Mexicana de Aviación, la Azteca de Oro

Mexicana de Aviación es una línea aérea emblema de la aviación latinoamericana. Creada en 1921, es la segunda línea aérea más antigua de América y del mundo. Junto con ser una de las primeras compañías aéreas de pasajeros, es una de las más relevantes por su constante aporte en conectividad, servicio e innovación.

Un abrupto fin, en agosto de 2010, la deja en tierra para siempre. Hoy, la política intenta revivirla evocando el nombre que por década une a los mexicanos y a los latinoamericanos, Sin embargo, espíritu de lo que llega ser la “Azteca de Oro” no será jamás eclipsado.

Inicios

El 12 de julio de 1921, Lloyd A. Winship, Harry J. Lawson y Elmer C. Hammond, reciben del encargado del Despacho de Comunicaciones y Transportes de México, Faustino Roel, la primera concesión de la ruta aérea Ciudad de México – Tampico – Tuxpan. Para su explotación crean la Compañía Mexicana de Transportación Aérea (CMTA). Orientada principalmente al transporte del correo, pronto se abre paso al transporte de pasajeros para convertirse quizás en la gran línea aérea de México.

La primera flota la conforman cuatro aviones Lincoln Standard de cabina abierta. Estas aeronaves sólo llevan a un pasajero y 50 kilos de correspondencia o equipaje. Cuando las empresas aéreas en la región son escasas por esos años, CMTA realiza operaciones a una impresionante velocidad de 95 kilómetros por hora.

Al segundo año, la flota crece hasta las 10 unidades extendiendo operaciones. También llegan los primeros récords: 1.965 horas de vuelo acumulados en menos de cinco días. El hecho comienza a demostrar la importancia que tiene la aviación para los países de la región.

En 1924 llega una nueva administración que constituye la Compañía Mexicana de Aviación S.A. Con los socios estadounidenses George L. Rihl, William Mallory, R. G. Piper y Carl V. Schlaet, se amplían las operaciones a nuevos destinos y ofreciendo servicios exclusivos como los primeros taxis aéreos. Básicamente, consistía en ofrecer un vuelo a toda persona que lo pueda pagar. También se introducen operaciones novedosas como la fotografía aérea.

La necesidad de ofrecer servicios de fotografía aérea nace de la necesidad de las compañías petroleras de levantar los planos de las propiedades. En alianza con Sherman Fairchild se construyen cuatro monomotores con capacidad para cuatro pasajeros.

El servicio de correo aéreo lleva a CMA a extender sus servicios hacia el sur de México como es el caso de Mérida. El 15 de abril de 1928, el capitán Edward Snyder a bordo de un Fairchild FC2, llega a Tuxpan, Veracruz, con el primer cargamento de correspondencia de más de cinco mil piezas postales y la edición de uno de los diarios más importantes de la capital mexicana.

Por esos años, el negocio del transporte aéreo de pasajeros está de la mano con el traslado de funcionarios del sector petrolero mexicano. CMA negocia con las empresas petroleras para trasladar personas a distintos lugares de la costa del golfo de México. Con estos acuerdos, la solventa los costos de las operaciones y proyectar crecimiento.

La era de Pan Am

El 23 de enero de 1929 se concreta la venta total de las acciones de CMA a Pan American (Pan Am). La integración a la red de la emblemática línea aérea de Juan Trippe permite la internacionalización de la firma mexicana. Característica de esa época es la ruta Ciudad de México – Tuxpan – Tampico – Brownsville y la nueva flota de trimotores Ford que pueden llevar hasta 13 pasajeros. La primera travesía de esta ruta está al mando de Charles A. Lindbergh, famoso por volar sin escalas desde Nueva York a París.

En 1930, Mexicana -como se la conoce- se convierte en la primera compañía aérea mexicana de carácter internacional que une dos destinos fuera de la república federal. Browsnville, por el Norte, y Guatemala, por el sur. La ruta cubría las escalas de Veracruz, Minatitlán, Ixtepec y Tapachula, para continuar a Ciudad de Guatemala. En ese lugar, se ofrecen conexiones con los vuelos de Pan Am que opera a Miami, Managua y Ciudad de Panamá.

La década de 1930 está asociada a la expansión por Centroamérica y los Estados Unidos. Mexicana aterriza en El Salvador, Costa Rica y Cuba. También llega a Los Ángeles (California) como primera línea aérea con servicio internacional.

Los Douglas y el crecimiento

El cambio de década está asociado a modernidad y crecimiento. A la flota se incorporan los Douglas DC-2 con más alcance y capacidad que permiten aumentar el número de pasajeros transportados, abrir nuevas rutas y servicios. Como novedad se introducen los vuelos nocturnos con escalas en las que las pistas se marcan con balizas.

Con la seguridad y el servicio como prioridades, Mexicana incorpora el DC-3. Bautizado como el “Aeropalacio” es el avión más avanzado de la flota.

Para formar a su personal, crea la Escuela de Mecánicos de Aviación con licencias aeronáuticas de México y reconocida por los Estados Unidos. Su establecimiento da paso al famoso servicio de mantenimiento que existe hasta hoy.

A medida que llegan más aviones crece la red. A los DC-3 se suman la variante más moderna los DC-4 y en la década de 1950 los DC-6, una de las primeras con cabina presurizada. La nueva flota permite aumentar la cantidad de pasajeros, volar más directo, sin escalas y reducir los tiempos de viaje.

Con el desarrollo de la aviación está el turismo. Para incentivar los viajes a destinos vacacionales, Mexicana de Aviación crea el programa VTP o “Viajes todo Pagado”. Se trata de paquetes turísticos que ofrecen vuelos, hoteles, comidas, traslados y visitas a sitios de interés. Esta división es precursora de muchas agencias de viajes asociada a líneas aéreas como LAN Tours en Chile, por ejemplo. Los primeros tours se ofrecen a Veracruz, Oaxaca, Mérida y Puerto Vallarta.

En 1955, Mexicana de Aviación crea la Escuela para Sobrecargos. Su objetivo es formar tripulantes de cabina, principalmente, para atender situaciones de emergencia y aplicar primeros auxilios a los pasajeros. El servicio

¡Llegan las Cometas! y los desafíos

Mediados de 1960 y llega el principal cambio a Mexicana: la era del jet. El 04 de julio de ese año, incorpora los primeros De Havilland Comet 4C que se colocan en servicio en la ruta Ciudad de México – Los Ángeles. Mexicana junto con Aerolíneas Argentinas son una de las empresas aéreas que operan esta flota.
La modernización es acompañada por los Aerospatiale SudAviation Caravelle. Estos aviones permiten enfrentar la competencia creciente y la compleja situación económica de esos años en el país.

Azteca de Oro

Mexicana es un símbolo de la aviación por esos años. Con la llegada de nuevos aviones, inaugura el servicio “Azteca de Oro” donde se ofrece una Primera Clase, alimentos seleccionados, vinos, importados, licores y champagne francés. Se comienza a implementar con los DC-6, pero se hace muy popular con los aviones jet, primero con los Comet, luego con los Boeing 727 y el McDonnell Douglas DC-10.

Hacia 1967, la situación económica de la línea aérea es preocupante que la coloca al borde de la quiebra. Llega a la empresa Manuel Sosa de la Vega, un hombre clave en la historia de Mexicana. Junto a su equipo transforman la empresa, sin antes encabezar un rescate junto a todos los trabajadores al aceptar no recibir sueldo por algún tiempo a fin de capitalizar la línea aérea. El sentimiento y aporte que crea Mexicana hasta esos años trasciende en las comunidades que atiende.

Bajo la administración se aplican nuevas estrategias comerciales que retoman el impulso de la compañía. En 1968, se compran las acciones que están en poder de Pan Am y se convierte en una línea aérea completamente mexicana. Probablemente, el nombre de la empresa cobra su mayor valor.

En la década de 1970 se habilita el Centro de Simuladores de Vuelo equipado para la futura flota de B727. También se crean los Certámenes de Eficiencia para generar instancias de incrementar ingresos, la cantidad de pasajeros y carga transportada, así como la calidad del servicio. Un nombre que resalta de esa época es Carlos Roca Belmont, gerente regional de Mexicana.

Los B727 permiten expandir las operaciones hacia los Estados Unidos y Centroamérica. Para la segunda mitad de la década tiene 19 de estos aviones con una flota en constante crecimiento que le permiten transportar hasta 3 millones de pasajeros por año.

En 1979, se inaugura la Base de Mantenimiento México. Se trata de la más moderna infraestructura para los trabajos de reparación y chequeo de aeronaves con un hangar para atender hasta 3 B727-200 Adv y otros 22 aviones en su plataforma de estacionamiento. También incluye edificios de talleres, servicios complementarios y oficinas.

El 5 de julio de 1981, se suma a la flota el primero de una serie de tres DC-10-15, con capacidad para 315 pasajeros. Estos aviones permiten aumentar la capacidad, principalmente, a rutas en los Estados Unidos.

Un año después, el Gobierno Federal adquiere el 54% de las acciones de la empresa. Se inicia una época de operaciones con capital mixto.

En 1984 con la construcción de una inmensa torre de control con 30 pisos, helipuerto y un anexo donde se ubica su moderno Centro de Reservaciones, Mexicana estrena sus Oficinas Centrales. El edificio se convierte en símbolo de la Ciudad de México.

Cambios e innovación

La década de 1990 es controversial para Mexicana de Aviación. Cconformación del Grupo Falcon, Mexicana regresa a manos de la iniciativa privada e inicia una dinámica campaña de transformación de imagen y adquisición de equipos. Entre 1991 y 1993, se introduce nueva tecnología con los primeros Airbus A320 y los Fokker 100. Hacia 1995 se suman también los Boeing 757-200.

También se debuta en alianzas estratégicas como United y Lufthansa. Más tarde se asocia con Air Canada, Air New Zealand y Varig. Las relaciones bilaterales llevarían a la compañía a sumarse a la red de Star Alliance muchos años después. El servicio a los pasajeros es mejorado con la Clase Ejecutiva, herencia de la antigua Primera Clase.

Entre los aspectos en contra están la llegada de personal sin experiencia en el mundo de las líneas aéreas. Introducen cambios enfocados en el ahorro de costos, pero que descuidan el servicio característico de la empresa. La estandarización de la oferta a bordo hace que los viajeros no vean motivos para volar por Mexicana respecto a una empresa extranjera que podía ofrecer más a igual o menor precio.

A mediados de la década se une con Aeroméxico y AeroPerú en el grupo Alas de América. A través de esta asociación, comparten la explotación de rutas en una red conjunta que une a todo el continente. Sin embargo, para Mexicana no funciona y las acciones resultan perjudiciales. Para algunos, marca el declive de la empresa.

Última década

El cambio de siglo llega con la globalización a través de las alianzas con Star Alliance. En 2022, se comienza a sustituir la flota de B727-200 Adv por más A320 y los primeros A319. El último vuelo del emblemático avión de la empresa ocurre el 30 de mayo de 2003 en la ruta Monterrey – Ciudad de México. Desde su incorporación en la década de 1970, el B727 es el símbolo de la excelencia de Mexicana, la Azteca de Oro.

La aventura con Star Alliance es de corta duración. En 2004, se abandona la alianza para optar por un camino propio con alianzas con Copa Airlines, pero después antes de su desaparición forma parte de oneworld en 2009 a través de la injerencia de American Airlines.

Para atender las rutas de larga distancia se adquieren algunos B767-200ER/-300ER que sirven los tramos de mayor demanda como Ciudad de México – Buenos Aires (EZE).

En 2005, Mexicana es la primera compañía en México en introducir el e-ticket y en introducir la automatización de los procesos de reserva y compra, así como asignación de tarjetas de embarque. Por esos años, la industria aérea está eliminando los tickets físicos para reemplazarlos por boletos electrónicos.

Los pasivos arrastran a la empresa que gradualmente la acercan a su fin. Entre 2006 y 2007 se realizan convenios con tres de los cuatro sindicatos para reducir gastos y trabajar en la modernización de la flota con equipos de la familia A320 (A318, A319 y A320). Más adelante llegarían los A330-200 para los vuelos a Europa (Madrid).

Final

En 2010, Mexicana de Aviación está en una quiebra virtual. Ante la grave situación financiera se recurre a un concurso mercantil para reestructurar la deuda con los acreedores, mantener operaciones y reorganizar los costos. Tras varios intentos, se anuncia la suspensión total de los vuelos el 27 de agosto de 2010. Al día siguiente, se realiza el último vuelo de la empresa que corresponde al MX866 a Ciudad de México a Toronto.

El concurso mercantil no prospera y se abre un complejo escenario judicial que termina en 2019 cuando en noviembre de 2019, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, resuelve que los bienes de Mexicana deben ser transferidos a los ex empleados de la empresa. La decisión se toma para saldar deudas con los empleados por sueldos no devengados. Durante la década de 2010, los empleados buscan el apoyo de los ex Presidentes mexicanos para destrabar el problema de la quiebra de Mexicana, pero no hay avances.

Fotografía portada – Ricardo Morales Centeno

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