El pasado 05 de junio, el avistamiento de un dron en la zona restringida del aeropuerto de Pittsburgh, obliga a las autoridades a suspender los vuelos como medida de precaución. El suceso se agrega a otras 2.000 observaciones de este tipo de aeronaves en aeropuertos estadounidenses.
Estos tipos acontecimientos es visto con preocupación por parte de las autoridades estadounidenses ya que constituyen una potencial nueva amenaza. Por lo mismo, un grupo de legisladores de la Cámara de Representantes buscan ampliar la autoridad de los organismos del Estado para derribar drones.
Los representantes Chrissy Houlahan, Mike Gallagher, Troy Carter y Mike Johnson presentan un proyecto de ley para permitir a las policías locales y estatales, así como a los administradores de infraestructura crítica (como los aeropuertos) para utilizar tecnología para detectar drones en los alrededores. También buscarían que la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) pueda actuar de manera proactiva en caso de eventuales amenazas.
La guerra en Ucrania, los sucesos en Rusia, y la facilidad para operarlos por cualquier persona, demuestran que los drones pueden ser empleados como armas. Por lo tanto, su presencia en zonas restringidas como los aeropuertos, edificios gubernamentales y bases aéreas constituyen una amenaza para la seguridad nacional.
El proyecto de ley busca renovar la autoridad gubernamental de drones que vence el 30 de septiembre y crear un nuevo programa que permite a un número limitado de agencias estatales y locales a destruir aparatos en casos que corresponda. El derribo sería siempre bajo supervisión federal.
Aumento de la presión
En los Estados Unidos hay una presión creciente para otorgar a los organismos del Estado de más facultades para derribar drones. Según distintas organizaciones sociales, el país no cuenta con una legislación acorde para proteger en caso de un ataque con estos equipos.
Las organizaciones deportivas como las de fútbol americano o las ligas de béisbol acuden a la Casa Blanca para demandar más seguridad. También la Cámara de Comercio de los Estados Unidos presiona para atender de manera preventiva estas nuevas amenazas.
El Departamento de Justicia (DOJ) señala que las reuniones masivas y los estadios son altamente vulnerables a un ataque de drones. Las organizaciones sociales añaden que los aeropuertos y prácticamente cualquier evento deportivo también están en una condición vulnerable.
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