricto para las líneas aéreas, pero no para el resto de la aviación. “Nosotros creemos que no tenemos los mismos niveles de seguridad”, agrega.
Entre los cuestionamientos que se le hacen a la DGAC es la falta de estadísticas actualizadas de la aviación general, incluyendo los helicópteros, los trabajos aéreos, taxis aéreos, etc. Incluso, señalan que se ofrecen a compartir los datos de ACHHEL para realizar el cruce información o complementar la que tienen. Como gremio se comprometen a insistir en este punto.
El trabajo con la autoridad aeronáutica es fundamental porque es la que entrega la normativa. En ese ámbito, no se entiende la ausencia o la falta de respuesta ante un sector que cada vez cobra mayor fuerza e importancia. Como ejemplo, mencionan que el programa de seguridad operacional VAST toma en promedio tres años en dar resultados si existe voluntad y cooperación entre las partes públicas y privadas.
Sector en crecimiento
A medida que el helicóptero se hace más asequible, la flota aumenta. No sólo hay más personas que tienen su propia aeronave rotatoria, sino que también hay más actividades asociadas que involucran a los helicópteros. Además del trabajo aéreo, la evacuación aeromédica, entre otros, está también los servicios de turismo y taxis aéreos.
Según datos de ACHHEL, hay 366 helicópteros inscritos en el registro de aeronaves a diciembre de 2022. El número no incluye helicópteros policiales o militares.
A futuro, la cantidad de aeronaves irá en aumento porque hay una mayor demanda privada y pública. El helicóptero es visto cada vez más como algo utilitario que suntuoso, especialmente, para labores como la protección civil y extinción de incendios.
Fotografía portada – Simón Blaise