Tras más de un año de suspensión forzada, Aeroflot reanuda sus vuelos a Cuba. La operación es a Varadero y está a cargo de Rossiya Airlines. Es la primera ruta que se realiza a países de Occidente desde que los Estados Unidos y sus aliados imponen las restricciones político-económicas a Rusia.
Con una frecuencia de dos vuelos por semana, el vuelo conecta Moscú (SVO) – Varadero con el fin de llevar turistas rusos a destinos populares de vacaciones. Aeroflot no descarta aumentar las operaciones en los próximos meses dependiendo de la demanda.
Por las restricciones impuestas, la ruta evita los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La mayor duración de los tiempos de viaje obliga a operar con aeronaves de largo alcance. Rossiya Airlines opera la ruta con equipos Boeing 777-300ER con capacidad para 457 pasajeros en dos clases (Business y Economy).
La decisión de reanudar los vuelos regulares a Cuba se anuncia durante la visita de la delegación rusa a ese país en el marco de la 20ª reunión de la Comisión Intergubernamental Ruso – Cubana en mayo 2023. La misión la encabeza el viceprimer ministro Dmitry Chernyshenko y el CEO de Aeroflot Group, Sergey Alexandrovsky.
“Cuba es un socio clave de Rusia en América Central y es absolutamente lógico que sea necesario desarrollar las relaciones económicas entre nuestros países”, dice el ministro Chernyshenko. “Cuba también es un lugar seguro, asequible y sin visado donde los ciudadanos de Rusia prefieren descansar”.
Aeroflot señala que la demanda de viajes es alta. La empresa es optimista de estas operaciones clave para generar ingresos adicionales, disminuidos por las sanciones internacionales. Para fines 2023, estima que podría movilizar alrededor de 150.000 personas e incluso a llegar a niveles previos a la crisis de 2020.
“Cabe señalar que las vacaciones en Cuba son tradicionalmente de gran demanda entre nuestros pasajeros durante todo el año y casi el 100% de ocupación del primer vuelo lo confirma. Estoy seguro de que la reanudación de los vuelos a Cuba tendrá un impacto positivo en el desarrollo del turismo y los lazos económicos entre Rusia y Cuba”, dice el CEO de Aeroflot.
Cuba un destino estratégico
Cuba es uno de los países destinos clásicos de Aeroflot. Impulsado por las relaciones políticas de la ex Unión Soviética con sus países satélites, los vuelos comienzan en 1962 utilizando aviones Tupolev Tu-114. Desde ese entonces, las operaciones de Aeroflot crecen de manera significativa tanto en capacidad como en destinos y escalas técnicas.
Además de los vuelos a La Habana y Varadero, Aeroflot utiliza a Cuba como base estratégica para expandir su red hacia distintos puntos de América Latina. Durante el periodo de Guerra Fría e incluso en los primeros años de la década de 1990, varios servicios conectan a través de La Habana a varias ciudades de la región, como Lima o Santiago de Chile, por ejemplo.
Sólo existen dos ocasiones en las que los vuelos a Cuba se interrumpen. La primera es por las decisiones políticas de cerrar las fronteras bajo justificación del COVID-19 en marzo 2020. La segunda ocurre a fines febrero 2022 cuando Rusia decide invadir Ucrania y se imponen las sanciones políticas-económicas como medida de presión.
Segunda incursión en América Latina
La reanudación de los vuelos a Cuba es la segunda incursión reciente que Aeroflot realiza en América Latina. En junio, Aeroflot firma un acuerdo de cooperación con la venezolana Conviasa para la explotación comercial de la ruta Moscú (VKO) – La Habana – Caracas.
El acuerdo está vigente desde el 18 de junio. Conviasa es la encargada de operar la ruta mencionada entre Venezuela y Rusia. El acuerdo permite capturar ingresos que genera el tráfico entre los tres países, incluyendo la alta demanda de viajeros rusos hacia Cuba y también a Venezuela.
Además de los vuelos de Conviasa, la empresa rusa Nordwind también opera en Venezuela. Realiza vuelos sin escalas desde Moscú (SVO) a Porlamar con equipos B777-300ER.
Fotografía portada – Rossiya Airlines