Avianca vuelve aterrizar en Cusco. Recuperando otra ruta, apuesta por mejorar la conectividad del principal destino turístico del Perú desde el Norte de la región.
Avianca reinicia las operaciones en Cusco desde el 30 de octubre. La programación considera cuatro vuelos por semana atendidos con Airbus A320 con capacidad para 180 asientos. Semanalmente dispondrá 1.440 asientos en la ruta en ambos sentidos.
Las salidas desde Bogotá están fijadas a las 07:45 horas para aterrizar en Cusco a las 11:10 horas. De retorno, los vuelos salen a las 16:45 horas para regresar llegar a las 20:00 horas para último banco de conexiones en la capital colombiana.
Segundo aterrizaje
Sin contar las operaciones de la filial peruana (ex TACA Perú), Avianca inicia la ruta Bogotá – Cusco el 18 de julio de 2016. En su momento llega a ser la operación internacional de mayor duración desde la antigua capital incaica.
La operación actual mantiene el esquema anterior, es decir, con los mismos horarios, pero una mayor oferta. En lugar de los tres vuelos por semana que se previamente, Avianca coloca un vuelo adicional con un avión de mayor capacidad. La compañía confía que con su nuevo modelo de negocios puede estimular el tráfico, impulsado también por el turismo.
Progreso a operacional
Los vuelos internacionales desde Cusco marcan un progreso operacional por la nueva generación de aeronaves y las inversiones en materia de navegación aérea. En el aeropuerto Alejandro Velasco Astete la operación PBN/RNP. En el caso de Avianca, Cusco es la segunda ruta de mayor distancia desde un aeropuerto en altura después de los vuelos desde La Paz.
Las operaciones en aeropuertos en altura son consideradas complejas por la menor densidad del aire que afecta a las prestaciones del avión. A mayor altura o temperatura la densidad del aire es menor por lo que la aeronave necesita un mayor largo de pista para elevarse. Para reducir el peso y operar de acuerdo con las condiciones, se restringe la carga de pago.
Por lo anterior, mayoría de los aeropuertos situados a gran altura tienen una conectividad limitada en vuelos de largo alcance. En el caso de Cusco, por ejemplo, la ciudad sólo había mantenido enlaces internacionales hacia la ciudad de La Paz, a menos de una hora de vuelo, y arribos desde Santiago (operación de AeroPerú en la década de 1990).
Con la llegada de nueva generación de aviones (como la familia A320), con prestaciones superiores a equipos anteriores, es posible abrir nuevas rutas y brindar conectividad.
Turismo beneficiado
La operación de Avianca ampliará la competencia a Cusco. Pese a ser la única compañía desde Bogotá, debiera provocar una dinámica con el resto de los actores que atienden Cusco desde Lima.
Cusco está conectado por vía aérea con las operaciones de LATAM, SKY y JetSMART. La principal ruta es con Lima con más de una veintena de vuelos diarios. También tiene conectividad con Arequipa y Ayacucho con los tramos interregionales. En temporadas anteriores, la ciudad también tiene vuelos desde Santiago de Chile con las operaciones de LATAM.
Cusco es uno de los destinos más atractivos del Perú y de todo el mundo. Cada año millones de personas llegan hasta la antigua capital de los incas para recorrer las maravillas arquitectónicas, sus templos ancestrales, disfrutar de las festividades. Sin duda, Machu Picchu es la atracción principal. La ciudad también es punto de intercambio de otras rutas turísticas por la Sierra peruana o en combinación con Bolivia.
Avianca busca potenciar al Cusco como destino turístico por medio de un vuelo directo desde Bogotá, su hub principal y uno de los centros de conexiones más importantes de la región. A medida que se consoliden los vuelos, se espera un impacto positivo en la economía local a través de la generación de empleos y positivo de las distintas actividades.
Fotografía portada – Juan Manuel Temoche