El avión de entrenamiento T-35 "Pillán" o E-26 "Tamiz", como le conocen en España, es una pieza fundamental en la historia de la aviación militar del país europeo, por la cantidad de horas de vuelo, el número de pilotos formados y entrenados. Después de más de 35 años en servicio, su vida llega a fin para dar paso a los modernos Pilatus PC-21 nuevos encargados del entrenamiento básico de pilotos militares españoles.
Fabricado por la compañía chilena ENAER y ensamblado en España por la fábrica CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.), este modelo ha desempeñado la labor de entrenador básico del Ejército del Aire de España desde el año 1987, cuando el realiza su vuelo el primer T-35 destinado al país europeo. España es el primer cliente del avión T-35 y en su vida operativa los "Tamiz" han superado las 100.000 horas de vuelo junto al Ejército del Aire.
El diseño del T-35 se basa en aviones de la familia Piper, teniendo componentes similares a modelos como el Dakota o Saratoga. Se desarrolla para reemplazar las flotas de aviones T-34 Mentor que opera en su tiempo Chile y España. El T-35 es ampliamente utilizado para la instrucción y preparación de pilotos en el Ejército del Aire, Fuerza Aérea de Chile y otros operadores latinoamericanos.
En total, en la fábrica de CASA en Getafe se ensamblaron 41 kits que son comprados por el Ejército del Aire como avión para la enseñanza en la Escuela Elemental de la Academia General del Aire. Con el paso de los años han sido modernizados y repotenciados para extender su vida útil hasta el presente año.
Historia del T-35
El primer prototipo realiza el roll en marzo de 1981. Precisamente, se fija el 06 de marzo de ese año como el inicio de la saga del Pillán. Las dos siguientes aeronaves cuenta con algunas modificaciones, pero sin afectar el diseño ni las prestaciones del modelo original. Su exhibición se realiza en la Feria Internacional del Aire (FIDA) de 1982, antecesora a la actual FIDAE. Sin embargo, su debut se empaña con la pérdida de un ejemplar mientras realiza una exhibición para la prensa en la Base Aérea de El Bosque.
Al Pillán, nombre asociado a un espíritu ancestral, se lo concibe como un avión entrenador militar para la instrucción primaria. Por su gran maniobrabilidad, cuenta la capacidad para aterrizar con el mismo peso máximo de despegue. Algunas de sus características son un motor Lycoming de 300 caballos de fuerza (HP) de inyección y cilindros opuestos, un tren de aterrizaje de tipo triciclo y su hélice tripala Hartzel con velocidad constante. Por su diseño, características, equipamiento y materiales utilizados, se lo concibe un avión de alta confiabilidad, lo que queda demostrado en distintos eventos aeronáuticos de Chile y el mundo. Las mismas lo convierten en un producto de exportación, siendo España el primer país-cliente donde es rebautizado como TAMIZ. Posteriormente, es adquirido por El Salvador, Guatemala, Panamá y República Dominicana. Por consiguiente, califica como la “estrella del sur del mundo”, al menos en lo que respecta a material aéreo.
Fotografía de portada - Ejército del Aire